Los dos técnicos a quienes la consellera y su número dos responsabilizan de los fatídicos errores el día de la DANA

Los dos técnicos a quienes la consellera y su número dos responsabilizan de los fatídicos errores el día de la DANA

Pradas y Argüeso señalan directamente al técnico que debía informar de las incidencias, el subdirector general de Emergencias, y al que era el jefe de los bomberos que medían los caudales de ríos y barrancos

La responsable de Emergencias en la DANA admite ante la jueza que Mazón la nombró pese a no estar capacitada

Los dos máximos investigados por la gestión de la DANA, la exconsellera de Emergencias Salomé Pradas, y su número 2 Emilio Argüeso, optaron durante su declaración ante la jueza este viernes no por apuntar las responsabilidades hacia su inmediato y máximo superior, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, ausente durante del Cecopi durante casi toda la tragedia, sino hacia abajo, hacia los técnicos que sí estaban presentes en este órgano de respuesta.

Pradas en su argumentación prefería declararse incompetente, y así señalar que en el Cecopi “todos” eran expertos con “experiencia sobrada”, menos ella y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; y sentenciaba que “las medidas las proponían los técnicos”. Por otro lado, aseguraba que no llegó información al Cecopi sobre las miles de llamadas que llegaban desde horas antes al 112: “Eso les correspondía a los técnicos de la sala [del 112] y a los técnicos de Emergencia”.

En la misma línea fue Emilio Argüeso, quien acusó al exjefe del Consorcio Provincial de Bomberos, de haber retirado a los efectivos que medían el caudal del barranco del Poyo sin avisar “a nadie”. También deslizó que el subdirector general de Emergencias, estaba de vacaciones los días inmediatamente previos a la DANA; y añadió que este mismo cargo dijo que “no había que tener en cuenta las llamadas al 112 porque de un único accidente de circulación pueden llamar cincuenta personas”.

Así los dos nombres señalados son el exjefe del consorcio Provincial de Bomberos, José Miguel Basset, y el subdirector general de Emergencias y responsable del 112, Jorge Suárez.

Jorge Suárez

Alto funcionario de la Generalitat, Jorge Suárez ocupa un cargo dentro de emergencias desde el año 1995, es decir, ha gestionado su departamento fundamentalmente encargado de hacer frente a incendios forestales en gobiernos de todos los colores, además también participó de la gestión de la pandemia de la Covid-19.

En lo que respecta al día de la DANA Suárez estuvo al pie de la gestión desde primera hora en la sede de Emergencias. En un vídeo de À Punt del 29 de octubre Suárez señalaba el trabajo de mediciones que se estaba realizando la Generalitat de barrancos y ríos, y ya advertía del riesgo de la bajada del agua que caía en las cabeceras, por lo que antes incluso de la reunión del Cecopi ya recomendaba no circular por las zonas de riesgo.

Además, Jorge Suárez, según varios testimonios presentes en el Cecopi el 29 de octubre, fue quien puso encima de la mesa la posibilidad de usar el sistema Es-Alert para avisar a la población del riesgo por las inundaciones (aunque también lo había sugerido el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar, Miguel Polo), lo que hicieron alrededor de las 18 horas.

José Miguel Basset

José Miguel Basset era el inspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos de València justamente hasta este pasado mes de marzo, cuando se jubiló tras una trayectoria de 42 años en el cuerpo. Su cargo, que ejercía desde 2016 con un gobierno progresista en la Diputació de València, le puso al frente de la gestión de la emergencia de la DANA, y es el técnico más señalado desde el gobierno de la Generalitat.

Su perfil había sido de poca presencia mediática, hasta que la Generalitat le pasó la patata caliente al decir que rechazó hasta en 26 ocasiones ofrecimientos de ayuda externa los días posteriores a la DANA. Pero la primera línea la alcanzó con su declaración de cuatro horas en la comisión de la Diputació de València, donde confirmó que la dirección de la emergencia era de la Generalitat Valenciana y que la Conselleria de Emergencias tenía información sobre las llamadas del 112. No obstante las palabras que hicieron tambalear los cimientos de los bomberos fueron cuando se explicó por qué se retiraron a las 14:30 horas del 29 de octubre los efectivos que se encontraban vigilando caudal del barranco del Poyo, tenían “ganas de comer”.

El comentario con el que Basset parecía sacudirse las responsabilidades tuvo respuesta inmediata de los bomberos: “Este hombre lo que quiere hacer para intentar tapar su incompetencia e irresponsabilidad es repartir culpas con los de abajo”. El propio ex jefe de los bomberos tuvo que dar inmediatamente marcha atrás y emitió un comunicado mostrando sus disculpas, así como también ensalzando su labor.

No obstante ni en la declaración en la comisión ni en el comunicado posterior Basset aclaró quién dio la orden de retirada a la unidad que estaba controlando el caudal y por qué no regresaron teniendo en cuenta la intensidad de las lluvias que se produjeron desde primera hora de la hora y que desde las 17.00 horas desbordaron el barranco a su paso por Chiva. Emilio Argüeso sí le señala directamente, afirmando que tomó la decisión sin avisar “a nadie”.