Cinco escenarios de cine en Castilla-La Mancha para visitar esta Semana Santa

Cinco escenarios de cine en Castilla-La Mancha para visitar esta Semana Santa

Desde grandes gestas históricas a cintas con una marcada huella personal han encontrado en esta comunidad autónoma un escenario donde personajes icónicos, históricos o legendarios han vivido los azares del destino, el amor o la muerte

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Por suerte para el cine, y para esta región, son muchas las producciones que se han fijado en la riqueza histórica, monumental y paisajística que supone una tierra de contrastes y de cruce de caminos como es Castilla-La Mancha. Solo cinco porque corresponden a películas atemporales que son ya parte de la cultura colectiva, pero no son pocas las producciones cinematográficas que tienen esta comunidad autónoma como telón de fondo.  

Historias como La novena puerta, de Roman Polanski; Juana la Loca, de Vicente Aranda; La voz dormida, de Benito Zambrano; El laberinto del fauno, de Guillermo del Toro; Espartaco, de Stanley Kubrick; Alatriste, de Agustín Díaz Yánez; Una historia inmortal de Orson Welles; y varias cintas de Pedro Almodóvar entre otras muchas que fueron grabadas en los rincones más recónditos, pero también en los más transitados de Castilla-La Mancha.

Por eso, cinco escenarios son pocos para hacer justicia a al idilio entre esta región y el celuloide, pero sí son los suficientes como para reencontrarse con el escenario de algunas de las historias más fascinantes de la cultura popular.


Ciudad Encantada de Cuenca

Varias generaciones de la región han crecido escuchando que Conan el Bárbaro estaba en Cuenca, y no es del todo inexacto, ya que esta superproducción cinematográfica fue rodada, en parte, en la ‘Ciudad Encantada. A unas dos horas de Madrid, este capricho natural en piedra ofrece uno de los paseos más icónicos. Aunque hay que decir que en realidad gran parte de la película fue grabada entre Ávila y Madrid, la aportación de la ‘Ciudad Encantada’ es sin duda una de las que más perdura en la memoria de los espectadores.

Además, este rodaje tiene muchas historias internas, como la construcción de un poblado en una montaña, el chapurreo en español de Schwarzenegger con vecinos de toda la geografía o la que quizá sea la más tierna de todas las historias, el niño que encarna al Conan niño es, nada menos que Jorge Sanz. La visita no decepciona y es también una excusa para repasar la gran gastronomía de la sierra conquense: morteruelo, zarajos y ajo arriero.

Aunque quizá una de las referencias más antigua del cine en la región sea El Cid, de Charlton Heston, grabada en 1961 en varios lugares de España entre los que destaca el castillo de Belmonte, en Cuenca. A poco más de una hora de Madrid esta fortaleza se levanta muy cerca de la carretera como testigo de un pasado medieval que bien merece una visita. Para muchos una excusa para reconciliarse con las tardes de Cine de Barrio.


Imagen del rodaje, en el castillo de Belmonte, de la película ‘El Cid’, del año 1961

El Cid es una joya del cine épico que situó a Belmonte en el mapa cinematográfico, aunque en su rodaje se utilizaron decenas de localizaciones tan dispares en el mapa como Tarragona, Peñíscola, Burgos o Toledo. Esta película, en la que Sofia Loren hacía de Jimena, esposa del guerrero, estuvo plagada de curiosidades, y fue la tarjeta de presentación de España en Hollywood, aunque ya antes se había grabado Espartaco en España.


Espartaco, con Kirk Douglas. Algunas escenas se rodaron en Guadalajara

En su rodaje se emplearon militares españoles de extras, caballos propiedad del Estado español y se instó al productor a contar con el asesoramiento histórico de Ramón Menéndez Pidal y del cetrero, y posteriormente divulgador ambiental, Félix Rodríguez de la Fuente; y todo porque Franco quería que se cuidase la figura de El Cid. Hoy el castillo de Belmonte no sólo es visitable, sino que tiene teatralizaciones, zona musealizada y hasta visitas nocturnas.

