El recuerdo de Jesús Gil se deforma en TikTok entre los jóvenes: «El hombre más íntegro que ha dado España»

El recuerdo de Jesús Gil se deforma en TikTok entre los jóvenes: «El hombre más íntegro que ha dado España»

La herencia del exalcalde sobrepasa las miles de construcciones aún por regularizar en Marbella. Los jóvenes y los usuarios redes sociales que no lo conocieron en vida cuentan su propia versión

Marbella, la ciudad de los mil edificios fuera de la ley

“¿Todo el mundo conoce a este señor?”, pregunta Roberto Guisado señalando la imagen que se muestra en el proyector. “Es el presidente del Atleti”; “¿es el que estuvo con la Pantoja?”; “ese es un exalcalde de Marbella”; “ese es un putero”.  

De los 25 alumnos que han asistido a clase a primera hora, solo nueve saben algo de él. Roberto Guisado lleva 18 años enseñando historia a los grupos de bachillerato del mismo instituto público de Marbella. Él sí sabe quién es el señor que aparece en la pizarra. Guisado creció en la Marbella de Jesús Gil y ha sondeado la percepción de sus alumnos sobre el personaje, que en los últimos tiempos está recobrando parte de su popularidad gracias a la viralización de algunos de sus vídeos en Tiktok. 

“Mi percepción es la de un chaval al que le jodió la adolescencia”, recuerda el profesor. “De repente quiso hacer de mi pueblo una ciudad de lujo y hecha solo para la gente de fuera”, añade. El profesor ha comprobado cómo el recuerdo del exalcalde de Marbella se ha ido difuminando entre la memoria de sus alumnos generación tras generación. 

Todos ellos están rozando la mayoría de edad. Nacieron en 2007, un año después de que el Gobierno central dictara la disolución del Ayuntamiento de Marbella tras el estallido del Caso Malaya. Fue una medida sin precedentes en la historia democrática del país, al igual que la trama de corrupción urbanística municipal que la provocó. 

La investigación del caso terminó con 95 detenciones y un reguero de políticos, empresarios y funcionarios públicos acusados de cohecho, malversación, blanqueo de capitales y prevaricación. El Caso Malaya explotó en 2006, cuatro años después de la dimisión de Jesús Gil, pero antes, en 2002, Gil ya había sido condenado a 28 años de inhabilitación por el Caso Camisetas. La trama desvió fondos públicos del Ayuntamiento para financiar al Atlético de Madrid, club del que Gil era presidente.

La historia política reciente de Marbella está marcada por la corrupción y la irregularidad, pero el recuerdo que ha trascendido entre muchos jóvenes es mucho más simple. “A mí lo que me ha llegado es que bueno, era un ladrón, pero salvó a Marbella de la pobreza en la que estaba”, afirma uno de los alumnos de Roberto Guisado. 

“Ladrón, pero buen tío”

No es el único que ha escuchado esta versión: “Él le dio nombre a Marbella, damos muy buena imagen, ¿no? Sol, playa, Puerto Banús. Al turista le gusta”, añade un compañero. Como ellos, muchos usuarios de TikTok ensalzan la figura de Jesús Gil como el salvador de Marbella.

“El hombre más íntegro que ha dado España”, comenta un usuario bajo el nombre de @Spartan en un vídeo en el que el exalcalde recuerda cómo decidió presentarse a las elecciones municipales para “proteger su propio patrimonio”, y de paso, el de los demás. 

El clip tiene 192 comentarios, muchos de ellos son jóvenes que extrañan a “El Patrón”, aunque no llegaran a conocerlo. Lo definen como un político “íntegro”, “honesto” y “claro”.

Planos cerrados, canciones rítmicas e intensas y zooms hipnotizantes. La síntesis de la “extravagancia” del político y la edición al más puro estilo Los Soprano son la combinación perfecta para encajar el discurso de Gil en el popular “cualquier tiempo pasado fue mejor”. 

En los comentarios, los usuarios adaptan las declaraciones del político a las narrativas actuales de la derecha. La mayoría tiene algo en común: aclaman la “claridad” y la “valentía” con la que el exalcalde cruzaba las líneas de lo correcto. “Te puede gustar o no, pero te decía las cosas como eran. Ahora cualquier político de cada diez palabras, nueve son mentira”, comenta @eduardo438. 

Los clips de Gil se incrustan también en el discurso xenófobo. “Es la ley de la subsistencia, o ellos con los que mandan o nosotros que queremos que esto cambie. La disyuntiva es simple: o ellos o nosotros”, explica el político bajo un texto que reza: “Jesús Gil ya predijo lo que pasaría en España con la inmigración masiva”. 

No es el único fragmento que se ha viralizado dentro de esta narrativa. En otro video con 389.000 visitas cuenta el castigo que le gustaría dar a un extranjero que robó una joyería: “Yo le diría a mi gente, debéis procurar que no venga andando la próxima vez… Pero no lo puedo decir, hay que presumir de demócrata”, concluye.

