Mario Vaquerizo, el artista que mima el PP de Madrid: un homenaje en vida casi inédito después de una lluvia de contratos

Mario Vaquerizo, el artista que mima el PP de Madrid: un homenaje en vida casi inédito después de una lluvia de contratos

El cantante tendrá una sala de ensayos a su nombre en el centro cultural Galileo, pese a que el Ayuntamiento limita casi en su totalidad los tributos previos a fallecimientos. El gesto se suma a las decenas de miles de euros en conciertos de consistorios populares o el pago de 13.310 euros por un anuncio para Ayuso

PP y Vox aprueban la placa para Mario Vaquerizo en Chamberí y niegan una cercanía ideológica: “Yo no sé qué vota”

“Extraordinaria relevancia”. Esa es la expresión que recoge la normativa del Ayuntamiento de Madrid para permitir que se dediquen espacios, placas o calles a personalidades que aún no han fallecido. Lo detalla tanto el decreto regulador de la instalación de las láminas conmemorativas como la ordenanza sobre la denominación de las vías urbanas, los edificios y los monumentos. Para el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida, la trayectoria de Mario Vaquerizo merece esa calificación.

La Junta Municipal del distrito de Chamberí sacó adelante el pasado 10 de abril la polémica propuesta del Partido Popular para dedicar al líder de Nancys Rubias una sala de ensayos en el centro cultural Galileo, gracias a su mayoría absoluta, aunque añadió los votos favorables de Vox. Vaquerizo ni siquiera nació en ese distrito (lo hizo en Vicálvaro) y tampoco ha vivido en él: su domicilio más mediático estaba en plena Gran Vía y hace años que se mudó a otro municipio, Boadilla del Monte. Quien sí reside en este distrito es una figura muy cercana a él: la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La agrupación a la que está adscrita, el PP de Chamberí, fue la que propuso el reconocimiento.

PSOE y Más Madrid lideraron la oposición a esta distinción, amparados en que la legislación en la materia especifica que “no se podrán utilizar nombres de personas vivas, salvo de manera excepcional”. Las explicaciones de Almeida encendieron más que aplacaron la discusión: aseguró que Vaquerizo merece el tributo al tratarse de “una referencia de la Movida”, pese a que el cantante era un niño de diez años cuando esa época estaba en auge.


Exterior del centro cultural Galileo, en Chamberí, donde la Junta Municipal del distrito ha aprobado dedicar una sala de ensayo a Mario Vaquerizo con la mayoría absoluta del PP.

La decisión es una nueva muestra del idilio entre Vaquerizo y el PP. Aunque el concejal presidente de Chamberí, Jaime González Taboada, aseguró desconocer las inclinaciones del artista (“yo no sé qué vota”, aseveró en pleno debate), el mediático personaje ha protagonizado varios gestos de apoyo a los populares. Uno de los más explíticitos se produjo en 2023, cuando acompañó en un acto de Fitur a Alberto Núñez Feijóo, Ayuso y Almeida.

“El mejor es usted”, respondió a Feijóo después de recibir los elogios del líder de la oposición. Además, Vaquerizo ha mostrado su sintonía en los postulados conservadores sobre diversos temas: ha cuestionado la lucha conjunta en el colectivo LGTBIQ+ y considera innecesaria la movilización social porque “puedes reivindicar sin manifestarte en la calle”.

Nancys Rubias, un grupo muy popular

Los cantos de sirena son recíprocos. Hasta el punto de que resulta difícil saber si fue antes el huevo o la gallina, los guiños a la derecha o los ventajosos contratos que las administraciones del PP ofrecen a Vaquerizo. El año pasado su grupo se embolsó más de 65.000 euros del presupuesto municipal gracias a dos actuaciones casi consecutivas en San Isidro y La Florida. Por la primera de ellas, las Nancys percibieron 25.000 euros (30.250 euros con impuestos), recogidos en la documentación que Somos Madrid pudo consultar en la Plataforma de Contratación del sector público del Ministerio de Hacienda hace tan solo unos meses. El Ayuntamiento decidió volver a contratarles en junio para las fiestas de San Antonio de la Florida, en este caso, por un poco más: 30.000 euros más IVA (un total de 36.300 euros), según los pliegos a los que tuvo acceso este periódico.

