Nuevas imágenes muestran la realidad de Camarney y la experimentación animal

Nuevas imágenes muestran la realidad de Camarney y la experimentación animal

Trabajadores haciéndose selfis y macacos en deplorables condiciones, enfermos, heridos, mutilados… Es la realidad oculta de Camarney, en Camarles (Tarragona)

Como hemos contado en este blog en repetidas ocasiones, Camarney SL, en Camarles (Tarragona), es el mayor centro de distribución y experimentación de primates en Europa. Desde 2003 ha importado más de 30.000 macacos de cola larga desde Mauricio y más de 7.000 desde Vietnam, según los datos recopilados por Abolición Vivisección, que ha conseguido además nuevas imágenes de los macacos explotados en este infierno tan oculto y tan cercano, y que publicamos en este post.

Los macacos son transportados desde sus países de origen hasta Camarney hacinados en pequeñas cajas. Las deplorables condiciones de estos transportes, que pueden llegar a durar hasta dos días, hacen que muchos de ellos no sobrevivan. Una vez en Camarney, los macacos son encerrados en jaulas hasta que son enviados a otros laboratorios, son “usados” allí mismo o son “sacrificados” por no ser “vendibles” a los demás laboratorios. A pesar de la larga lista de irregularidades y negligencias de Camarney denunciadas por Abolición Vivisección, de las evidencias del tráfico ilegal de los macacos de cola larga y de haber sido declarados en peligro de extinción en 2022, la Generalitat de Catalunya ha seguido permitiendo que Camarney continúe con su “actividad” y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha seguido autorizando que importen miles de estos macacos para masacrarlos.

Estas nuevas imágenes muestran cómo los macacos enjaulados en Camarney permanecen en condiciones deplorables e insalubres y son sometidos a maltratos. Incluso antes de ser “usados” en algún experimento, sufren graves heridas, lesiones, enfermedades y hasta mutilaciones, haciendo que los ya de por sí cuestionables resultados de la experimentación animal, lo sean aún más. Estas imágenes no son un caso aislado, son otra prueba más de cómo funciona el mayor centro de experimentación con primates de Europa y de la crueldad y el sufrimiento detrás de la experimentación animal. Por todo ello, desde Abolición Vivisección vuelven a exigir a la Generalitat de Catalunya que suspenda inmediatamente la actividad de Camarney y tome medidas urgentes para su cierre definitivo.


Macaco en Carmaney S.L.

“A este macaco increíblemente delgado y enfermizo le falta un trozo de cola. La cola de un macaco de cola larga no sólo es una parte hermosa de su cuerpo, sino también funcional. La usan para mantener el equilibrio al desplazarse rápidamente por las copas de los árboles y les sirve de timón para nadar. Sus colas también son increíblemente expresivas, enroscadas sobre el lomo cuando están alerta y excitados. Este mono devastado no sólo ha perdido un trozo de cola. Parece como si hubiera perdido la voluntad o la capacidad de vivir”, reflexiona la doctora Lisa Jones-Engel, Primatóloga, Asesora científica senior, PETA.


Macaco de cola larga con profundas heridas en Camarney S.L.

“Estas imágenes son absolutamente desgarradoras. Más aún para mí, que estoy en el otro extremo de este horripilante comercio. Nunca había visto un mono tan demacrado en Mauricio, parece haber pasado hambre durante días. Mi sentido de identidad nacional se ve sacudido por estas imágenes. El hecho de que miles de estos seres sintientes sean arrancados del corazón de la exuberante naturaleza de mi país, para terminar detrás de esas cuatro paredes de laboratorio por el resto de sus vidas, y que mis conciudadanos y el gobierno sean cómplices de este nivel de crueldad, me avergüenza. Estoy acostumbrada a ver macacos saltando libremente en los árboles y gente alimentándoles cariñosamente con frutas alrededor de los templos hasta que están llenos. Apenas puedo concebir la agonía física y mental de los que aparecen en estas fotografías, es muy deprimente. Esto no puede seguir hasta el infinito; los responsables de la toma de decisiones aquí no pueden seguir haciendo la vista gorda ante pruebas tan crudas de violencia y abuso. Ya es hora de que reaccionen”, exige Mansa Daby, Monkey Massacre in Mauritius.


Macaco de cola larga en deplorables condiciones en Camarney S.L.

“Las imágenes filtradas de Camarney reflejan lo que las organizaciones en defensa de los animales de toda Europa han denunciado durante años: animales maltratados, mantenidos en condiciones deplorables, alimentados con dietas inadecuadas, con heridas profundas tratadas en instalaciones indebidas y en condiciones de higiene inaceptables. Lo que se desprende de estas imágenes va mucho más allá de lo imaginable y es imposible de ignorar: macacos ridiculizados para hacerse selfies, tratados como objetos sin valor. Esto es lo que ocurre en una de las principales instalaciones de macacos destinados a los ‘prestigiosos’ laboratorios de experimentación animal de toda Europa. Es hora de poner fin a esta horrible práctica. Las acciones legales no sólo son necesarias, sino esenciales, para garantizar que estas atrocidades no continúen sin rendir cuentas”, pide Valeria Albanese, Primatóloga, Jefa del departamento de investigación sin animales de LAV (Lega Anti Vivisezione).


Macaco de cola larga en deplorables condiciones en Camarney S.L.

