El presupuesto valenciano de Vivienda cae un 21% por la ausencia de fondos europeos por primera vez desde 2022

El presupuesto valenciano de Vivienda cae un 21% por la ausencia de fondos europeos por primera vez desde 2022

Las ayudas para obras de accesibilidad, de rehabilitación con criterios de eficiencia energética y de construcción de viviendas de alquiler asequible sumaban el pasado año 157,4 millones de euros

Mazón agasaja a los promotores con permutas de suelo por vivienda asequible y deja en el aire 25 millones de la UE

Uno de los principales caballos de batalla del Gobierno valenciano que preside Carlos Mazón como es la promoción del acceso a la vivienda que a día de hoy se ha convertido en misión imposible para multitud de personas y familias ya sea en régimen de alquiler o de compra por el alza de los precios, no contará este año con fondos europeos por primera vez desde 2022.

Así lo reflejan los presupuestos autonómicos presentados recientemente por la consellera de Hacienda, Ruth Merino, quien ya advirtió de modificaciones a la baja por la desaparición de fondos europeos al pasar de 1.194 millones de euros consignados en 2023 a los 302 millones previstos para el presente ejercicio.

Y es que, en el caso de la vivienda, existe dos criterios claros que son necesarios para la obtención de los fondos como son las construcciones con criterios de eficiencia energética y que las promociones se destinen a alquiler asequible sin que ello implique la pérdida de patrimonio para la administración.

En este sentido, en el caso de la Conselleria de Vivienda que dirige Susana Camarero disponía el pasado año de diferentes líneas financiadas con fondos europeos por valor de 157,4 millones de euros, unas ayudas que no figuran en las cuentas recientemente presentadas. En 2023 ascendieron a 113,7 millones y en 2022 a 112,8 millones. Entre los proyectos con financiación europea que figuraban en 2024 destacaban: “Financiación de actuaciones para la rehabilitación a nivel de edificio y la mejora de la eficiencia energética en viviendas”, con 64,4 millones de euros; “transferencia para financiación de las actuaciones de rehabilitación a nivel de barrio”, por valor de 54,5 millones de euros; “transferencia para financiación de la construcción de viviendas en alquiler social en edificios energéticamente eficientes”, con 32,5 millones de euros.

Los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) tienen una vigencia de 2021 a 2026, por lo que llama la atención la ausencia de fondos en el presente ejercicio. Al respecto, desde Vivienda han explicado que estas ayudas “se reflejan una única vez en el momento que se reconoce el ingreso en las cuentas de la Generalitat, por eso al estar transferidos en 2024, no aparece en la anualidad 2025”.

Por su parte, la diputada socialista, María José Salvador, ha lamentado “los recortes” en materia de vivienda: “Y lamentar la desaparición de los MRR que tienen un marco de actuación 2021 – 2026. Por este motivo vienen presupuestándose desde 2022 y ahora vemos que no existen. El Consell del PP renuncia a los fondos europeos abandonando por ejemplo la construcción vivienda asequible en alquiler”.

Como ya informó elDiario.es, la Conselleria de Vivienda ha pasado de ceder parcelas a las promotoras para que construyan vivienda asequible de alquiler que al cabo de los años revierten al patrimonio de la Generalitat a optar por la permuta por la que el constructor se queda el suelo en propiedad a cambio de un número de viviendas sin especificar. Este cambio de paradigma puede implicar la pérdida de otros 25 millones de euros de ayudas europeas.

Desde Vivienda justificaron el cambio en que los concursos de cesión de suelo quedaban desiertos y aseguraron que los fondos europeos se redirigirán a otras actuaciones encaminadas a promover alquiler social asequible. Sin embargo, en los presupuestos de 2025 no aparece ninguna partida financiada con fondos europeos.

En su conjunto, la Conselleria de Vivienda está dotada con 304 millones de euros, un 21% menos que en 2024 precisamente por la pérdida de los fondos europeos. Cierto es que sin esos 157,4 millones de fondos europeos que sí aparecían en el pasado ejercicio, la asignación de la conselleria hubiera quedado en 224,5 millones, por lo que la del presente año sería un 33% mayor, tal y como han destacado desde la administración.

Caen las inversiones

La conselleria que dirige Susana Camarero, que engloba todas las políticas sociales, registra un 6,3% del total presupuestado para 2025, con un montante de tres mil millones. Sin embargo, en la letra pequeñas, las inversiones apenas tienen peso en las cuentas de la reconstrucción. Las partidas de la ley de función social de la vivienda superan los 100 millones de euros, copadas por transferencias de capital -ayudas públicas-, mientras que el programa de vivienda y calidad e innovación en la construcción consta de 197,7 millones, de los que más de 150 son para transferencias y 15 para gastos de personal. Según el detalle presupuestario, las inversiones reales para políticas de vivienda apenas son de 50.000 euros, la mitad que el año anterior, en la partida de la secretaría autonómica de función social de la vivienda y caen un 3,6% en lo referente a calidad e innovación en la construcción, donde son de 7,1 millones de euros. Las transferencias corrientes, de donde salen las ayudas directas a compra, alquiler o a sufragar convenios, crecen un 70%. 

Parte de la explicación a estas cifras hay que buscarlas en los ingresos. Prácticamente todo el presupuesto destinado a vivienda procede de fondos del Estado o del fondo social europeo, con programas ya marcados y un peso importante de las transferencias, como el bono de alquiler. En financiación propia, el Ejecutivo de Carlos Mazón apenas cuenta con los 8 millones de euros que se prevén ingresar por el impuesto de viviendas vacías, que instauró Unidas Podemos en su etapa en el Consell del Botánic con PSPV y Compromís. En el capítulo de ingresos de este departamento se observa cómo la mayoría de los 44 millones en ingresos vienen de programas del plan estatal de vivienda. Del fondo social europeo (2022-2027) se prevén unos ingresos de 1.007.980 euros.