La Marbella de Gil

El peso de la opinión pública en la política del exalcalde fue determinante para consolidar su mandato. “El populismo del Gil supo capitalizar muy bien la idiosincrasia del pueblo de Marbella, donde había una población que nunca se ha sentido autóctona”, cuenta Javier de Luis. Es miembro de Ecologistas Malaka y desde los años 90 ha estado al frente de la lucha contra la explotación urbanística irregular del Ayuntamiento de Marbella.

Roberto Guisado recuerda bien la entrada de Gil a la política marbellí: “Los 90 fueron años muy duros, de cierta decadencia y llegó este señor muy mediático, presidente del Atlético de Madrid, con la promesa de cambiarlo todo y la idea de que si tú eres un empresario de éxito, también vas a ser un político de éxito”.

“Él fue muy hábil porque empezó como todos los populismos: le daba casas a los pobres, se fue al Palacio de Congresos a regalar jamones… y detrás había una política urbanística brutal”, cuenta Javier de Luis.

Si alguien vivió en su propia piel el poder de convicción del alcalde ese fue el juez Santiago Torres: “Recuerdo estar tomando declaraciones a los concejales que quedaban mientras a las puertas del juzgado había unas 5.000 personas gritando «Torres, cabrón, irás al paredón»”. Santiago Torres fue el juez encargado de instruir el Caso Camisetas que condenó a 28 años de cárcel a Jesús Gil.

“Era un hombre mucho más inteligente que cualquiera de sus predecesores y supo cómo hacer riqueza en Marbella. Los estómagos son agradecidos”, explica Torres. Gil se hizo cargo de la alcaldía en 1991 al frente del Grupo Independiente Liberal (GIL), con una mayoría absoluta del 65% de los votos emitidos. Su mayoría se repitió en los comicios de 1995 y 1999.

Javier de Luis apunta que la naturaleza de Marbella como ciudad receptora de extranjeros y trabajadores de localidades vecinas hace que exista una desvinculación política de los residentes: “La mitad de la gente son familias que se interesan por la política de sus pueblos y ni siquiera votan aquí”.

La distancia entre la población residente y la participación electoral es un factor que se ha mantenido más allá de los años de Gil. En los últimos cinco comicios municipales, de media participó un 35,7% de la población. “Además de los que emigraron de otros pueblos, hay que contar con los extranjeros que viven en urbanizaciones y muchas veces apenas hablan español”, añade Javier de Luis.

El rastro de cemento

“Gil hizo que mucha gente se enriqueciera con el urbanismo, convirtió a Marbella en el único punto de Europa occidental en el que blanquear dinero salía rentable”, cuenta el juez Santiago Torres. Tras la primera victoria en 1991 comenzó la remodelación del municipio. 

Entre 1995 y 2006, Ecologistas en Acción presentó en sede administrativa y judicial más de 300 denuncias por delitos contra la ordenación del territorio.“Él se inventó una ciudad encima de otra, la superpuso”, cuenta Javier de Luis. En el primer pleno del Ayuntamiento a cargo del GIL se aprobó la realización de una revisión del PGOU, proponiendo un aumento del suelo urbanizable hasta el 65% del total del suelo municipal.

El gilismo dejó tras de sí 38.439 viviendas ilegales. El documento de aprobación inicial del PGOU de 2010 cuantificaba 1009 licencias concedidas entre 1991 y 2006 “no ajustadas a planeamiento”. La mayor parte de las licencias se anularon a partir de 2004, tras la impugnación de la Junta de Andalucía. 

Los estragos de la corrupción urbanística es un problema que Marbella, con el gobierno de Ángeles Muñoz (PP) al frente, sigue arrastrando. El volumen de edificaciones ilegales que persiste es tal que el ayuntamiento no tendría capacidad económica para restablecer la legalidad y resarcir a los propietarios de buena fe.

“Gil no está muerto”

Esta no es la única herencia que el exalcalde dejó en la ciudad. “Gil se fue, pero el gilismo sigue en Marbella, sus herederos han consolidado su manera de actuar”, comenta Santiago Torres. “Estaba creando una manera de entender la política, una propuesta antiintelectual y en la que todos los problemas tenían una solución fácil, es algo que ahora vemos todo el rato en figuras como Trump ”, añade Roberto Guisado.  

Hay algunos que llevan la metáfora de la supervivencia del político un poco más allá. “Está vivo, en Punta Cana”, comenta @Astrick en TikTok. Es uno de los que mantienen viva la leyenda de que Jesús Gil fingió su muerte para evitar ingresar en prisión (otra vez), tras la condena por el Caso Camisetas. 

Para los alumnos de Roberto, Jesús Gil es un personaje del imaginario popular. Los que lo conocen, puede que se lo hayan encontrado en TikTok, pueden haberlo visto en un Roleplay de GTA o pueden haber oído a sus padres hablar de él. Hasta los que no levantaron la mano cuando Roberto Guisado preguntó por él, llevan su sombra pegada al DNI. 

–Guisado: ¿Y qué os suelen decir cuando viajáis y decís que sois de Marbella?

–Un alumno: ¡Que tenemos dinero!