El papa Prevost, un elegido por Francisco para continuar su proceso

El papa Prevost, un elegido por Francisco para continuar su proceso

La teóloga argentina Emilce Cuda afirma que no cabe duda en afirmar que el nuevo Papa contaba con la confianza de Bergoglio

La Iglesia católica tiene nuevo Papa. Después de cuatro votaciones se ha conocido al sucesor de Pedro, pero podríamos decir que, en este caso, se ha conocido al sucesor de Francisco. El primer Papa latinoamericano tiene continuidad en alguien que fue creciendo en su vocación y en su vivencia eclesial en América Latina, concretamente en Perú.

La teóloga argentina Emilce Cuda afirma que no cabe duda en afirmar que el nuevo Papa “fue el elegido de Francisco”, con quien se reunía todos los sábados en Santa Marta. La teóloga subraya que “Francisco dio muchas señales que depositaba en él su confianza”, una afirmación que nace de su cercanía con el último pontífice, con quien trabajó directamente. De hecho, afirma, Francisco “lo puso en uno de los lugares claves de la Curia romana, que es el dicasterio de obispos”. A ello se une que fue nombrado cardenal obispo, lo que le hizo crecer exponencialmente en el escalafón del Colegio Cardenalicio.

La secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina insiste en el acierto de la elección, pues considera al nuevo Papa, su superior directo hasta la muerte de Francisco, “una persona de gran decisión, que no es fácil encontrar”. Cuda le define como alguien “de pocas palabras y quizás también poco expresivo, como todo norteamericano. Pero hay una distinción entre los latinoamericanos y los norteamericanos, unos sostienen con la palabra y otros con los hechos. Pienso que el cardenal Prevost tiene la virtud de poder sostener con las dos cosas”, subraya.

En ese punto, resalta que “a pesar de que algunos dicen que no tiene carisma, carisma no es solamente la capacidad de hacer un show a la media del público. Carisma es la capacidad de movilizar a las personas en una dirección y a una acción sin presión, sino justamente logrando esa conversión, el ir juntos”. Para la teóloga, tener esas características, “es lo que nos da la seguridad de que puede ir adelante con ese proceso que inició Francisco”. Eso porque “el Papa decía que había que hablar de procesos, había que iniciar procesos”.

La teóloga argentina recuerda los cuatro principios bergoglianos. “Cuando Francisco decía que el tiempo es superior al espacio, es que ese tiempo es un proceso. No se trata de ganar este espacio, sino de llevar adelante un proceso, que no se agota en una generación. Por eso él habla de un pueblo, porque es un pueblo que lleva adelante ese proceso. Pienso que el cardenal Prevost tiene la capacidad de llevar adelante ese proceso. No solamente por el deseo de continuarlo, sino porque también hay que tener la misma virtud de poder tomar la decisión en el momento correcto, como lo hacía Francisco”.

Una persona valiente

Entre las capacidades del nuevo Papa, Cuda resalta que “es una persona valiente”, algo que dice haber visto en varias ocasiones, “donde no tuvo miedo de tomar esas decisiones y hacerse cargo de las consecuencias que pudiese haber”. Junto con ello, le define como “una persona sensible, pero al mismo tiempo, es afectivo, que se ríe, que cuando uno le cuenta algo que es irónico, él rápidamente larga una carcajada. Cuando lo conocí no pensé que podía ser Papa, pero me llamó la atención esa frescura con la que espontáneamente se ríe de la ironía, de los chistes. Y eso habla de una persona espontánea, de una persona natural. Siempre tiene una sonrisa en la boca”.

Cuda dice que no se puede, ni se pretende, “hacer un culto de la figura de Francisco, como se ha hecho de otros pontífices, es seguir el proceso, lo cual implica un cambio también. Hay una continuidad en el proceso, pero la situación histórica cambia y ese proceso debe tener la flexibilidad suficiente para adaptarse a ese cambio histórico”. Por eso, no duda en decir que “el cardenal Prevost no es de los que va a hacer un culto de Francisco, sino que va a seguir ese proceso teniendo la capacidad de decisión para hacer los cambios o las modificaciones necesarias que requiera el conflicto histórico en cada momento”.

Analizando algunos de los últimos papados, la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina considera que “Pablo VI fue la persona indicada en un momento donde el socialismo llegaba a través del voto y la Iglesia tuvo alguien con la capacidad de dialogar con ese momento político histórico. Juan Pablo II viene de Polonia, un país comunista, y dio la batalla en ese momento histórico. El Papa Francisco viene de Latinoamérica, la cuna de los populismos, y tuvo la capacidad de manejar esas categorías y dialogar con los populismos”.

Siguiendo esa lógica de análisis, afirma que “hoy el mundo claramente se distribuyó de otro modo geopolíticamente, y creo que quien tiene la capacidad para dialogar con Estados Unidos, con su nueva fase, algunos lo pueden llamar imperial, yo lo llamo neofeudalismo, será un norteamericano el que puede hablar y entender esa lógica. Por eso concluye diciendo que “es la persona indicada para este momento de la historia”.

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