Arranca la construcción de lo que será el túnel submarino más largo del planeta

Arranca la construcción de lo que será el túnel submarino más largo del planeta

Irán y Catar sellan el inicio de una megainfraestructura que aspira a batir todos los récords de ingeniería subacuática

Así es el túnel que por fin unirá el continente africano con Europa

El Golfo Pérsico está a punto de albergar una de las mayores proezas de la ingeniería contemporánea. Irán y Catar han dado el pistoletazo de salida a las obras del que, si se completa según lo previsto, se convertirá en el túnel submarino más largo del mundo, con una longitud estimada de 190 kilómetros.

Una distancia que dejaría muy atrás al Eurotúnel, que une Francia y Reino Unido con sus ya imponentes 38 kilómetros, y superaría con creces el actual récord ostentado por una sección del metro de Chengdu, en China, de 68 kilómetros.

Una conexión estratégica entre Asia Occidental y el Golfo

El ambicioso proyecto fue anunciado tras la reciente reunión entre el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, emir de Catar, y el ayátolá Ali Jamenei, líder supremo iraní. La infraestructura servirá para unir el norte de Catar con la ciudad costera iraní de Dayyer, situada al sur del país.

Esta nueva vía no solo consolidaría una alianza estratégica entre ambas naciones, sino que reforzaría la conectividad regional, facilitando el comercio y el transporte de personas y mercancías entre Asia Occidental y la región del mar Caspio. Más allá de la geopolítica: un desafío de ingeniería y presupuesto.

Pese a lo simbólico de la ceremonia de colocación de la primera piedra, todavía no se ha hecho pública una estimación oficial del coste de la obra.

Lo que sí parece claro es que la inversión necesaria se contará por miles de millones de euros, tanto por la complejidad técnica como por el volumen de recursos que requiere una estructura de estas dimensiones.

Ingenieros y expertos en infraestructuras consultados por medios internacionales han calificado el proyecto como “colosal” y “sin precedentes”, especialmente por la dificultad que conlleva construir bajo un entorno marino tan hostil como el del Golfo Pérsico, caracterizado por aguas poco profundas, fuertes corrientes y temperaturas extremas.

Un túnel que pone el foco en Oriente Medio

En un contexto global en el que grandes obras de ingeniería suelen situarse en Europa o Asia Oriental, este nuevo megaproyecto reorienta la mirada hacia Oriente Medio, donde países como Catar buscan posicionarse como centros neurálgicos del futuro.

De culminarse con éxito, el túnel se convertirá en un emblema de cooperación regional y en una infraestructura clave para el desarrollo económico del entorno.

Mientras tanto, el mundo asiste con expectación al avance de un proyecto que, por su magnitud y ambición, promete reescribir los límites de lo que la ingeniería submarina puede lograr.