Ultimátum del Podemos estatal a IU y a Sumar: salir de la Moncloa para reeditar su coalición electoral en Andalucía

Ultimátum del Podemos estatal a IU y a Sumar: salir de la Moncloa para reeditar su coalición electoral en Andalucía

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, responde a las primarias abiertas con censo único propuesta por el PCA para Andalucía con un órdago similar al que Teresa Rodríguez lanzó en 2022 para salirse del partido morado: romper con el Gobierno del PSOE y concurrir en solitario a las andaluzas

Las izquierdas andaluzas trabajan en unas primarias abiertas en septiembre con un censo común para elegir candidato

La dirección estatal de Podemos ha respondido, por primera vez, a la llamada de sus socios de coalición en Andalucía -principalmente IU-, que desde el pasado octubre tiene sobre la mesa la propuesta firme para reeditar su alianza de cara a las próximas elecciones autonómicas que tocan, como muy tarde, en junio de 2026. La respuesta es una suerte de ultimátum a IU y a Sumar: abandonar el Gobierno de Pedro Sánchez para preservar la coalición de izquierdas, que opera bajo la marca Por Andalucía.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha puesto este martes la responsabilidad sobre futuras candidaturas de unidad en los partidos de la coalición Sumar que forman parte del Ejecutivo central. “Quien tiene que tomar una decisión no es Podemos, son las fuerzas que forman parte del gobierno de la guerra y empujan un régimen de guerra”, ha dicho en declaraciones a la prensa.

Belarra se ha referido así a las preguntas sobre las negociaciones para una candidatura de unidad en Andalucía, un territorio donde no se trabaja para conformar una coalición de izquierdas, sino para mantener la que ya existe. El grupo parlamentario Por Andalucía, fruto de las negociaciones accidentadas que sellaron in extremis para los comicios de 2022, lo conforman IU, Movimiento Sumar, Podemos y tres grupos minoritarios: Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde. Pero los morados, que ocupan tres de los cinco escaños, figuran como independientes, porque las reticencias de Podemos a unirse a sus socios les hizo llegar tarde al registro de la Junta Electoral, quedándose formalmente fuera de la coalición.

Los principales partidos que forman Por Andalucía quieren tener las negociaciones para reeditar su coalición resueltas este mes de junio -nadie desea volver a pactar in extremis-, pero la principal incógnita, como en 2022, es Podemos. Hasta hoy, la dirección andaluza, que comanda desde hace apenas unos meses Raquel Martínez, ha manifestado públicamente su deseo de continuar con el proyecto, aunque ha enfriado “las prisas” de IU.

Pero Martínez ni ninguno de los diputados andaluces de Podemos ha escenificado una autonomía política al margen de las directrices de Madrid, que hoy, más que nunca, ha dejado claro que el futuro de su alianza política en Andalucía está condicionado por su estrategia estatal. A saber: por apartarse del Gobierno de Sánchez. “Toca mirar al futuro y pensar cómo vamos a acometer en España y en Andalucía las políticas para hacer crecer las fuerzas de la paz”, ha dicho Belarra.

Podemos Andalucía trabaja al unísono con sus socios de coalición en el Parlamento, comparte agenda y estrategias, incluso ha subido al resto de partidos al principal caballo de batalla contra el Gobierno de Juan Manuel Moreno: una denuncia interpuesta contra la Junta por el “fraccionamiento masivo e indebido” de contratos sanitarios con empresas privas, que ha dado pie a la apertura de una investigación judicial donde ya está imputado un directivo de la Consejería de Salud, y ha obligado a la Junta a admitir un posible delito de menoscabo de fondos y a personarse como “responsable civil subsidiaria”.

Sin embargo, cuando preguntan a Martínez en público por el calendario impuesto por IU para ratificar su alianza electoral en el próximo mes -o concurrir a primarias conjuntas con un censo único y nuevo para todas sus militancias en septiembre-, la líder andaluza de Podemos tira del discurso y la estrategia de la dirección estatal, y plantea las “incoherencias” de defender la paz pero ser permisivo con las guerras, aunque de este asunto no han registrado ninguna iniciativa en el Parlamento andaluz.

