«Vicioso, enfermo, degenerado»: ataque homófobo a Manuel Liñán por bailar en bata de cola y mantón

«Vicioso, enfermo, degenerado»: ataque homófobo a Manuel Liñán por bailar en bata de cola y mantón

El bailaor granadino es objeto de insultos en las redes tras viralizarse un vídeo suyo bailando en el Festival de la Guitarra de Madrid. «Hay una parte de la sociedad que vive en la caverna, llena de odio y homofobia. Es gente que no pertenece al flamenco, pero están ahí», apunta el Premio Nacional de Danza

Manuel Liñán, Premio Nacional de Danza: “Las mochilas tóxicas han servido de inspiración para mi espectáculo”

Manuel Liñán (Granada, 1980) es uno de los bailaores más aclamados de la escena actual. Las entradas de sus espectáculos se agotan en un abrir y cerrar de ojos, los teatros en los que actúa lo despiden aplaudiendo en pie y por bulerías, la crítica se rinde al talento de su compañía y en sus estanterías ya no caben más premios. El último, el del Público del Festival de Jerez, viene a sumarse al Nacional de Danza de 2017 o el Max de 2020. Pero nada de eso parece disuadir a quienes, cegados por la furia homófoba, usan las redes para vomitar insultos.

Eso ha ocurrido después de que un vídeo publicado en el portal deflamenco.com, en el que se veía al granadino bailando con bata de cola, se viralizase y acumulara hasta medio millar de comentarios, muchos de ellos ofensivos. “De horror ver a este maromo de esa guisa”; “no jodan, esto es lo último que me quedaba por ver, no se le enreden los hue… en el vestido!”; “¿esto es en serio o es alguna broma?”; “prefiero interpretarlo como que fue una reunión de amigos y uno de ellos, el más gracioso con unas copas de más, protagonizó la escena con la bata y el mantón (pobre mantón) prestado de la hermana”; “vicioso, enfermo, degenerado”; son algunos de los recogidos por el diario El País. Son solo algunas muestras de visceralidad homófoba que se sucedieron hasta que el responsable de la revista digital, Rafael Manjavacas, decidió suprimir el contenido y borrar los comentarios, cuando el vídeo superaba ya las 100.000 visualizaciones.

“El espectáculo era de Manuel Valencia, en el Festival de la Guitarra de Madrid, y Liñán actuaba como artista invitado”, explica Manjavacas. “Yo he visto a Liñán muchas veces y veo normal que vaya con bata de cola y mantón, no pensaba que pudiera ofender a la gente, así que metí un trocito en Instagram, y bien. Pero tengo Facebook vinculado, me levanté por la mañana y vi que había algunos comentarios inapropiados, pero nada llamativo. Pero a mediodía sí vi que había muchísimos mensajes, y las ofensas rozaban el delito de odio. A las siete de la tarde, Manuel me mandó unas capturas con los comentarios más fuertes, y entendí que había sido un error mantener el vídeo”, que se puede ver en su canal de YouTube.

“Él me llamó y me dijo que no quería que lo borrara, que quería mostrar el reflejo de la realidad, pero ya no se podía recuperar. Al día siguiente volví a subir el vídeo pero antes del apagón. Sí puedo decir que el 90 por ciento de los comentarios no eran usuarios habituales de la página, y el diez por ciento sí. Ahora han seguido escribiendo comentarios inapropiados y con muchísima falta de respeto. Actúan en las redes como si fueran un campo de fútbol, se sienten con derecho a insultar al árbitro y se sienten impunes. Es muy triste. Borrarlo sería como rendirse, pero sí voy a moderar los comentarios y ocultar los ofensivos, porque ese escarnio es lamentable. Nunca me había pasado algo así antes”.

Mofa pública

Más allá de su carga de odio y desprecio, sorprenden estas manifestaciones porque no es ni mucho menos la primera vez que Manuel Liñán baila con bata de cola. Ya lo había hecho, y de una forma espectacular, diez años atrás con su montaje Nómada, y lo ha seguido haciendo en otras ocasiones. Su exploración de la propia identidad sexual y de los límites entre lo masculino y lo femenino alcanzó su máxima expresión con el multipremiado espectáculo ‘¡Viva!’, donde todo el elenco aparecía vestido de mujer y bailando según los cánones correspondientes, y ha seguido avanzando en su último trabajo, ‘Muerta de amor’. 

El propio Liñán se debatía aún este martes entre la perplejidad y la indignación. “Me he quedado superimpactado. Creía que estábamos acostumbrados a comentarios como estos, pero este vídeo alcanzó una dimensión que nadie se esperaba, y me pareció importante reflejar esto”, comenta. No obstante, asegura que “según mi interpretación de los hechos, esto no tiene nada que ver con mi propuesta artística. Los desvinculo completamente de mi trabajo. Es otra cosa”. 

“Esta gente, estoy seguro de ello, desconoce completamente la labor que hago, lo que no les impide verter todo tipo de comentarios dañinos y ofensivos”, prosigue el granadino. “Siempre me he sentido querido por el público y la crítica, y por una gran parte de la profesión. Esto es un reflejo social que no pertenece a mis espectáculos, viene de gente que seguramente no ha visto jamás ninguno. Y eso es lo grave”.

Liñán recuerda que los ataques homófobos, de los que ha sido objeto desde sus inicios, llegaron a su cota más alta con el estreno de ‘¡Viva!’ “Cuando la compañía salió en una campaña de Nike sobre inclusión social, no paraban de aparecer pantallazos de gente vomitando porque allí se veían hombres vestidos como mujeres. Recuerdo que hasta en una tele local se mofaron de nosotros”, dice evocando un programa de Onda Jerez en la que unos tertulianos comentaron el montaje, “aunque no han sido los únicos”. 

Estar por encima

“Todo esto lleva pasando mucho tiempo, y siempre que ocurre recibo mensajes como ‘no pasa nada, tú estás por encima de todo eso’. Y sí, yo sé que estoy por encima de todo eso, pero también creo que forma parte de una realidad social que debemos abordar y examinar. Es un odio integrado en una parte de la sociedad”, agrega. Según el artista, es como si hubiera dos mundos, e incluso dos tiempos históricos, conviviendo y contemplando su trabajo desde extremos opuestos. “Cuando sales de la burbuja de gente que te quiere y que te sigue, ves que hay otra parte de la sociedad que vive en la caverna, llena de odio y homofobia. Es gente que no pertenece al flamenco, pero están ahí”.    

No obstante, Liñán asegura sentirse “tranquilo y emocionado por el cariño que recibo de un montón de gente, cada vez que ocurre algo así. Pero tengo que ser honesto y comprometido, y si tengo que decirle a la sociedad que la homofobia existe, lo voy a hacer, porque llueve sobre mojado. Yo ya hice mi reflexión al respecto en su día, y todo esto no va a influirme en nada, voy a seguir haciendo lo que sé hacer”.