La cita de Salomé Pradas con la jueza de la DANA: protestas de víctimas, paseíllo ante las teles y la jugada de los chats de Argüeso

La cita de Salomé Pradas con la jueza de la DANA: protestas de víctimas, paseíllo ante las teles y la jugada de los chats de Argüeso

Es poco probable que la imputada tire de la manta; si dispara, en todo caso, no será hacia arriba

El Gobierno de Mazón veía “un poco exagerados” los “avisos” y el cierre de colegios la víspera de la DANA

Una protesta convocada por asociaciones de víctimas de la DANA, una jauría de cámaras de televisión, micros y fotógrafos y un insólito informe pericial. Es el escenario que da la bienvenida a la exconsellera Salomé Pradas este viernes en la Ciudad de la Justicia de València, donde está citada a declarar, en condición de investigada por el presunto delito de homicidio imprudente, ante la jueza instructora de la causa de la DANA, la magistrada Nuria Ruiz Tobarra.

Pradas, letrada en ejercicio, conoce las características de este tipo de eventos (el mal trago del paseíllo ante las cámaras, la expectación y los clásicos espontáneos que pegan algún chillido), aunque nunca lo había vivido en primera persona. La exconsellera del Gobierno de Carlos Mazón vive un estado anímico delicado y asegura que su intención es contar la “verdad” de lo ocurrido el pasado 29 de octubre, día de la catastrófica barrancada.

Su defensa, que ejerce el exmagistrado Eduardo de Urbano, ha cuestionado que el ámbito penal sea el adecuado para esta causa, aunque ha mantenido un perfil más bien serio en comparación con el exsecretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, el otro investigado en el procedimiento.

Argüeso también es abogado, aunque no ejerciente (está colegiado en Lucena, el colegio más barato de España) y apenas dos días antes de su citación ha aportado un informe pericial que ha dejado perplejos a numerosos actores de la causa.

Si bien la defensa recurrió su imputación, a la espera de la decisión de la sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia, Argüeso ha aportado, ni corto ni perezoso, un informe pericial que detalla algunas (no todas) de las comunicaciones de su teléfono móvil personal, especialmente los días 28, 29 y 30 de octubre.

A pesar de que la jueza había decidido denegar a la acusación popular que lo había solicitado las diligencias relativas a las llamadas de ambos investigados el día de la DANA, escudándose en el derecho constitucional al secreto de las comunicaciones pero dejando la puerta abierta a que lo hicieran voluntariamente, el informe pericial del informático forense Juan Martos Luque ha ventilado algunas claves de la cronología de la calamitosa gestión del Consell de Mazón.

Lo que debía ser una reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) convocada con bastante antelación —al menos, así se hizo en la DANA de 2019 en la Vega Baja— no fue más que una serie de intercambios de WhatsApp a medida que se acercaba un desastre que, trágicamente, acabó cobrándose la vida de 227 ciudadanos (otra víctima falleció días después al no haber podido recibir su tratamiento para la leucemia que padecía).

En los WhatsApp de Argüeso aparece de todo: ciertas reticencias la víspera de la DANA hacia el cierre de algunos colegios, movimientos a salto de mata del equipo de Emergencias de Mazón y toda una vicepresidenta del Ejecutivo autonómico que, ante el aviso a las 14.44 del 29 de octubre de que, en Carlet, “los barrancos están a punto de colapsar”, responde: “Jope. Si necesitas algo nos dices”. Y una directora general, Beatriz Simón, que a las 23.28, cuando la ciudadanía estaba con el agua al cuello, reconoce que “el 112 está colapsado”.

Los WhatsApp de Argüeso salpican de lleno al Consell “de los mejores” de Carlos Mazón, ese aforado que aseguraba que el 112 funcionaba perfectamente. Y, además, meten cierta presión a Salomé Pradas para que enseñe sus comunicaciones del día de la DANA, algo que cualquier abogado con dos dedos de frente descartaría sin dudarlo, más aún en una fase tan primigenia de la instrucción.

El informe pericial de Argüeso nada tiene que ver con una estrategia de defensa jurídica, más bien con un tardío resarcimiento por los rumores que corrieron los primeros días de la catástrofe sobre su papel. Su defensa ya dijo que considera que actuó en la DANA “con encomiable diligencia”. 

Sin embargo, lo importante es lo que digan Pradas y Argüeso dentro de la Sala Tirant de la Ciudad de la Justicia, el amplio espacio reservado para las declaraciones de este viernes y destinado normalmente a macrojuicios. El resto son fuegos artificiales.

La oposición ha implorado esta semana a Pradas que tire de la manta (descubrir un caso escandaloso que otro u otros tenían interés en mantener secreto, según la RAE). Es poco probable. Ya lo dijo su defensa —con todo detalle— en un recurso contra su imputación el pasado 24 de marzo. Si Pradas dispara, en todo caso, no será hacia arriba. Será hacia los lados (el resto de administraciones que ni siquiera ostentaban el mando único) y hacia abajo (los técnicos).