Guía para visitar Atapuerca: un viaje imprescindible para conocer la evolución humana

Guía para visitar Atapuerca: un viaje imprescindible para conocer la evolución humana

En Atapuerca no solo hay lugar para los científicos, también para los visitantes. En la provincia de Burgos tienes el mejor escenario para conocer cómo eran los primeros habitantes de Europa a través de museos, exposiciones y los propios yacimientos arqueológicos

La misteriosa cara hallada en Atapuerca que abre “una nueva página en la evolución humana”

Si la evolución humana te despierta algo de interés, seguro que alguna vez has pensado en visitar Atapuerca. Aquí, en esta modesta sierra del norte de España, en la provincia de Burgos, se han encontrado fósiles de hasta cinco especies distintas de homínidos, algunos de más de un millón de años de antigüedad. Sus yacimientos no solo han cambiado lo que sabíamos sobre los primeros pobladores de Europa, sino que han servido para plantear nuevas preguntas sobre nuestros orígenes como especie. De hecho, en reconocimiento a su valor científico y patrimonial, Atapuerca fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.

Pero Atapuerca no es solo un lugar para investigadores. Hoy es también un destino perfectamente preparado para el visitante, con un sistema de visitas guiadas que combina ciencia, naturaleza y divulgación. Desde el moderno Museo de la Evolución Humana, en pleno centro de Burgos, hasta los propios yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril y el centro de arqueología experimental CAREX, el recorrido permite entender qué se ha descubierto, por qué es importante y cómo vivían nuestros antepasados. Con esta guía te proponemos una ruta paso a paso para conocer Atapuerca de forma ordenada, práctica y amena, explicando qué ver en cada parada y cómo aprovechar al máximo tu visita.


Museo de la Evolución Humana

Del museo al yacimiento: una visita paso a paso

Lo más recomendable es comenzar nuestra visita en la ciudad de Burgos, en el Museo de la Evolución Humana (MEH). Es un buen punto de partida porque ofrece una visión general de todo lo que se verá después en los yacimientos. El museo alberga una amplia exposición sobre evolución humana, restos fósiles originales hallados en Atapuerca y contenidos didácticos pensados para todo tipo de público. Aquí se pueden ver piezas tan relevantes como la pelvis ‘Elvis’, el cráneo ‘Miguelón’ o el bifaz ‘Excalibur’, objetos clave en el estudio de especies como el Homo heidelbergensis o el Homo antecessor.

Además de los fósiles, el MEH cuenta con una museografía moderna y clara, paneles explicativos accesibles, reconstrucciones de homínidos y varias actividades complementarias, por lo que se recomienda dedicar al menos una hora a recorrerlo con calma. La visita se puede hacer por libre o guiada, y hay horarios con entrada gratuita determinados días de la semana.

Una vez finalizado el museo, es el momento de poner rumbo a los yacimientos. Para ello hay que desplazarse hasta el CAYAC (Centro de Acceso a los Yacimientos), en la localidad de Ibeas de Juarros, a 16 km del MEH. Este es el punto de encuentro oficial para todas las visitas guiadas a la Trinchera del Ferrocarril. Desde aquí parten los autobuses lanzadera que trasladan a los grupos hasta la entrada de los yacimientos, situados en un entorno natural protegido.

Además, el CAYAC no es solo un punto logístico. También ofrece la exposición permanente ‘La Sierra de Atapuerca, patrimonio natural y cultural’. En ella, mediante paneles y vitrinas, se explica cómo se formó la sierra, quiénes fueron sus primeros habitantes y qué especies animales y vegetales han dejado su huella en este paisaje. La exposición incluye réplicas de animales prehistóricos, una maqueta de la sierra y una selección de fósiles originales cedidos por la Fundación Paleontológica Emiliano Aguirre. En la planta inferior hay también un pequeño espacio dedicado al fallido proyecto del ferrocarril minero, cuya excavación dio origen a la Trinchera del Ferrocarril y a los hallazgos posteriores.


Mapa de los yacimientos de Atapuerca.

La Trinchera del Ferrocarril y los tres grandes yacimientos

Con los pies ya en el campo, la parte central del recorrido guiado se desarrolla en la llamada Trinchera del Ferrocarril, un corte artificial abierto a finales del siglo XIX para construir una línea de tren minera que nunca llegó a utilizarse. Esta trinchera dejó al descubierto un conjunto de cuevas colmatadas de sedimentos que han resultado ser una auténtica mina de información para la arqueología y la paleontología.