“Cualquier gobierno de la guerra va a encontrar la oposición de Podemos. Quien tiene que tomar una decisión y decidir dónde está son las fuerzas políticas que hacen parte de ese gobierno de la guerra”, ha insistido Belarra en relación al Ejecutivo que lidera Pedro Sánchez y en el que están, dentro de Sumar, además del partido de Yolanda Díaz, Izquierda Unida, Más Madrid y Catalunya en Comú.

Belarra ha dado un paso más este martes arrastrando directamente a la coalición de izquierdas andaluza en el juego de presión que viene ejerciendo desde hace meses contra Sánchez y Díaz. La secretaria general de Podemos responde así a las primarias abiertas con censo único propuesta por el PCA para Andalucía hace una semana, un órdago similar al que Teresa Rodríguez lanzó en 2022 para salirse de Podemos: la ruptura del Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, del que entonces era vicepresidente el líder estatal del partido morado, Pablo Iglesias.

En Andalucía, los partidos aludidos, los afectados, leen las palabras de Belarra con cierto “desánimo” y sensación de “déjà vu”. “Nos señalan la ruptura de un proyecto que empezó en 2022, a trancas y barrancas, pero hoy por hoy está consolidado y funciona bien. O eso, o espera que subiendo la apuesta volvamos a negociar la candidatura a cara de perro y en el último minuto, y por ahí no vamos a volver a pasar”, dice un dirigente de IU.

En materia de confluencias, Belarra ha subrayado que quien tiene que tomar una decisión “en este momento no es Podemos”, que se mantiene “donde ha estado siempre” a favor de la paz y contra el “belicismo”, sino que son las “fuerzas que están siendo parte” de un Ejecutivo “de la guerra”, en alusión a La Moncloa.

“Tienen que decidir si están por hacer crecer las fuerzas de la paz, por construir candidaturas por la paz o si van a continuar empujando el consenso de guerra desde ese Gobierno”, ha insistido, al ser preguntada por una posible reedición de la coalición de izquierdas en Andalucía. “No se puede estar en misa y repicando”, han valorado desde la formación morada, en alusión a la censura que hace IU en público sobre el gasto militar y, a la vez, su respaldo y seguimiento en el Gobierno.

El lunes, el secretario de Organización de Podemos, Pablo Fernández, ya enfrió las expectativas de culminar pronto con las negociaciones para una nueva alianza electoral en Andalucía al ligar su política de coalición con aquellos partidos que “se oponen al Gobierno de la guerra y del rearme”.

Mientras, IU y el PCA han trasladado a todas las formaciones que componen la marca ‘Por Andalucía’, incluidas Podemos y también Sumar (donde se ha integrado políticamente Más País Andalucía), una propuesta de primarias conjuntas para elegir al candidato a los próximos comicios autonómicos, previstos en 2026, y los integrantes de las listas por circunscripciones.

El presidente Moreno ha asegurado en público que su intención es agotar el mandato, disolviendo el Parlamento en el invierno de 2026 para convocar en primavera o verano del año que viene. Pero todas las fuerzas andaluzas están en modo electoral desde hace meses, ante el temor de que adelante los comicios después del verano. Todos los partidos tienen ya elegido a su candidato para las andaluzas, menos la coalición de izquierdas. Por el PP, Juanma Moreno; por el PSOE, María Jesús Montero; por Vox, previsiblemente su portavoz en el Parlamento andaluz, Manuel Gavira; y por Adelante Andalucía, también su portavoz José Ignacio García.

Este miércoles, en medio del volcán intrínseco a las negociaciones internas de las izquierdas, van a coincidir en Córdoba el líder federal de IU, Antonio Maíllo, y la eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad, Irene Montero. Será en un acto del colectivo Prometeo con la participación de otroas dirigentes, como Joan tarda, Pernando Barrena y Ana Miranda de BNG. Ambas partes han querido restar trascendencia al encuentro, pero los mensajes cruzados de los últimos días dibujan un escenario intenso.