La inflación en la eurozona cae al 2,2% en plenas dudas del BCE sobre los tipos de interés por la guerra comercial de Trump

La inflación en la eurozona cae al 2,2% en plenas dudas del BCE sobre los tipos de interés por la guerra comercial de Trump

La evolución de los precios se modera una décima en marzo y se acerca al objetivo del 2% establecido por el BCE, que debate si hacer una pausa en la relajación de las condiciones de financiación

Hasta aquí las bajadas de tipos de interés cantadas del BCE: brotan las dudas con la guerra comercial de fondo

La inflación en la eurozona vuelve a dar un respiro y se sitúa en el 2,2% en abril, según la estimación adelantada por la oficina estadística europea (Eurostat). La evolución de los precios se ha moderado una décima acercándose al objetivo del 2% establecido por el Banco Central Europeo (BCE) en un momento en el que la institución debate qué hacer en la próxima reunión respecto a la política monetaria prevista para el 17 de abril. En plena guerra comercial, han aflorado las dudas sobre el mantenimiento de las bajadas de los tipos de interés que comenzaron en el mes de junio.

La energía se abarató el mes pasado y registró una caída del 0,7% frente al ligero incremento del 0,2% que experimentó en febrero. Los servicios fueron el elemento que más subió (3,4%), pero el crecimiento fue tres décimas inferior a la del mes anterior. Le siguieron los alimentos, el alcohol y el tabaco (2,9%), que en este caso crecieron dos décimas respecto a febrero. En cuanto a los bienes industriales no energéticos, la inflación se mantuvo en el 0,6%.

La inflación subyacente, que es la que excluye los precios de la energía y los alimentos por tener un comportamiento más volátil, se situó en el 2,4% frente al 2,6% del mes anterior. Esa es la tasa que tiene en cuenta el BCE a la hora de establecer su política monetaria y lleva dos meses consecutivos a la baja tras haber permanecido estancada varios meses en el 2,7%.

La institución que dirige Christine Lagarde, no obstante, está pendiente de los vaivenes económicos por la guerra comercial que ha desatado Donald Trump. “Si los datos dicen que lo mejor es bajar, bajaremos los tipos de interés, pero si los datos sugieren que lo mejor es no bajarlos, haremos una pausa”, dijo la presidenta del BCE en marzo, cuando la junta de gobierno decidió bajar sus tipos de interés en un cuarto de punto, hasta el 2,5%, por quinta vez consecutiva en seis meses, precisamente por la disminución de la inflación, que hace que la política monetaria deba ser “menos restrictiva”, según reconoció Lagarde. Sin embargo, las tensiones comerciales amenazan con subirla de nuevo.

En una comparecencia en el Parlamento Europeo, la francesa advirtió de que los aranceles tendrán un impacto en la economía de la UE en forma de estancamiento. “El análisis del BCE sugiere que un arancel estadounidense del 25% sobre las importaciones procedentes de la UE reduciría el crecimiento [del PIB] de la eurozona en aproximadamente 0,3 puntos porcentuales durante el primer año”, expresó en una comparecencia en el Parlamento Europeo en la que reconoció que la guerra comercial está “en evolución” y que, por tanto, “cualquier estimación está sujeta a una considerable incertidumbre”.

“Una respuesta europea consistente en aumentar los aranceles sobre las importaciones estadounidenses incrementaría aún más esta cifra, hasta aproximadamente medio punto porcentual”, agregó Lagarde.

Por el momento, la UE está “calibrando” su respuesta a la espera de que Trump anuncie este miércoles los denominados “aranceles recíprocos” con los que pretende aumentar las tasas comerciales a otros países por cuestiones como el IVA.

“Europa no ha iniciado esta confrontación. No queremos necesariamente tomar represalias, pero tenemos un sólido plan para hacerlo si es necesario”, ha dicho este martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la Eurocámara. “Europa tiene muchas cartas: desde el comercio a la tecnología, pasando por el tamaño de nuestro mercado. Pero esta fuerza también se basa en nuestra disposición a tomar firmes contramedidas”, ha agregado: “Todos los instrumentos están sobre la mesa”.