Durante la visita, que dura alrededor de una hora y cuarto, se recorren a pie unos 600 metros (ida y vuelta) con parada en tres puntos clave:

La Sima del Elefante. Es el yacimiento más antiguo que se visita. En sus estratos se han hallado restos humanos de entre 1,2 y 1,4 millones de años. Se trata, hasta la fecha, de los fósiles humanos más antiguos de Europa. También se han encontrado herramientas líticas y marcas en huesos que indican actividad de canibalismo.
La Galería. Este yacimiento, compuesto por varios sectores, fue una especie de trampa natural frecuentada por grandes animales y aprovechada por los grupos humanos para obtener alimento. Se han hallado restos de fauna, herramientas de piedra y restos humanos de hace entre 200.000 y 400.000 años.
Gran Dolina. Es uno de los puntos más emblemáticos. Aquí se identificó por primera vez al Homo antecessor, considerado uno de los primeros habitantes de Europa. Los fósiles hallados en el nivel TD6, también conocido como “estrato Aurora”, tienen una antigüedad cercana a los 850.000 años y permitieron definir una nueva especie.

Las explicaciones durante el recorrido ayudan a entender qué se ha encontrado y por qué es importante. Aunque el itinerario no es accesible en su totalidad para personas con movilidad reducida, sí es bastante cómodo para caminar. Se exige llevar casco (facilitado por la organización) y se recomienda llevar calzado adecuado.


Visitas a los yacimientos de Atapuerca.

CAREX: arqueología para tocar

Al regresar de los yacimientos, una buena manera de completar la experiencia es visitar el CAREX, ubicado a las afueras del pueblo de Atapuerca. Este centro se dedica a la arqueología experimental y ofrece una aproximación práctica a los modos de vida prehistóricos. Aquí no solo se observan réplicas de herramientas o viviendas, sino que también se puede participar en actividades como la talla de piedra, la producción de fuego o el uso de armas prehistóricas.

El recorrido por el CAREX se divide en una parte interior, con exposiciones permanentes, y una parte exterior con espacios reconstruidos que permiten ver cómo eran los hábitats y las costumbres en distintas épocas prehistóricas. Hay zonas dedicadas al Paleolítico, al Neolítico y a la Edad del Bronce, y también se puede visitar la reproducción de un dolmen o experimentar con técnicas de cestería y cerámica.

La visita se hace con guía y es especialmente recomendable si se viaja con niños, porque es amena, práctica y se puede participar activamente, aprendiendo de forma muy visual.


Pintando manos en el CAREX.

Experiencias complementarias: más allá del fósil

Si después de visitar el museo, los yacimientos y el CAREX aún quedan tiempo y ganas, hay dos actividades adicionales que completan la experiencia para conocer aún mejor el entorno en el que nos movemos.

Una es Atapuerca Natural. Una ruta guiada por los alrededores de la Sierra, con especial atención a la flora local y al uso tradicional de plantas medicinales. Es una opción interesante para quienes disfrutan del senderismo suave con componente didáctico. La zona, además, forma parte del Camino de Santiago.

Y otra es Atapuerca Espeleo. Una actividad que propone adentrarse en la Cueva Peluda, una cavidad sencilla situada en la zona de la Trinchera, que permite observar desde dentro cómo es el sistema kárstico de la sierra. El recorrido es corto y sin dificultades, y destaca por su valor natural, ya que incluso pueden verse raíces de árboles colgando del techo.


Trabajos en Atapuerca.

Unos consejos prácticos para organizar la visita

Para visitar Atapuerca es imprescindible reservar con antelación, especialmente en temporada alta. Las entradas para el MEH sí se pueden comprar directamente en taquilla, pero también online a través de su página web. Pero para los yacimientos y el CAREX sí es necesaria reserva previa, ya sea por teléfono (947 421 000), por correo electrónico ([email protected]), o en las taquillas del MEH, del CAREX o el CAYAC. 

El recorrido completo, empezando en el museo y terminando en el CAREX, puede llevar una jornada entera, así que conviene planificar bien los tiempos. Ten en cuenta que las lanzaderas salen a horas concretas y es importante llegar con margen al punto de encuentro. Hay zonas de pícnic en los exteriores del CAREX, pero si se prefiere comer en un restaurante, lo mejor es acercarse a alguno de los pueblos cercanos, como Atapuerca o Ibeas de Juarros.