
El presidente del lobby nuclear niega que las centrales fueran “una rémora” para recuperarse del apagón
Foro Nuclear no se atreve a afirmar que tener los reactores a plena marcha hubiera evitado la crisis: había varios apagadas por los bajos precios o recarga y los que había «aportaron firmeza» pero «no fue suficiente»
La nuclear de Almaraz no produce electricidad desde el apagón en plena ofensiva del PP contra su cierre
El presidente del Foro Nuclear, Ignacio Araluce, ha negado este martes que las nucleares fueran “una rémora” para la recuperación del sistema eléctrico tras el apagón del pasado 28 de abril, en respuesta a las declaraciones en las que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acusó a estas plantas de ser “más un problema que una solución” en esta crisis energética.
Según Araluce, fue “al revés, aportaron firmeza al sistema”, aunque “no fue suficiente”, en un momento en el que suministraban en torno al 10% de la electricidad. En un encuentro con la prensa para presentar los resultados del sector en 2024, el directivo no se ha atrevido a asegurar si el cero nacional se hubiera evitado de haber estado los siete reactores en marcha porque se desconoce qué falló: “No tengo ni idea de por qué fue el apagón. Ni yo, ni nadie”.
Ha señalado que los generadores diésel de las nucleares “pueden estar días” funcionando para autoalimentarlas “con absoluta seguridad” sin suministro eléctrico exterior. Durante la reposición del servicio, su consumo es “bajísimo”, de 20 MW por unidad “máximo”, para alimentar los equipos de seguridad y los convencionales, ya cuando se dispone de la red eléctrica.
El directivo ha reconocido que las nucleares apenas han aportado energía tras el apagón, que se produjo en un momento en que había tres plantas paradas por recarga (caso de Trillo) o porque los precios eran muy bajos o negativos: “Generaríamos a pérdidas y eso no tiene sentido”, decidieron no producir y Red Eléctrica (REE) lo autorizó.
En otras ocasiones con precios bajos no han parado porque había horas nocturnas con precios muy elevados. “Que se prevea un precio deprimido durante muchas horas y muchas horas” es un motivo para que pidan no funcionar. En el caso de Almaraz, “hay razones técnicas” para que todavía no haya arrancado pese a que la central aseguró un día después del apagón que REE le había pedido conectarse de forma “urgente”.
Araluce ha insistido en que hay tiempo para revertir el cierre de la planta extremeña, previsto para noviembre de 2027, pero “no se debe dejar para el último día”. Tras el apagón “sería lo lógico” “reflexionar” y prolongar su vida. El problema de los residuos que generan las nucleares “ya lo tienes” y va a generar “unos cuántos desechos más”.
El sector insiste en que el marco impositivo actual hacen insostenible la operación de los reactores: “Pagamos de media en tributos 18 euros/MWh” (impuestos nacionales y autonómicos) más la tasa Enresa para costear la gestión de los residuos y almacenamiento (unos 600 millones en 2024), que son 10,3 euros y “que no decimos que no tengamos que pagar”. Pero rechazan de plano la subida del 30% en vigor desde el año pasado para costear el nuevo plan de residuos nucleares, que “no obedece” a las propias centrales nucleares sino a un nuevo plan de residuos que “cambia” el esquema ante “la ausencia de un acuerdo institucional y social” para el almacén temporal centralizado (ATC).
Araluce ha defendido que los impuestos que pagan las plantas en otros países “son mucho más bajos” y que los tributos son también autonómicos porque “aquí no se libra nadie”: el de Extremadura es “muy alto” y el de Catalunya “el más alto de todos”, Castilla-La Mancha “no tiene” y en Valencia lo hay pero “mucho más bajo”. Se ha mostrado comprensivo con que la presidenta extremeña, María Guardiola, pida al Gobierno central que baje los impuestos a Almaraz mientras mantiene la ecotasa autonómica a la planta: “Lo que no puede ser, entiendo que es su posicionamiento, es que los baje Extremadura o Catalunya y el Gobierno central no”.
El presidente de Foro Nuclear ha pedido “que no se haga no competitivas a las centrales nucleares de manera artificial”. Ha subrayado que desde que en 2019 se pactó el cierre escalonado de los reactores han ocurrido muchas cosas en el mundo, que “se ha lanzado además de a las renovables, que son estupendas”, a “un renacimiento” de la nuclear. “Todo el mundo va por ese camino y hay uno, que es España, en Europa, que va por el camino contrario, de cerrarlo”.
Ha celebrado que hay “cierto diálogo entre el ministerio y las compañías” sobre una revisión del calendario de cierre y ha asegurado que “en general, empieza a haber un clamor” en contra del apagón nuclear. “Lo noto en el bar de enfrente” o “en un partido de fútbol”. En su opinión, “debe haber más tecnología y menos ideología” y “que haya posicionamientos políticos no lo entiendo” porque la energía involucra a “las cosas de comer”. Ha recordado que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que “no se está cumpliendo como estaba previsto”, prevé un almacenamiento “grandísimo” que solucionaría “varias cosas”, como que haya plantas vertiendo energía a precios cero que son “la ruina”.
Antes de reconocer que desconoce los motivos del apagón, ha subrayado que la nuclear “da una estabilidad y una firmeza al sistema muy importante”. “La red eléctrica es algo mucho más complejo” que defender una u otra tecnología. “Hay que mantener la tensión y la frecuencia en todo momento, tiene que haber centrales con una potencia de cortocircuito muy grande para prevenir oscilaciones” y la nuclear lo aporta porque “ofrece potencia firme inercial”.
Ante bajadas de la frecuencia de la red, derivadas de “un desequilibro entre generación y demanda”, los reactores “consiguen mantener la potencia a no ser que el corte sea tremendo” y “hacen la red muy estable”. “No quiero demonizar para nada a las renovables. Me parecen estupendas. Lo que pasa es que funcionan de una forma diferente” y hay que buscar “la mejor integración” de estas fuentes. “En cualquier caso, una potencia firme, como su propio nombre indica, le da mucha firmeza al sistema” y las nucleares “no inoportunan”.
En 2024 esta fuente, que ha recordado, no emite CO2, fue “como siempre” “importantísima” al cubrir cerca del 20% de la demanda con poco más del 5% de la potencia instalada. Se ha visto desbancada como primera fuente en los últimos años por la eólica al mantenerse estable su potencia frente al crecimiento de las renovables. Araluce recordó que los reactores producen “8.000 horas” al año frente a las 1.400 de la fotovoltaica y las 1.800 de la eólica, que “lo malo que tienen es que se concentra toda esa generación en unas horas”, especialmente en el caso de la solar.
“Para sustituir a la generación nuclear, tienes que tener una potencia eólica y fotovoltaica muy grande”. Además, los reactores ocupan un terreno “pequeño”, y “últimamente se oyen cantidad de voces de lo contrario”, del impacto “muy grande” desde el punto de vista “visual, de ocupación del terreno” de las renovables.