Las izquierdas andaluzas trabajan en unas primarias abiertas en septiembre con un censo común para elegir candidato

Las izquierdas andaluzas trabajan en unas primarias abiertas en septiembre con un censo común para elegir candidato

Los partidos que integran Por Andalucía estudian desde hace un mes la propuesta del PCA para elegir sus listas electorales creando un censo específico desde cero para las primarias. El primer objetivo es acordar una lista entre todas las fuerzas, pero recurrir a las primarias si no hay consenso

Los partidos de la izquierda andaluza fijan junio como horizonte para cerrar un primer acuerdo de coalición

Los partidos a la izquierda del PSOE que integran la coalición Por Andalucía avanzan en las negociaciones para conformar una candidatura unitaria y ya trabajan en un documento de primarias abiertas para elegir a un candidato común para las próximas elecciones. La idea que manejan las formaciones es activar una votación interna en la que participen todas las militancias en el caso de que fracasen las conversaciones para una lista pactada. Según los tiempos que manejan los partidos que forman parte de las negociaciones, el calendario podría convocarse a principios del verano con la idea de celebrar el proceso de elección en septiembre, con el arranque del curso político.

Las ejecutivas de esas formaciones tienen en sus manos desde el pasado 3 de abril el texto que ha impulsado el Partido Comunista de Andalucía (PCA), fuerza matriz de IU en Andalucía. Los partidos tienen que dar su visto bueno en los próximos días o plantear modificaciones. Algunas fuerzas como Iniciativa del Pueblo Andaluz ya han aprobado su apoyo al documento, a la espera de Movimiento Sumar, Verdes Equo y, sobre todo, de Podemos. La principal duda en todo este proceso es si el partido de Ione Belarra en Andalucía terminará integrándose en la nueva coalición.

Las conversaciones para esa alianza han avanzado sustancialmente en las últimas semanas, como contó este diario, y la idea de los partidos que componen el grupo parlamentario es no estirar las negociaciones más allá del verano. Las formaciones quieren armar una lista de consenso en las próximas semanas, aunque para eso lo fundamental es saber si estarán todos los partidos de la coalición. 

Podemos ya celebró hace meses las primarias para renovar su liderazgo en Andalucía. Salió vencedora Raquel Martínez, una candidata continuista tras el paso a un lado de Martina Velarde. Pero en el seno de Por Andalucía estaban pendientes de las resoluciones de la Asamblea Ciudadana Estatal que se celebró hace un mes en Madrid. El mensaje que salió de aquel congreso no fue muy esperanzador en cuanto a las perspectivas de una candidatura unitaria a nivel estatal que incluyera al proyecto de Yolanda Díaz. Aunque en los territorios las cosas pueden ser diferentes. 

Varias fuentes consultadas esperan que la propuesta de unas primarias acerque a Podemos a dar el visto bueno a participar en la candidatura. Aunque el objetivo principal es negociar una lista de consenso, la idea es que si ese acuerdo no llega se active el mecanismo de primarias. El borrador, adelantado por Público y al que ha tenido acceso este diario, contempla la creación de un censo nuevo que se abriría ad hoc para esas elecciones. 

La propuesta del PCA habla de unas primarias abiertas. Es decir, cualquier persona que cumpla ciertas condiciones mínimas podrá participar en el proceso con la simple inscripción en la web de la coalición. La idea es que haya dos tipos de votación. Uno para la candidatura a presidir la Junta de Andalucía y otras ocho para cada una de las circunscripciones provinciales. La votación podrá hacerse de manera online y también presencial para garantizar el derecho a voto a las personas sin acceso a medios digitales. Cada candidato debe reunir para poder presentarse al menos el 2% de avales del total del censo que se constituya para este proceso.