A ello hay que añadir que hace dos años el grupo formado por Mario Vaquerizo, Miguel Balanzategui, Juan Pedro del Moral y Marta Vaquerizo actuó en las fiestas de la Virgen de la Paloma, después de que el cantante hubiera sido el pregonero en 2021. Y también fue el grupo estelar, denominación técnica para los grupos con más caché, en las fiestas de Moratalaz.

El fervor por Nancys Rubias, no obstante, traspasa a Almeida. Se trata de una apuesta transversal, por lo menos allí donde gobierna el PP. En 2024 interpretaron Me encanta (I love it) y otros temas en las Fiestas del 2 de Mayo en Móstoles, actuaron en las de San Pedro en Burgos y cantaron en Huesca con motivo de San Lorenzo. La última polémica llegó en Cádiz, donde el Ayuntamiento popular contrató a las Nancys para los conciertos durante el Carnaval, a cambio de 30.250 euros más IVA. Fangoria, grupo de su pareja Alaska, recibió hasta 96.800 euros. Beatriz Gandullo, concejala de Cultura en el municipio andaluz, utilizó el mismo argumento que González Taboada para atajar las críticas: “No sé a quién votan”.

Toda esta ristra de conciertos son gratuitos para el público, con acceso libre sin necesidad de sacar entrada, ya que las Nancys se prodigan poco en conciertos individuales y suele actuar en esos espectáculos o dentro del cartel de festivales junto a otros grupos de mayor renombre. El repertorio de las Nancys se compone casi en su totalidad de versiones. En el caso de su último álbum, Orquesta Nancy, adaptan a su particular estilo éxitos de Blondie, La Húngara, Luis Miguel, Rafaella Carrá o Mecano, banda esta última con la que demuestran una gran sintonía.

El embajador del Madrid de las élites que promociona Ayuso

La conexión económico-sentimental del PP y Vaquerizo traspasa lo musical. El mayor exponente fue el anuncio promocional de la Comunidad de Madrid que el cantante protagonizó en 2023. Un clip de menos de tres minutos en el que Vaquerizo ni siquiera es el principal protagonista y por el que recibió 13.310 euros.

Así lo confesó el propio Gobierno de Ayuso en respuesta a reiteradas consultas en el portal de transparencia, después de las cuales comunicó que el gasto total de la campaña alcanzó los 54.268 euros. La promoción despertó además importantes críticas en redes sociales por dar una imagen “elitista y sesgada” de la región, así como por su escasa calidad técnica y artística.

Almeida aúpa Vaquerizo a la altura de un Nobel

El paso de las retribuciones económicas a las simbólicas supone poner en cuestión el modelo municipal para los homenajes oficiales. Hasta ahora el Gobierno de Cibeles ha respetado el decreto y las ordenanzas reguladoras con muy pocas salvedades. Entre ellas sobresale la del recién fallecido Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura al que el Ayuntamiento de Ana Botella dedicó la biblioteca pública de Barceló en 2014. Otra de las excepciones fue Vicente del Bosque, seleccionador de la España campeona del mundo y ganador de dos copas de Europa con el Real Madrid como entrenador. El laureado técnico da nombre a un polideportivo municipal en el distrito de Fuencarral-El Pardo.

Por contra, la mayoría del PP ha tumbado dedicar la nueva biblioteca de Carabanchel a la escritora Elvira Lindo, con un voto negativo que no secundó ni siquiera Vox. Es un distrito al que la autora ha estado muy ligada y donde ambienta su archiconocida serie Manolito Gafotas. Pero los populares se ampararon en la normativa municipal sobre las excepciones en los homenajes a personalidades con vida. En 2006, el mismo concejal que ahora preside la Junta de Carabanchel, Carlos Izquierdo, ya bloqueó la propuesta de llamar Parque Manolito Gafotas a un terreno entre el PAU de Carabanchel y la M-40. En su lugar, se impuso el nombre de Caballerizas de Carabanchel Alto. Meses después, el Ayuntamiento de Madrid rectificó la decisión y aprobó la denominación impulsada por los vecinos.

