
El Gobierno deja a Altri fuera de las ayudas por descarbonización que pidió para instalarse en Galicia
La compañía portuguesa solicitó 30 millones de fondos europeos para la puesta en marcha de su discutida macrocelulosa argumentando su contribución a la descarbonización
Altri: hechos, nombres y números tras el proyecto industrial más discutido de la historia reciente de Galicia
Altri, el proyecto industrial más controvertido de las últimas décadas en Galicia, ha fracasado en su primer intento de convencer al Gobierno de Pedro Sánchez para su inclusión en la lista de beneficiarios de fondos europeos asociados al PERTE de descarbonización. Según ha podido confirmar elDiario.es de fuentes conocedoras del procedimiento que ahora se cierra, Altri no obtendrá ni un solo euro de los 30 millones solicitados contra esa línea de ayudas. Es la primera vez que el Gobierno toma una posición clara frente a la discutida pretensión de seguir apostando en Galicia por la explotación de eucalipto en sus montes para la fabricación de celulosa en cualquiera de sus formas.
La decisión adoptada por Industria aún no es oficial y no ha sido comunicada a la empresa, una circunstancia que se producirá a lo largo de los próximos días. Junto a Altri ha caído el otro proyecto gallego, el que la pastera ENCE pretendía sufragar en parte con fondos públicos para la puesta en marcha de una planta de reciclaje de fibras en As Pontes (A Coruña).
El consejero delegado de Altri, José Sorares de Pina, ha asegurado en multitud de ocasiones que sin ayudas públicas se llevaría el proyecto a otro territorio. La decisión que ha adoptado el Ejecutivo apunta en esa dirección, aunque la compañía aún persiste en la reclamación de otros 200 millones de euros en otro formato de ayudas públicas. En total, la inversión privada que la Xunta de Galicia defiende como propia exige un 25% de fondos públicos para llevar adelante una inversión total que estiman en un total de mil millones.
El proyecto de Altri se ha convertido en el asunto más controvertido en la opinión pública gallega y en una patata caliente para el Gobierno autonómico que dirige Alfonso Rueda. La Xunta se ha empeñado en defender la idea que alumbró Alberto Núñez Feijóo frente a cualquier movimiento social o ecologista que la discuta. Y es que esa discusión ha traspasado las fronteras de la política para extenderse por teatros, campos de fútbol y cualquier reunión numerosa en la que las voces a coro gritando “Altri non” se han convertido en la única oposición efectiva que parece perseguir al Ejecutivo del PP en Galicia. Pese a las pegas de ecologistas y vecinos la Xunta decidió el pasado mes de marzo dar la luz verde al informe de impacto ambiental.
Altri en datos
La macrocelulosa está proyectada en el concello de Palas de Rei (Lugo), en la comarca da Ulloa, el corazón geográfico de Galicia, aunque las obras y canalizaciones —12,5 km de tuberías subterráneas— afectarán a municipios de otras dos provincias: Santiso y Melide (A Coruña) y Agolada (Pontevedra). La llamada Terra do Medio se caracteriza por su actividad económica agrícola y ganadera y por el paso de la más transitada de las rutas a Santiago, el Camino Francés. Los terrenos limitan con la zona de especial protección de la Serra do Careón, donde hay al menos tres especies vegetales únicas, en peligro de extinción, que ya provocaron el desvío de la autovía entre Santiago y Lugo. El río Ulla, del que se abastecerá y al que devolverá el agua tratada, desemboca 100 kilómetros después en la ría de Arousa, una de las más productivas de la costa gallega.
La celulosa consumirá cada año, según sus planes, 1,2 millones de toneladas de eucalipto y cada día “usará” un máximo de 46.000 metros cúbicos de agua, el equivalente a todo el consumo de la provincia de Lugo.