Pero si perderse en fantasías épicas, gestas imposibles y preciosas inexactitudes de guion no es algo que seduzca a todo el mundo, siempre se puede optar por regresar a lo que es la Mancha, como región, con idiosincrasia propia, arquitectura, cultural y tradiciones. Y para eso, Volver de Pedro Almodóvar es la cinta que más homenaje rinde al universo manchego. Pero aquí son dos, de la decena de escenarios, que es necesario destacar, Granátula de Calatrava, cuyo cementerio, encalado de blanco, no sólo es el escenario de una de las mejores escenas del cine español, sino que es también una magistral forma de introducir el ambiente, los valores, el contexto y las motivaciones de la historia.


Corral de Comedias de la localidad de Almagro, en Ciudad Real

El otro lugar es Almagro, que aparece en numerosas escenas y que es el tercer lugar más visitado de Castilla-La Mancha. La oferta turística es variada, familiar y de alta calidad, y el pueblo entero rinde homenaje a una España barroca y a un Siglo de Oro manchego creciente en cultura y comercio. 

Además de la plaza Mayor, que por sí sola ya merece la visita, se puede visitar el Corral de Comedias y el Museo Nacional de Teatro, entre otros lugares destacados entre los que se encuentran varias iglesias barrocas. Las migas, las gachas, los duelos y quebrantos, el pisto y el ajo de matadero completan el valor gastronómico de la visita.  


Castillo de Zafra, en Guadalajara, uno de los escenarios de ‘Juego de Tronos’

Pero no sólo a través del tiempo podemos viajar por Castilla-La Mancha, también podemos hacerlo a través de la imaginación. Es el caso de la aclamadísima serie Juego de Tronos. En este caso es el Castillo de Zafra, ubicado en el municipio arriacense de Campillo de Dueñas friccionado como la Torre de la Alegría el telón de fondo para uno de los giros de guion más importantes de esta historia coral basada en la saga de R.R. Martin. Aunque un aficionado ávido de vivir la historia en primera persona encontrará más de una docena de localizaciones en lugares de España tan distantes como País Vasco y Sevilla. 

Una visita cómoda a unos 200 kilómetros de Madrid que puede sumergir al visitante en la fantasía épica y ofrecer una agradable experiencia. Es, además, un plan que no se debe descartar por cercanía y comodidad e ideal para familias porque en el entorno hay numerosos servicios y restaurantes -se recomienda reservar antes-.

Y finalmente, un clásico contemporáneo que no sólo se grabó en Albacete, sino que tiene mucho de la provincia: Amanece que no es poco de José Luis Cuerda. Una celebradísima cinta que ha marcado un hito dentro de la historia del cine, sino que también ha creado un sólido y nutrido grupo de seguidores llamados “amanecistas”. A la vez que ha situado en el ámbito académico una comedia muy particular, con sello propio, que, si bien está calificada como humor surrealista es también el precursor del aclamado humor manchego. 

Guionizada y dirigida por José Luis Cuerda, fue grabada entre el municipio de Ayna, (cuestas, vega del Río Mundo, huertos y calles), Liétor (calles y carreteras) y Molinicos (plaza del pueblo y algunos interiores). Aún hoy los vecinos recuerdan la grabación ya que no pocos participaron como extras o incluso con algún pequeño cameo. Otros guardan el recuerdo de su participación cediendo espacios o ayudando en una producción a la que le bastaron seis semanas del verano de 1988 para cambiar para siempre estos pueblos.


Fotograma de ‘Amanece que no es poco’ de José Luis Cuerda

Año tras año, los ‘amanecistas’ se reúnen periódicamente y rinden homenaje a esta historia en la que se desmontan estereotipos, se llevan al absurdo comentarios machistas y hasta se cuestiona la autoridad. Esta producción tiene hasta un museo en las intrincadas calles de Ayna, municipio que por cierto ha vivido la ‘amanecista’ situación de ser el único en toda España que conservar el vocablo árabe para referirse a fuente ‘Ayn’.