Libros para ‘indomables’: de un geriátrico francés al colecho, sí o sí

Libros para ‘indomables’: de un geriátrico francés al colecho, sí o sí

Preocupa que tanto desde sectores de la derecha como algunos de la izquierda planteen la maternidad como una especie de regreso al pasado, del mismo modo que como sociedad debemos preguntarnos por qué hemos convertido en invisibles a muchos ancianos

El boletín del director – ‘Me despido por unas semanas’

He pensado que la mayoría vamos a estar hoy de fiesta y que tal vez apetecía menos un boletín dedicado a la actualidad. Sabéis que soy catalana y para muchos de nosotros si hay un día especial es el de Sant Jordi. Es una jornada laborable pero la vivimos como un festivo. También es, claro, el Día del Libro, porque un 23 de abril fallecieron los escritores Miguel de Cervantes y William Shakespeare, aunque hay debate porque hay quien dice que Cervantes realmente murió el día 22 y Shakespeare el 23. En fin, no seremos nosotros quienes lo desempatemos.

Como falta poco y a lo mejor tenéis previsto bucear en alguna librería, he optado por hacer una pequeña selección de algunos títulos que por motivos distintos me parecen muy recomendables. En la redacción saben que puedo ser un poco pesada con las lecturas pero creo que en nuestro trabajo es especialmente importante estar dispuesto a aprender cada día. Esta es breve porque además en los próximos días os llegará la recopilación mucho más completa que están preparando como siempre los compañeros de la sección de Cultura.  

Empiezo por uno de mis autores favoritos. Llevo años siguiéndole y aconsejando sus ensayos. Me refiero a Didier Eribon. Este sociólogo francés es el espejo incómodo en el que mirarse para entender qué falla en nuestro sistema, el occidental, o para ser más exactos, el europeo, si es que el nuestro se puede aún asimilar a un modelo de sociedad en el que se priorizan los derechos sociales. Qué falla y por qué (esto es más difícil de diagnosticar y sobre todo de resolver).

En ’Regreso a Reims’ (Libros del Zorzal/ Taurus / Icària, en catalán) se sirvió de su biografía, la de un “tránsfuga de clase” y la de su familia para explicar la irrupción de la extrema derecha entre votantes de la izquierda, aquellos de los entornos obreros en los que él creció y a los que la desindustrialización provocó una sensación de desamparo y cabreo que se tradujeron en votos al lepenismo.

Ahora, con ‘Vida, vejez y muerte de una mujer del pueblo’ (Libros del Zorzal /Taurus) se aproxima a los déficits del sistema asistencial francés a través de su madre. La residencia de mayores que retrata está cerca del antiguo pueblo de Bezannes aunque podría ser de cualquier población española. Porque el abandono social que sufren los ancianos que acaban sus días en un geriátrico no es distinto y porque la reflexión que traslada Eribon sobre su madre en particular y el colectivo al que pertenece en general incómoda por oportuna y realista.

Nadie habla en nombre de esos hombres y mujeres. En muchas ocasiones porque ellos ya no pueden. En otras porque no hay nadie que esté en disposición de alzar la voz en su lugar. “No existe ningún ‘nosotros’ de personas muy mayores que resulte perceptible, pues no existe ningún ‘nosotros’ real y posible, y por lo tanto no hay toma de palabra pública posible, ni siquiera imaginable”, resume el autor. 

En este libro, como en el anterior, escribe el Eribon hijo pero también el Eribon sociólogo. El desclasado que vive en París, donde se mueve en ambientes intelectuales, y el que viaja a su pasado a través de las pocas conversaciones con sus hermanos y el retrato de su anciana madre para reivindicar la necesidad de que las quejas de los cuartos de los geriátricos puedan escucharse más allá de esas paredes. 

Madres mamíferas (Plataforma actual), de la periodista Eva Millet es un libro que defino como necesario. Me explico. Me preocupa, casi me asusta, que cada vez más voces desde la derecha pero también desde determinados ámbitos de la izquierda planteen la maternidad como una especie de regreso al pasado. ‘La buena madre’ es la que tiene parto natural, sin epidural, da el pecho hasta que la criatura tiene la mitad de los dientes (sí, exagero, pero espero que se entienda la ironía), y tiene que practicar el colecho, sí o sí. 

Millet intenta romper algunos de estos mitos. Desde el respeto y la libertad de que cada una para y críe como quiera o pueda (no siempre es lo mismo) es importante alertar de los discursos que nos etiquetan y consideran que la única manera de convertir a nuestros hijos en “seres maravillosos” es con este tipo de crianza.

