El primer trasplante de hígado de cerdo a un humano abre una vía para ampliar la reserva de órganos disponibles

El primer trasplante de hígado de cerdo a un humano abre una vía para ampliar la reserva de órganos disponibles

El procedimiento se realizó en 2024 en una persona con diagnóstico de muerte cerebral y el análisis posterior muestra que los hígados de minicerdo modificados genéticamente pueden sobrevivir y funcionar en humanos

Hemeroteca – ‘Rejuvenecer’ los órganos para trasplante, una vía para atajar el envejecimiento de los donantes

El primer trasplante de hígado de cerdo modificado genéticamente a una persona, realizado en 2024 por un grupo de investigadores chinos, muestra que este tipo de órganos pueden sobrevivir y funcionar en humanos. Los autores del trasplante describen los resultados este miércoles en la revista Nature y aseguran que esta estrategia podría servir como terapia puente para pacientes con insuficiencia hepática que esperan donantes humanos. 

El equipo, encabezado por Hai-Long Dong, Lin Wang y Ke-Feng Dou, trasplantó por primera vez un hígado de cerdo con seis genes modificados para evitar el rechazo, a una persona que se encontraba en muerte cerebral a la que siguieron durante diez días. Las ediciones genéticas incluyeron la eliminación de genes que intervienen en el rechazo y la inserción de transgenes humanos para facilitar la compatibilidad.

Los autores monitorizaron la función del injerto, el flujo sanguíneo y las respuestas inmunitaria e inflamatoria durante ese período de diez días. El hígado de cerdo produjo bilis y albúmina porcina, mantuvo un flujo sanguíneo estable y no mostró signos de rechazo. La respuesta inmunitaria se controló con inmunosupresores.

Necesidad de órganos

El trasplante de hígado es el tratamiento más eficaz para las enfermedades hepáticas terminales, pero en la mayoría de los países la demanda de donantes de hígado supera con creces la oferta. Los cerdos, y en concreto una variedad mas pequeña llamados minicerdos, se consideran una fuente alternativa de órganos debido a su compatibilidad con las funciones fisiológicas y el tamaño. Los avances en la edición genética han permitido modificar los órganos de cerdos como corazones y riñones para reducir el riesgo de rechazo y mejorar la compatibilidad con los receptores humanos, aunque aún están en fase experimental. Sin embargo, la complejidad de la función hepática dificulta este tipo de trasplante.

En Estados Unidos se han hecho los primeros trasplantes de corazón y riñón de cerdo en personas vivas, dos trasplantes cardiacos (ambos fallecidos) y cuatro renales, de los que dos sobreviven tras varios meses de evolución. Además de los xenotrasplantes, los científicos están buscando otras estrategias para ampliar la reserva de órganos disponibles. Ante la escasez de órganos jóvenes, por ejemplo, algunos investigadores están empleando medicamentos senolíticos para rejuvenecer órganos de donantes de edad avanzada y eliminar las células senescentes que los hacen menos eficientes.

Los nuevos hallazgos sugieren que los hígados de cerdo modificados genéticamente podrían servir como terapia puente para pacientes con insuficiencia hepática que esperan donantes humanos. Sin embargo, dado que el estudio se limitó a un período de observación de 10 días y solo se midieron las funciones hepáticas básicas, se requieren más investigaciones para evaluar los resultados a largo plazo.

Un xenotrasplante temporal

Este tipo de xenotrasplantes se suelen probar, antes de pasar a la fase clínica, en pacientes en muerte encefálica pero con estabilidad hemodinámica, de manera que se pueda valorar al menos a corto plazo la evolución del órgano y la repercusión en el organismo de la persona fallecida con la circulación mantenida, indica Rafael Matesanz, creador y fundador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) en declaraciones al SMC.

“El equipo del Hospital Militar de Xi’an, en China, posee una amplísima experiencia en trasplante experimental de todo tipo de órganos de cerdo a mono desde hace más de una década”, explica Matesanz. “El objetivo último de la experiencia no era lograr un trasplante hepático estándar, sino que sirviera de ‘órgano puente’ en casos de fallo hepático agudo, en espera de un órgano humano que sirviera para el trasplante definitivo”.  

El objetivo último era que el hígado de cerdo sirviera de ‘órgano puente’ en casos de fallo hepático agudo, en espera de un órgano humano que sirviera para el trasplante definitivo

Rafael Matesanz
Fundador de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)

La situación que se intenta tratar con este tipo de trasplantes no es frecuente en nuestro país, aunque tampoco se puede decir que sea excepcional, indica el experto. “La situación de fallo hepático agudo se dio en España en 111 ocasiones durante 2024, de las que no se encontró a tiempo un hígado adecuado en 8 casos (7,2 %), sobre una actividad total de 1.344 trasplantes”, informa. “En suma, se trata de una experiencia importante, que abre un camino distinto al ensayado hasta ahora tanto en órganos vitales (corazón) o no vitales (riñón), como es la sustitución temporal del hígado enfermo hasta conseguir uno humano para el trasplante definitivo”, indica Matesanz.

Avances con cautela

“Me ha parecido un trabajo muy relevante, pero hay que ser cautos”, asegura Iván Fernández Vega, profesor titular de Anatomía Patológica de la Universidad de Oviedo, quien cree que el estudio representa un hito en la historia de la xenotrasplantación hepática. “La calidad del trabajo es muy elevada, tanto por el rigor científico como por la exhaustiva caracterización clínica, inmunológica, histológica y hemodinámica del procedimiento”, explica al SMC. “Se han aplicado modificaciones genéticas sofisticadas en el injerto para prevenir el rechazo hiperagudo, una de las complicaciones más críticas en modelos preclínicos de xenotrasplante”.

Las implicaciones clínicas son muy relevantes, ya que si se optimiza este enfoque podría ampliar la reserva de órganos disponibles y salvar vidas

Iván Fernández Vega
Profesor titular de Anatomía Patológica de la Universidad de Oviedo

Entre las novedades relevantes, destaca que no hubo disfunción importante de coagulación y, entre las limitaciones, que el procedimiento no permite resecar el hígado original, lo cual lo invalida como estrategia por ejemplo en pacientes cáncer de hígado. “Las implicaciones clínicas son muy relevantes, ya que si se optimiza este enfoque podría ampliar la reserva de órganos disponibles y salvar vidas en situación de emergencia hepática”, resume Fernández Vega. “Este trabajo complementa y amplía la evidencia existente sobre xenotrasplantes previos de corazón y riñón de cerdo a humanos”.

En cuanto a las enfermedades hepáticas, este mismo miércoles investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) anuncian en otra investigación publicada en Nature el hallazgo en modelos animales de un mecanismo de regeneración hepática desconocido hasta ahora y en él juega un papel clave el aminoácido glutamato.