
El juez llama a testificar el 23 de mayo a la pareja de Ayuso en la causa por la filtración de su correo
El instructor del Tribunal Supremo obedece a la Sala de Apelaciones y cita a Alberto González Amador para que explique si él mismo difundió su confesión tras hacérsela llegar a la Fiscalía
Todo lo que la pareja de Ayuso tendrá que explicar en el Supremo sobre la filtración de su correo
El juez Ángel Hurtado, que investiga al fiscal general en el Tribunal Supremo, ha llamado a declarar a la pareja de Isabel Díaz Ayuso el próximo 23 de mayo como testigo en las diligencias sobre la filtración de su correo electrónico con su confesión. El magistrado también llama a declarar a los agentes de la Guardia Civil que han elaborado los informes clave del caso y encarga a la Unidad Central Operativa un informe sobre la información enviada por Google y WhatsApp sobre el móvil del fiscal general.
El juez explica que ha recibido respuesta en las últimas horas a su petición de información a Google y WhatsApp, en su intento por recuperar los mensajes y datos que Álvaro García Ortiz borró de su teléfono cuando ya sabía que la investigación estaba abierta. “En principio, apunta a haber obtenido la información que se interesaba”, dice el juez sin desvelar si estas empresas han podido, efectivamente, recuperar los mensajes borrados.
La Abogacía del Estado, que en esta causa representa a los imputados Álvaro García Ortiz y Pilar Rodríguez, ha intentado en varias ocasiones que Alberto González Amador comparezca como testigo ante el juez Ángel Hurtado. El objetivo, según ha explicado en varias intervenciones y escritos apoyados por la Fiscalía, es pedir explicaciones sobre si él mismo difundió algunos de sus correos e, incluso, su propia confesión escrita, en términos que ha ocultado hasta ahora a los tribunales.
Por un lado, las defensas tienen intención de aclarar si el empresario autorizó a Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de su pareja en la Comunidad de Madrid, a difundir un email que el fiscal Julián Salto envió a su abogado, Carlos Neira. Un correo que formaba parte de la cadena de emails intercambiada entre ambos a cuenta de la confesión que, un mes antes, el abogado de González Amador había remitido al fiscal. Hasta la fecha, el juez instructor no ha otorgado ninguna relevancia a esta filtración autorizada por el empresario de un correo de un fiscal.
La Abogacía del Estado y la Fiscalía también buscan preguntar a Alberto González Amador si lleva un año ocultando a los tribunales que no solo envió su confesión al fiscal Julián Salto, sino también a un Abogado del Estado con el que tenía trato. Hasta la fecha el juez instructor se había negado pero la Sala de Apelaciones del Supremo obligó al magistrado a llamar a declarar al empresario como testigo.