“Las imágenes obtenidas del interior de Camarney muestran con crudeza el trato real que reciben los animales en estos espacios. La experimentación con animales es, en esencia, maltrato. Algunas de las prácticas que revelan estas imágenes pueden considerarse habituales; otras van incluso más allá del maltrato comúnmente tolerado. En todos los casos son injustificables y deberían ser reconocidas por lo que realmente son: maltrato y tortura físicos y psicológicos infligidos a seres vivos que sienten y sufren. En pleno siglo XXI, esta forma arcaica y obsoleta de entender la ciencia debería resultarnos inaceptable y las miradas de los macacos que aparecen en estas imágenes deberían hacérsenos insoportables. No deberíamos permitirlo ni un minuto más, por el dolor de estos animales y por la dignidad de nuestra propia especie”, clama la doctora Núria Almiron, co-directora del UPF-Centre for Animal Ethics.


Macaco de cola larga con profundas heridas en la cara en Camarney S.L.

“Los macacos de cola larga son animales salvajes con capacidades cognitivas, emocionales y comunicativas muy desarrolladas. Son además seres muy sociables que tejen vínculos profundos entre ellos. Mantener a estos animales atrapados en un entorno completamente artificial y regido por reglas humanas, que no se parece en nada a los ecosistemas a los que están adaptadas sus capacidades, les genera desconcierto y desazón. Encerrarlos en jaulas diminutas, manipularlos, imponerles una forma de vida que no es la suya, les produce sufrimiento mental y emocional, así como miedo y estrés. Precisamente, el miedo y el estrés que sienten estos animales les pueden producir problemas de salud que distorsionen los resultados de los estudios científicos que se pretende hacer con ellos. Estos animales deberían estar en sus ecosistemas, donde realizan importantes funciones ecológicas. La investigación científica debe llevarse a cabo mediante métodos sin animales, que son más éticos y también más eficaces”, enfatiza la doctora Marta Tafalla, profesora en la Universitat Autònoma de Barcelona, miembro del Centro de Ética Animal de la Universitat Pompeu Fabra.


Macaco en Camarney S.L.

“Estamos profundamente conmocionados por las imágenes que nos han llegado del interior de las instalaciones de Camarney, en España. Estas imágenes revelan horrores inimaginables: monos mantenidos en condiciones atroces, sometidos a cirugías invasivas o con lesiones. Los Países Bajos están estrechamente involucrados en estas atrocidades. Cientos de macacos han sido importados de Camarney por el centro holandés Hartelust. Desde allí, los animales son comercializados a laboratorios de todo el mundo. El sufrimiento que sufren estos animales no comienza en el laboratorio, sino en estas instalaciones. Al permitir y mantener el comercio de monos, el gobierno holandés comparte la responsabilidad del sufrimiento y la explotación implacable de estos animales. Las autoridades responsables deben frenar de una vez por todas el comercio de monos. Los animales no son material para experimentos”, sentencia Rowena Vanroy, de Animal Rights Belgium.


Trabajador haciéndose un selfi con un macaco en Camarney S.L.

“Estas Imágenes Condenan a Charles River Laboratories. Como científica especializada en primates, que ha pasado décadas trabajando con monos tanto en el campo como en entornos de investigación, he presenciado sufrimiento, pero las imágenes de las instalaciones de Charles River en Camarney, Europa, se encuentran entre las más perturbadoras que he visto. Se puede apreciar la violencia grabada en los cuerpos de los monos: heridas, pelaje perdido, posturas antinaturales debido al estrés constante. Pero son sus ojos los que se quedan grabados en la memoria: desolados por el dolor, el miedo y la desesperanza. Estos animales están destrozados”, denuncia la doctora Lisa Jones-Engel, Primatóloga, Asesora científica senior, PETA.

“Lo que ocurre en Camarney no es solo negligencia, sino crueldad industrializada, orquestada por el mayor importador de monos del mundo”, prosigue. “Charles River afirma mantener los más altos estándares de bienestar y abastecimiento ético, pero estas Camarney imágenes desmontan esa mentira. Suelos resbaladizos por las heces y la orina. Aire que, sin duda, apesta a amoníaco y desesperación. Estas son condiciones que ninguna operación toleraría. Charles River ha tomado el control de estas instalaciones y las utiliza para almacenar y enviar monos a laboratorios de todo el mundo. Camarney es un centro de detención para el sufrimiento, y Charles River es dueño de cada rincón. No se trata de un proveedor oculto: son sus instalaciones. Y son unas de las peores que he visto.Charles River es dueño de esta crueldad. Cada cuerpo destrozado, cada mirada atormentada: este es el coste de su negocio”.


Uno de los macacos de Camarney S.L.

“Condenamos enérgicamente el comercio de macacos de cola larga para la experimentación animal. Cada año, miles de ellos son extraídos de su hábitat natural o criados en granjas intensivas en Asia y Mauricio. Hacinados en pequeñas jaulas durante largas horas de transporte, sufren un estrés extremo. Queremos recordar a todos que, más allá de su clasificación actual como especie en peligro de extinción, detrás de cada individuo se esconde una historia de sufrimiento que nadie debería ignorar”, recuerda Muriel Arnal, Presidenta de One Voice.

Tenemos argumentos científicos y por supuesto éticos para seguir exigiendo la abolición de la vivisección y, mientras llega ese momento, seguiremos luchando por sacar a la luz la realidad de una industria que se oculta, como tantas otras, tras los muros de sus centros y tras los eufemismos de una normativa laxa y maquillada que nos quiere convencer de que puede haber “bienestar” donde hay explotación.