Un censo común de militantes e inscritos

Todo esto se realizará mediante un censo común que reagrupe a todos esos militantes, simpatizantes e inscritos de todos los partidos de la confluencia que deseen participar. Es decir, no se trata simplemente de volcar en una plataforma digital el censo de afiliados que ya tienen IU, los inscritos de Podemos, los de Movimiento Sumar o el resto de partidos. “No se obliga a un partido a fiarse del censo del otro, se crea una bolsa común partiendo de cero”, explican fuentes conocedoras del proceso.

El reglamento de las primarias abiertas propone crear una plataforma web de Por Andalucía y que cada partido movilice a sus bases para que se registre, con nombre y apellidos, todo el que quiera votar al candidato de la coalición a la presidencia de la Junta, y la lista de candidatos en cada una de las ocho provincias andaluzas. Esto obligaría a cada formación a movilizar a sus simpatizantes y militantes para que se impliquen en las primarias, con la idea de generar un clima de activación del electorado de izquierdas que sirva como impulso para la campaña.

El documento incluye una propuesta detallada sobre el método de votación de los candidatos. Se hará mediante el denominado método Dowdall, conocido porque fue el que utilizaron en su momento candidaturas populares como la de Ahora Madrid. De forma resumida, este sistema otorga un punto completo al primer nombre de cada lista, medio punto al segundo, un tercio al tercero, un cuarto al cuarto y así sucesivamente hasta completar todos los nombres de la lista. El sistema tiene una única corrección de género para garantizar que haya paridad en todas las listas. 

Además, según el borrador, “se deberá garantizar que al menos cuatro provincias son encabezadas por mujeres” y para ello “deberá existir un consenso entre las distintas candidaturas de cada provincia”. 

Los distintos sistemas

El método para ponderar las puntuaciones no es una cuestión nimia. En el pasado ya fue asunto de gran controversia en la conformación de candidaturas municipalistas o en las asambleas de Podemos para su Consejo Ciudadano. Actualmente, Izquierda Unida suele utilizar para sus procesos internos un sistema puramente proporcional, mientras que Podemos utiliza el denominado método Desborda, una actualización del clásico Borda, que premia más a los ganadores que Dowdall. 

IU quiere dejar resuelto todo antes de verano, ante el riesgo de que el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, decida disolver el Parlamento el próximo otoño y adelantar los comicios, que oficialmente no tocan hasta junio de 2026. Esa es una clave importante de la propuesta de primarias, pero la otra es clarificar de una vez por todas si Podemos entra en la ecuación y sigue siendo miembro de la coalición de izquierdas, o si decide salirse y concurrir en solitario.

El PCA entregó el reglamento de primarias a todos los partidos de la confluencia, pero es evidente que el gran aludido es Podemos. Movimiento Sumar, cuyo mayor referente en el territorio es la diputada Esperanza Gómez, aún no ha culminado su proceso para construir la nueva dirección andaluza. Su peso hoy es muy inferior al que tenía en 2022, con el liderazgo de Yolanda Díaz marcando el paso, e IU como referente de Sumar en Andalucía en aquel momento. Fuentes del partido aseguran que han recibido la propuesta y que están estudiándola para dar una respuesta en las próximas semanas.

IU también tiene que debatir el texto en sus órganos, pero al tratarse de una propuesta del PCA contará seguro con el apoyo total de la federación. “Andalucía tiene un papel clave en la construcción de un espacio político democrático y unitario. Desde IU apostamos por un proceso abierto y generoso, que nos permita avanzar en candidatura fuerte y centrada en mejorar la vida de la gente”, dijo su líder, Antonio Maíllo, sobre ese plan de primarias.

El partido Iniciativa del Pueblo Andaluz ha recibido con agrado la propuesta de primarias que, además, es “respetuoso con las minorías” y le permitiría pactar algún puesto de salida en las listas provinciales. “Lo importante de este modelo es que garantiza la máxima democracia”, señalan fuentes del partido consultadas por este diario.