Carvajal y Vaquerizo frente a Almudena Grandes o Marisa Paredes

Pero el trato de favor a Vaquerizo se percibe también en contraste con figuras ya desaparecidas. “Si puedo bajar los impuestos y que Almudena Grandes sea Hija Predilecta, los madrileños prefieren que se bajen los impuestos. ¿El personaje lo merece? Yo creo que no, pero para sacar los Presupuestos hay que hacer cesiones”. Con estas polémicas declaraciones, José Luis Martínez-Almeida reconocía la poca disposición de su Gobierno a rendir tributo a la autora de El corazón helado después de su muerte. Solo accedió a ello para que los concejales del ya extinto Grupo Mixto respaldaran sus cuentas el pasado 2022. El regidor reconoció no haber leído libro alguno de la escritora y llegó a calificarla como “una especie de icono de la izquierda”.

Más recientemente, y aunque con menos dureza, su Ejecutivo se ha opuesto también a algunos homenajes a otra mujer, Marisa Paredes. Fue en un pleno en el que el alcalde no estuvo presente y donde su equipo rechazó empezar con un minuto de silencio. El concejal del distrito Centro, Carlos Segura, expuso la oposición municipal a dedicar a la actriz un centro cultural y a colocar una placa en su nombre en el edificio de la céntrica plaza de Santa Ana donde nació. El PP argumentó que Cibeles no es el espacio adecuado para debatir este tipo de propuestas, mientras recordaba que a principios de enero la Junta de Centro aprobó la instalación de dos placas para recordar a dos de sus vecinos más ilustres, la propia Paredes, y su marido, el cineasta madrileño Antonio Isasi-Isasmendi (fallecido en 2017). 

En ese debate, celebrado en enero, fue Vox quien expuso unos argumentos cercanos a los que Almeida dedicó a Almudena Grandes. Fernando Martínez Vidal, portavoz de la formación ultraderechista en Cibeles, acusó a Más Madrid de demostrar “el sectarismo de la izquierda” apostando por dar un homenaje a una intérprete “no según sus méritos sino según su ideología política”. Tildó la propuesta de “sectaria” por liderar movimientos como el no a la tala y aseguró que Paredes utilizó su puesto como presidenta de la Academia de Cine “como altavoz de su odio a la derecha”. Según Martínez Vidal, Paredes “no querría nuestro voto” porque “no aceptaba a quienes pensaban distinto”.


Los jugadores de la selección española de fútbol Álvaro Morata (i) y Dani Carvajal (d), en la recepción en el Palacio de Moncloa, en Madrid, tras haberse proclamado campeones de la Eurocopa.

Mientras, la derecha municipal presenta como políticamente neutrales a otras figuras asociadas al liberalismo o el conservadurismo a las que reconoce. Un ejemplo es Dani Carvajal, elegido por Almeida como pregonero de las Fiestas de San Isidro y condecorado con la Medalla de Oro que concede el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Aunque el lateral derecho no ha recibido ningún homenaje en forma de placa o espacio a su nombre, y por tanto no existe el agravio comarativo que agita el caso de Vaquerizo, este año tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid le dedican honores presentándolo como un “líder que representa y transmite los valores de todos los madrileños”.

El PP de Madrid ha maniobrado incluso para bautizar una nueva biblioteca pública con el nombre de una exmilitante fallecida, pese a la oposición de un asociacionismo vecinal que consensuó la denominación original. El concejal-presidente del distrito de Villaverde, Orlando Chacón, propone que el edificio sociocultural de titularidad municipal situado en la calle Calcio se llame Marta Escudero Díaz-Tejeiro, antigua vocal vecina, frente a que se le llame Biblioteca de los Mil Soles, como defienden la gran mayoría de residentes y la oposición.