Musk fracasó en sus intentos de convencer a Trump para evitar la escalada de aranceles globales, según ‘The Washington Post’

Musk fracasó en sus intentos de convencer a Trump para evitar la escalada de aranceles globales, según ‘The Washington Post’

Los intentos fallidos de Musk, de los que da cuenta The Washington Post, apuntan, según el medio, a un creciente distanciamiento entre el presidente de EEUU y el magnate tecnológico

Los aranceles abren las primeras grietas en la Administración Trump

Elon Musk hizo intentos, varias veces, para tratar de convencer a Donald Trump de que frenara la oleada de aranceles globales que han provocado turbulencias en los mercados internacionales, según informaron varios medios en EEUU este martes.

Sin embargo, el fracaso de Musk a la hora de hacer que Trump lo escuchara es, para algunos observadores, una señal de una ruptura creciente entre el presidente de EEUU y la persona más rica del mundo, quien ha estado al frente de los esfuerzos de la Casa Blanca por recortar el gasto federal, como jefe del departamento no oficial de eficiencia gubernamental (DOGE).

Dos fuentes confirmaron a The Washington Post que Musk realizó varios acercamientos personales a Trump durante el fin de semana para intentar persuadirle de que diera marcha atrás con la batería de aranceles comerciales que anunció el pasado jueves contra un gran número de países, muchos de ellos aliados históricos de EEUU.

La imposición de estos aranceles provocó una caída de los mercados bursátiles en todo el mundo el lunes, fulminó billones de dólares del valor de numerosas empresas, y afectó al patrimonio de varios amigos multimillonarios de Trump, incluido el propio Musk, fundador de Tesla y SpaceX, y propietario de X. Según los estudios, su fortuna personal cayó por debajo de los 300.000 millones de dólares por primera vez desde el año pasado.

La estrategia de Trump también ha recibido críticas generalizadas por parte de economistas, adversarios políticos e incluso algunos miembros del propio Partido Republicano. Un grupo anarcocapitalista ultra financiado por los empresarios conservadores Leonard Leo y Charles Koch presentó una demanda contra los aranceles “ilegales”.

El Post no publicó detalles de las conversaciones entre Musk y Trump. Pero lo cierto es que Trump finalmente desdeñó las advertencias y redobló su apuesta el lunes al amenazar con imponer un arancel adicional del 50% a China, después de que este país respondiera a la medida inicial con un arancel del 34% a las importaciones estadounidenses.

Al mismo tiempo que Musk pedía clemencia a Trump, participaba por videoconferencia en un acto ultraderechista en Italia donde pidió aranceles cero entre EEUU y la Unión Europea. “Esa ha sido sin duda mi recomendación al presidente”, dijo a los asistentes al congreso de la Lega en Florencia.

Musk también ha protagonizado una disputa cargada de insultos en redes sociales con Peter Navarro, estrecho aliado de Trump y asesor comercial de la Casa Blanca, considerado uno de los artífices de la estrategia arancelaria.

En respuesta a un vídeo que Navarro publicó explicando los motivos de la administración para los aranceles, Musk atacó el máster en economía de Navarro por la Universidad de Harvard. Hizo lo mismo en respuesta a un comentarista que elogió el vídeo de Navarro, escribiendo: “Este tipo no ha construido ni una mierda”.

Ni la administración Trump ni Musk respondieron a las solicitudes de reacciones.

Según el Post, la oposición de Musk a lo que se ha convertido en la política económica estrella de Trump “marca el desacuerdo más grande entre el presidente y uno de sus asesores clave”. Esto se suma a las informaciones que apuntan a que el multimillonario dejará pronto el gobierno para volver a dirigir sus empresas.

Los expertos, sin embargo, prevén que la separación sea amistosa, y que Musk mantenga vínculos estrechos e influencia tanto con el presidente como en la política de EEUU en general.

“Elon es fantástico”, dijo Trump a periodistas a bordo del Air Force One camino a Florida el jueves, asegurando que le gustaría que Musk se quedara en el gobierno, pero que este quería volver a sus diversas compañías.

Tesla, en particular, ha sufrido una fuerte caída en las ventas de vehículos eléctricos en EEUU y Europa desde que Musk comenzó su trabajo en el DOGE. La reacción contra la política de Musk se ha materializado en forma de protestas y actos vandálicos en concesionarios de vehículos.

El FBI anunció en marzo la creación de un grupo especial para investigar la violencia en puntos de venta y estaciones de carga de Tesla, lo que incluye el hallazgo de artefactos incendiarios en un concesionario de Austin (Texas), y el arresto de un hombre en West Palm Beach (Florida) que presuntamente intentó atropellar con un SUV a un grupo de manifestantes.

Las acciones de Tesla cerraron el lunes a 233,29 dólares, según informó Reuters, con una caída de más del 42% desde comienzos de año.

Más problemas podrían avecinarse para Musk en Washington DC debido a posibles conflictos de interés relacionados con SpaceX, contratista clave de la NASA.

Los congresistas demócratas Gerald Connolly y Maxwell Frost enviaron una carta al jefe legal de la NASA solicitando información sobre 38.000 millones de dólares en contratos públicos adjudicados a SpaceX en un momento en que Musk, desde DOGE, está recortando el gasto federal y eliminando empleos en numerosas agencias, incluida la propia agencia espacial de EEUU.

“En la NASA, donde el señor Musk se ha beneficiado de contratos importantes y tiene el potencial de recibir cantidades enormes de nuevos encargos, su incumplimiento de las leyes de recusación y su control de las operaciones benefician directamente a sus negocios”, escribieron los congresistas: “Los conflictos de interés que presenta este acuerdo son ilegales y deben abordarse de inmediato”.