Os reproduzco un fragmento del libro por si ayuda a entender que ese modelo ‘perfecto’ a veces no lo es tanto. Y que hay madres que ni tan siquiera pueden planteárselo: “Como advierten algunas de sus abanderadas, la crianza natural no es para todo el mundo. Es verdad: no todas pueden permitirse una maternidad tan intensa. En parte, porque requiere de unos recursos importantes. En consecuencia, es mayoritariamente ejercida por mujeres blancas, de clases medias y altas, con educación superior, lo que la convierte sociológicamente en dominante”. Ese mismo discurso es el que acaba cargando de culpa a muchas madres. Si no llevas el “apego” al extremo, tus hijos serán menos sanos e inteligentes. Y encima, te querrán menos.

 ‘Los indomables (Planeta) es una conversación entre Pepe Mujica y su esposa, Lucía Topolansky. Les guía el periodista Pablo Cohen y es un libro perfecto para adentrarse en la historia política de Uruguay a través de dos testimonios imprescindibles para entenderla. Evidentemente hablan del Frente Amplio, de las luchas por el poder y de una visión pragmática que no renuncia a los valores de la izquierda.

Ella procedía de una familia bien situada. Él creció en una zona que era todo lo contrario.“Aquel era un lugar donde morían las chacras y venían los obreros”, recuerda el expresidente uruguayo. Topolansky, fan declarada de Rosa de Luxemburgo, explica que ambos leen mucho pero que él lo hace a una velocidad que califica de espeluznante. 

En algo en lo que coincide esta pareja es en combatir el dogmatismo. Recupero este párrafo de una respuesta de Mujica a modo de resumen: “El dogmatismo es una enfermedad contemporánea. Hay un gran retroceso. Además, se ha armado un verdadero frangollo en el campo de las ideas. Primero, llamar anarquista a Milei… El anarquista es enemigo del Estado, pero no es amigo de la propiedad privada. ¡La gran puta! (risas). Le están llamando libertaria a una economía en manos de tiburones. Eso también es insultar al liberalismo. Porque el humanismo del liberalismo queda como una cosa secundaria, cuando fue lo más importante que trajo, el aporte más grande que realizó”. 

El último que he escogido es también un homenaje. Leí ‘La edad de plata’ (1902-1939) de José-Carlos Mainer en la facultad. Para cualquiera que ame la historia y la literatura es una obra imprescindible. Desfilan los nombres de las principales etapas de ese periodo. Pío Baroja, Azorín, Unamuno, los autores de la poética del 27 u Ortega, por citar solo algunos. Pero también analiza el Modernisme y el Noucentisme catalanes, el estilo de las primeras novelas del gallego Wenceslao Fernández Flórez o la revista ‘Hermes’, una publicación vasca. En resumen, una enciclopedia.

Se publicó por primera vez en 1975 y justo ahora acaba de salir una reedición que incluye un prólogo del propio Mainer y un amplio epílogo de Jordi Gracia y Domingo Ródenas en el que se recoge la bibliografía relacionada y derivada de ‘La Edad de Plata’ desde su segunda edición ampliada de 1983.

Hace unos días y a modo de reconocimiento al que fuera catedrático de Literatura Española en la Universidad de Zaragoza y uno de nuestros sabios, pero también en honor a su mujer, la profesora María-Dolores Albiac, nos reunimos alrededor de la mesa unos cuantos periodistas y filólogos. Estaban, claro, Gracia y Ródenas, los que mejor conocen este libro. Mainer, que lo escribió cuando tenía 29 años (¡ahí es nada!), nos explicó que buscó ir dividiendo los capítulos pensando en que debían seguir un hilo que los uniese. Su mujer destacó el estilo ‘renacentista’ de los textos de alguien que, como señaló Ródenas, escribe con la libertad del ensayista. 

Entre plato y plato se recordó al filólogo Paco Rico, fallecido hace un año, y un referente para sucesivas promociones de licenciados en Barcelona. Ya en los postres discutimos sobre si Jaime Gil de Biedma, con quien Mainer y su esposa fueron casi vecinos, era guapo o atractivo. No hace falta que os diga que no lo conocí pero a juzgar por las fotos opino lo segundo. Aunque eso, como otras anécdotas, es lo de menos. 

Lo importante es que se ha vuelto a editar un libro que cualquier amante de la literatura española debería tener en un estante. Te aseguro que, después de tantos años, no se ha escrito una guía mejor.