
València formará a sus vecinos en la actuación ante emergencias y desarrolla un proyecto de mejora de la acción policial
La Universitat de València, la Politécnica y los técnicos municipales impulsan un proyecto para educar a los vecinos en el conocimiento e interpretación de alertas y en respuesta temprana ante diferentes emergencias a raíz de la DANA, además de un proyecto piloto de la Policía Local para integrar tecnología en la respuesta
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El Ayuntamiento de València formará a la población sobre cómo actuar en caso de emergencia, qué protocolos existen, cuáles son las alertas y cómo interpretarlas correctamente para minimizar los riesgos para las personas. A raíz de las conclusiones de la comisión de estudio sobre los efectos de la DANA, el gobierno local, junto con las dos universidades públicas de la ciudad, han constituido una comisión para crear un plan formativo de capacitación, formación y sensibilización dirigido a la ciudadanía, que empezará a trasladarse en el próximo curso escolar.
El proyecto tiene como objetivo “preparar a los vecinos de nuestra ciudad en respuestas ante las emergencias, conocer las alertas y saber cómo actuar en cada una de las situaciones”, según apuntó la concejala de Innovación, Paula Llobet, en el inicio de los trabajos. Se trata de una formación de manera constante y regular que incluye la interpretación de las señales de alerta, la búsqueda de canales de información, las formas de pedir ayuda, comportamientos seguros en casa, o qué hacer ante determinadas situaciones. “Es clave la concienciación ante el peligro”, apuntan fuentes municipales, que destacan esta herramienta de gobernanza y participación pública, que aportará pautas de respuesta individual y familiar para protegerse.
La comisión, capitaneada por el director de la Cátedra Modelo Económico Sostenible Valencia, José Manuel Pastor, trabaja con multitud de expertos en detectar las necesidades de la población y las principales carencias que pueden repercutir en una emergencia, en busca de protocolos claros e instrucciones precisas que minimicen los riesgos ante un temporal, un incendio o un episodio de inundaciones. El plan se centrará especialmente en las personas mayores, jóvenes, niños y en colectivos vulnerables y su entorno y será revisado por los técnicos municipales de bomberos, policía y protección civil. Asimismo, el equipo de gobierno de Maria José Catalá quiere poner especial énfasis en que la formación se imparta en las pedanías, especialmente dañadas tras la DANA de octubre.
El plan formativo se irá desarrollando con colectivos capilares, aquellos que pueden ir difundiendo la información. El componente gráfico será de gran importancia para superar barreras lingüísticas -especialmente relevante en una ciudad turística y que tiene a un 20% de su población extranjera- y adaptado a personas con discapacidad y vulnerabilidad. Se explicará, por ejemplo, qué tipos de avisos existen, la morfología de la ciudad y sus características en relación a los desastres climáticos -una suerte de memoria ciudadana del agua-, los primeros pasos tras una inundación, cómo manipular correctamente equipos, cómo hacer una inspección de daños, con el foco puesto en la importancia de la organización vecinal y las redes de apoyo.
Mejora de la atención de emergencias
En paralelo, el Ayuntamiento desarrolla un programa piloto con la Policía Local, financiado con 200.000 euros procedentes de fondos europeos, para mejorar la coordinación de los efectivos de emergencias. El proyecto Lead-pro, que ejecutará una muestra en La Torre en junio de 2026, busca acelerar el uso de tecnologías en materia de emergencias para mejorar la capacidad de los cuerpos policiales en la predicción de desastres y facilitar la recuperación.
El proyecto engloba el uso de tecnologías de análisis de datos -big data e inteligencia artificial- para procesar la información en tiempo real, mediante sistemas de detección de anomalías. Se trata de crear un sistema de alertas más sólido y mejorar capacidades como la geolocalización, tanto para ciudadanos como efectivos de emergencia, acelerando la respuesta ante una crisis. Asimismo, se pretende afinar las herramientas de evaluación con el análisis de imágenes aéreas, redes de satélites o información meteorológica. El proyecto incorpora el uso de drones para la evaluación de las áreas afectadas, rehabilitación de redes de energía y datos o la recuperación de sistemas, mediante operativos descentralizados, para facilitar la recuperación tras un episodio de crisis, y el uso de robótica para el trabajo en áreas peligrosas.