
La extrema derecha gana concejales por toda Inglaterra y una nueva diputada a costa de conservadores y laboristas
Reform, el partido anti-europeo de Nigel Farage, desplaza a los ‘tories’ en ayuntamientos que ganaron mayoritamiente en 2021, logra su primera alcaldesa y gana un escaño más en el Parlamento nacional
La extrema derecha de Farage asciende ante la impopularidad de conservadores y laboristas en el Reino Unido
La extrema derecha de Nigel Farage ha conseguido en las elecciones locales de este jueves su primera alcaldesa, ha logrado concejales por toda Inglaterra a costa del Partido Conservador, y ha arrebatado al Partido Laborista un escaño en el Parlamento nacional vacante por la dimisión de un diputado condenado por dar un puñetazo a un ciudadano.
Las elecciones locales y la elección especial para el escaño de la Cámara de los Comunes eran la primera prueba para Reform, el partido de Farage, desde su ascenso en las elecciones generales del pasado julio, donde logró cuatro escaños de 650 y Farage se convirtió en diputado nacional por primera vez. Desde entonces, las encuestas sitúan a Reform hasta en el primer lugar en intención de voto en un electorado cada vez más fragmentado.
Las generales previstas para 2029 quedan todavía lejos y el sistema de voto favorece a los dos grandes partidos, pero los avances de la extrema derecha son simbólicos y darán todavía más espacio a sus políticos.
Reform ha logrado su primera alcaldía en Greater Lincolnshire, un nuevo súper ayuntamiento que incluye varias zonas en el centro de Inglaterra, con Andrea Jenkyns, antigua diputada del Partido Conservador que se pasó en las anteriores elecciones a Reform, y ha ganado por casi 20 puntos a su rival conservador. Reform va en cabeza en el recuento de concejales en elecciones que este mayo se jugaban en 23 autoridades locales en Inglaterra donde en 2021 habían ganado mayoritariamente los conservadores.
El partido de Farage también ha conseguido su quinto escaño en el Parlamento, que ocupará ahora Sarah Pochin, en la Cámara de los Comunes por Runcorn and Helsby, en el noroeste de Inglaterra. Esta victoria, sin embargo, ha sido sólo seis votos en lo que se considera la victoria más estrecha en la historia del Parlamento.
Sin precedentes
John Curtice, experto en encuestas de la Universidad de Strathclyde y analista para la BBC, aseguró este viernes en la radio pública que el avance de la extrema derecha “no tiene precedentes” en la política británica y que supone “una amenaza significativa para el dominio tradicional de los conservadores y los laboristas”.
A la vez, Curtice señala que nunca ambos partidos habían visto cómo los desafíos electorales llegaban “de todas las direcciones” ya que los liberaldemócratas y los verdes también han avanzado a costa de los dos grandes. El experto señala que, en parte, esto se debe a la desaparición de las alianzas tradicionales por estatus socio-económico en la política británica. Por ejemplo, el núcleo actual del votante laborista es ahora “el joven profesional de Londres” y no el obrero o “el minero” que antes representaba el votante tipo.
El resultados de estas elecciones es alentador para Reform, pero algunos expertos creen que aún es pronto para saber qué pasará de aquí a las elecciones generales de 2029, en particular por la fragmentación del electorado en un país acostumbrado al bipartidismo en la política nacional.
“Estamos viendo -inusualmente pero no sin precedentes- a los laboristas y a los conservadores hundirse simultáneamente en las profundidades de la impopularidad”, explica a elDiario.es Tim Bale, profesor de Políticas de la Universidad Queen Mary de Londres y autor de un libro sobre el Partido Conservador después del Brexit. “Sus niveles igualmente bajos de apoyo podrían ser ‘la nueva normalidad’, anunciando un sistema de partidos irremediablemente fragmentado, o podría ser algo temporal, con uno u otro de los dos grandes recuperándose a medida que se acercan las elecciones generales”.
Impopulares Badenoch y Starmer
El efecto inmediato de estas elecciones puede ser para la líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, elegida en noviembre y ya cuestionada por voces de su partido, que sigue perdiendo apoyos después de 14 años en el poder y el peor resultado de su historia en unas elecciones generales, en julio de 2024. Ahora apenas tiene el apoyo del 20% del electorado y casi el 60% de las personas que se identifican como conservadoras dudan de que Badenoch vaya a ser la primera ministra.
La líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, durante un discurso el 18 de marzo de 2025, en Londres.
“Nos va a costar mucho tiempo recuperar la confianza”, dijo este viernes el co-presidente del Partido Conservador, Nigel Huddleston, en una entrevista en la televisión ITV. “Kemi ya ha dicho que esto es un maratón, no un esprint”.
En caso de un desafío al liderazgo de Badenoch, uno de sus rivales será Robert Jenrick, más a la derecha que ella y que ha coqueteado con la idea de un acuerdo con Reform para aglutinar el voto. Jenrick dimitió del Gobierno de Rishi Sunak porque las políticas de inmigración no eran suficientemente restrictivas para su gusto y ha sido uno de los políticos más claros en el desafío a la legislación internacional para deportar migrantes. Ahora también es uno de los más contrarios a cualquier acercamiento del Reino Unido a la Unión Europea.
Si bien las elecciones locales no se jugaban en lugares especialmente favorables para los laboristas, algunos resultados también indican el castigo de los votantes al Gobierno nacional.
El primer ministro británico, Keir Starmer, ha perdido apoyos ante la opinión pública pese a su victoria con más de 400 diputados de los 650 de la Cámara de los Comunes hace menos de un año. La mitad de la población considera que es “incompetente” y sólo el 23% lo considera digno de confianza, según las últimas encuestas de YouGov.