
La plaza mayor más grande de España y el mercado más antiguo están en el mismo pueblo
Este pueblo de Valladolid fue un centro clave del comercio medieval y el lugar donde murió Isabel la Católica
Qué ver en Valladolid: pequeña guía de la capital de Castilla y León
En el corazón de Castilla y León, en la província de Valladolid, encontramos uno de los pueblos más relevantes de la historia de España. Testigo de la muerte de Isabel la Católica, famoso por sus célebres ferias y custodio de dos récords únicos: la Plaza Mayor más grande del país y el mercado de abastos más antiguo en funcionamiento.
Hoy, esta villa vallisoletana combina su pasado medieval con una intensa vida cultural y patrimonial que la convierte en una visita imprescindible para los amantes de la historia, la arquitectura y las rutas monárquicas.
Un lugar clave para la monarquía española
El nombre de Medina del Campo aparece con fuerza en los libros de historia por un hecho trascendental: aquí murió Isabel la Católica en 1504, en el conocido como Palacio Testamentario.
Fue en este enclave donde la reina dictó su testamento, un documento que marcó el rumbo político del país. El palacio, hoy reconvertido en centro de interpretación, permite conocer de cerca los últimos días de la reina y su legado.
Pero Medina ya era mucho antes un núcleo estratégico. Durante los siglos XV y XVI fue uno de los centros comerciales más importantes de Europa gracias a sus famosas ferias, donde se popularizó la letra de cambio, precursora del actual sistema bancario.
La Plaza Mayor más extensa de España
Si algo llama la atención al llegar a Medina del Campo es su Plaza Mayor de la Hispanidad, una explanada rectangular rodeada de casas porticadas que ostenta el título de la más grande de España.
Durante siglos fue el corazón de la vida ferial, el lugar donde comerciantes de toda Europa se reunían para intercambiar mercancías, negociar contratos o asistir a espectáculos públicos.
Hoy, la plaza mantiene su vitalidad como espacio de encuentro y celebración. En sus alrededores se pueden encontrar bares, tiendas, y algunos de los principales monumentos de la villa, como la Colegiata de San Antolín, joya del gótico castellanoleonés con obras destacadas como la Piedad de Juan de Juni.
El mercado de abastos más antiguo del país
Uno de los tesoros más desconocidos de Medina del Campo son las Reales Carnicerías, el mercado de abastos más antiguo en activo de España, inaugurado en 1562. Este espacio renacentista de tres naves, construido sobre columnas de piedra, fue un símbolo de la prosperidad económica de la villa.
A día de hoy sigue siendo un mercado tradicional donde se venden productos frescos y es un lugar de referencia tanto para locales como para visitantes. Su conservación lo ha hecho merecedor de la distinción de Bien de Interés Cultural.
Castillos, iglesias y conventos que narran la historia
Otro de los grandes hitos arquitectónicos es el imponente Castillo de la Mota, del siglo XV. De estilo gótico-mudéjar, fue una pieza clave en la defensa de la villa y uno de los bastiones preferidos por los Reyes Católicos. En su interior se pueden visitar las antiguas mazmorras, recorrer su torre del homenaje y conocer más sobre su papel en la historia militar del reino.
El recorrido por Medina del Campo también pasa por el Museo de las Ferias, que rescata el esplendor comercial del pasado, o por el Convento de San José, fundado por Santa Teresa de Jesús. Además, la Iglesia de Santiago, el Palacio del Almirante y el Convento de Santa Clara completan una ruta monumental sin desperdicio.