Fuentes de Verdes Equo por su parte celebran que se abra un debate como este. “No solo respaldamos las primarias abiertas, sino que lo consideramos parte de nuestro ADN político”, defienden. Pero creen importante analizar bien el diseño concreto y señalan que el sistema de votación “no es un detalle menor”. “Algunos modelos permiten a una mayoría organizada influir de forma desproporcionada en el resultado, afectando así a la equidad del proceso”, apuntan, al tiempo que recuerdan que este proceso no va solo de listas de personas: “Sigue siendo necesario garantizar que haya representación efectiva de todos los espacios que forman parte del proyecto común”.

En cualquier caso, la formación ecologista considera que “el modelo actual basado en la simple correlación de militancias ha demostrado ser insuficiente”. “Si una coalición se estructura exclusivamente en torno a la fuerza numérica de una mayoría organizada, cabe preguntarse cuál es el sentido de integrar a los demás. ¿Solo para proyectar una imagen de pluralidad?”, se cuestionan las fuentes consultadas por este diario, que piden un enfoque distinto y la creación de un espacio político “cooperativo, basado en la colaboración, la confianza y el reconocimiento mutuo”.

La incógnita de Podemos

La incógnita sigue siendo Podemos Andalucía. Su líder regional, Raquel Martínez, lleva meses lanzando mensajes a favor de la unidad de las izquierdas y la continuidad del proyecto del grupo parlamentario Por Andalucía, que comparte con IU y Sumar. Martínez ha declarado públicamente que no se arriesgará a negociar la candidatura in extremis, como ocurrió en 2022, y ha reconocido el riesgo de que Moreno adelante los comicios a final de año. Pero su discurso no va acompasado con un acercamiento en la negociación con el resto de fuerzas para cerrar la candidatura única antes del verano, como viene pidiendo IU desde hace siete meses. El PCA hizo la primera oferta de coalición en octubre de 2024 y el coordinador federal, Antonio Maíllo, ya puso junio como línea roja temporal para terminar con este debate.

Con la propuesta de primarias abiertas, el PCA mete más presión a Podemos, pero también le ofrece dos caminos que conducen igualmente a la confluencia: o hay consenso de todas las fuerzas para elegir un candidato a presidente de la Junta y las listas en las ocho provincias andaluzas, o no hay consenso y van a unas primarias abiertas de censo único, y que gane el más fuerte.

Las primarias abiertas fueron el principal requisito que pusieron los de Belarra en las negociaciones para la candidatura estatal para las elecciones generales de 2023. Podemos rechazó acudir al lanzamiento de Sumar en Magariños sin un compromiso por escrito de que habría un proceso democrático para elegir la candidatura. Finalmente, el adelanto de los comicios por sorpresa no dejó tiempo material para celebrar unas primarias y la candidatura se gestó en unas durísimas negociaciones entre despachos que Podemos terminó firmando in extremis.

No obstante, IU ya hizo una propuesta similar a Podemos para las andaluzas de 2022. En aquel momento los morados rechazaron el sistema por los mismos recelos que hoy mantienen: porque el formato “permite que participe cualquiera, sea o no de izquierdas”, algo que para Ernesto Alba (líder del PCA) y Toni Valero (IU Andalucía) no representa una amenaza real.

Pero, sobre todo, porque la vertebración territorial de IU Andalucía, con 5.000 afiliados que pagan cuota y votan en sus propias primarias, es superior a los inscritos de los morados en esta comunidad. En el proceso interno del que salió elegida Martínez, el pasado diciembre, la dirección estatal de Podemos cuantificó 21.930 inscritos en Andalucía, pero al final solo participaron 3.217 (un 15%), de los que 1.288 apoyaron a la actual líder.

La decisión final tanto de Podemos como de partidos como Movimiento Sumar de participar en este proceso y cómo se tomará definitivamente en conversación con las direcciones estatales, puesto que estas elecciones, que podrían ser las primeras de todo el ciclo son vitales para el espacio de la izquierda. Un éxito en la confluencia andaluza podría abrir una nueva senda de entendimiento a nivel estatal y, por el contrario, un fracaso de las negociaciones, anticipar la división para las generales.