
La cultura de la tapa es solo nuestra: ranking de las mejores ciudades donde disfrutarlas
Así se tapea por España, el país donde cada bocado es una excusa para socializar, celebrar y saborear la vida
Estas son las 17 mejores tapas de España para celebrar el Día mundial de la Tapa
La tapa española es mucho más que un plato: es un modo de vida. En España, salir de tapas no solo significa comer, sino socializar, celebrar la cotidianidad y disfrutar del sabor local en pequeñas dosis llenas de identidad.
Esta tradición gastronómica, que el país ha propuesto ante la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, se convierte en una seña de identidad nacional, reconocida dentro y fuera de nuestras fronteras.
Pero, ¿dónde se tapea mejor? Un estudio del buscador de alojamientos Holidu, basado en datos de Google Maps, ha identificado las ciudades españolas donde este ritual se vive con más intensidad.
Sevilla: templo del cazón en adobo y el montadito de pringá
Con más de 215 bares y restaurantes especializados, Sevilla lidera la lista de ciudades donde el arte del tapeo es casi una religión.
Desde las terrazas del barrio de Santa Cruz hasta los bares de Triana, la capital andaluza ofrece tapas clásicas que no decepcionan: cazón en adobo, espinacas con garbanzos o una buena pringá. La gastronomía sevillana es una de las más ricas del país, y en formato tapa, se saborea aún mejor.
Granada: la tapa gratuita como estilo de vida
En Granada, la tapa es sinónimo de generosidad. Con cada bebida, llega un plato, sin coste adicional, y no uno cualquiera: desde croquetas hasta carne en salsa, pasando por deliciosas raciones de jamón asado.
Más de 150 locales mantienen viva esta tradición que convierte cada caña en una experiencia completa. Comer bien y barato es aquí una realidad cotidiana.
Santiago de Compostela: el sabor atlántico en miniatura
Capital espiritual y gastronómica, Santiago de Compostela también destaca por sus tapas. El marisco gallego, el queso de tetilla o el lacón se convierten en pequeños manjares servidos con cariño en locales del casco antiguo. Una botella de Albariño basta para acompañar una ruta de tapeo que deja huella.
Cádiz: el mar convertido en tapa
La cocina gaditana tiene alma marinera. Tortillitas de camarones, caballa con piriñaca o chocos a la plancha forman parte del recetario tradicional que se disfruta en las 82 tabernas que pueblan sus calles. Entre historia, sol y pescaíto frito, Cádiz ofrece una de las experiencias más sabrosas del país.
Málaga: tapeo mediterráneo con acento propio
La Costa del Sol tiene una capital gastronómica donde el tapeo es sinónimo de alegría. Málaga combina calidad y precio en platos que van del clásico ajoblanco a los boquerones en vinagre o la ensalada malagueña. El ambiente relajado y el trato cercano convierten a esta ciudad en un lugar ideal para saborear la vida a bocados.
Salamanca: el sabor del interior
En plena meseta castellana, Salamanca brilla no solo por su universidad y su patrimonio, sino también por sus tapas. Chanfaina, hornazo o croquetas de jamón ibérico son algunas de las especialidades que puedes encontrar en los 76 locales que llenan sus calles. Aquí, la tapa es tradición y generosidad a partes iguales.
Toledo: tradición y gastronomía unidas
Pasear por Toledo es retroceder en el tiempo, pero también detenerse en su tradición culinaria. Los bares de la ciudad ofrecen delicias como la bomba del Trébol o el pulpo a la brasa. En sus 55 locales especializados, el tapeo se convierte en una extensión natural de su legado histórico.
Almería: la tapa como orgullo local
Con recetas sencillas y sabor auténtico, Almería presume de una de las escenas de tapeo más potentes del sur. Desde unas huevas en vinagreta hasta unas patatas a lo pobre o un pulpo a la plancha, en cada plato se nota el apego a la tierra y al mar. Y como en Granada, la tapa suele venir incluida con la bebida.
A Coruña: tapeo entre mar y prados
El Atlántico gallego ofrece lo mejor de su despensa en forma de tapas. Mariscos, empanadas, lacón y pulpo forman parte de la carta habitual en los bares coruñeses, donde los productos del mar y la carne de ternera gallega hacen que el tapeo sea un lujo al alcance de todos.
Pontevedra: la joya escondida de las Rías Baixas
Pequeña, elegante y gastronómicamente poderosa. Pontevedra sorprende con tapas de lamprea, ostras o empanadas de berberechos. Con un casco antiguo lleno de vida y plazas repletas de encanto, el tapeo aquí se convierte en una inmersión en la Galicia más auténtica.
Una tradición viva que merece la protección de la Unesco
De norte a sur, de este a oeste, la cultura de la tapa es una de las mejores embajadoras de la identidad española. En cada ciudad se adapta a su entorno, ingredientes y costumbres, pero mantiene el mismo espíritu: compartir, saborear y disfrutar.
Mientras la Unesco valora su declaración como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, los españoles siguen defendiéndola cada día con una caña en la mano y una tapa en la barra.