
Un estudio en nueve hospitales avala la supervisión mediante ‘apps’ para reducir la mortalidad de enfermos cardíacos
La investigación liderada por el instituto catalán IDIBELL detecta un descenso del 70% de las crisis cardiovasculares en los pacientes crónicos que reciben una monitorización diaria a distancia
«El problema básico de todas las enfermedades del corazón es que comemos demasiado”
La supervisión a distancia y mediante una ‘app’ de los enfermos cardíacos puede ser decisiva para evitar ingresos hospitalarios e incluso para disminuir la mortalidad de los enfermos cardíacos más vulnerables. Lo constata un estudio en el que han participado una decena de centros sanitarios y que ha liderado el Hospital de Bellvitge e Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y el Centro de Investigación Biomédica en Red Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV).
El ensayo clínico, desarrollado entre 2018 y 2022 con 506 pacientes españoles, ha constatado lo que otros estudios parecidos venían apuntando a nivel internacional: la posibilidad de hacer seguimiento diario de los enfermos mediante apps y regular su medicación a distancia contribuye a rebajar la mortalidad. En el caso del estudio del IDIBELL, hasta un 54%. Además, las descompensaciones por insuficiencia cardíaca–crisis que suelen obligan a ingresar en el hospital–, se reducen hasta un 70%.
En datos absolutos, los fallecidos durante el estudio que estaban sometidos al programa de monitoraje y teleasistencia fueron 15, mientras que los que siguieron con el tratamiento convencional, 27.
Publicadas sus conclusiones en en la revista The Lancet Digital Health, el ensayo, bautizado como HERMeS, ha consistido en el desarrollo de una sencilla aplicación para móviles llamada eOSS (eHealth Based operative support system) que se ha distribuido a los 506 pacientes. Mediante ese sistema, el paciente debía enviar a diario y desde su casa una serie de datos biométricos (peso, tensión arterial, frecuencia cardíaca…) combinados con un cuestionario sobre su estado de salud.
A partir del análisis de los datos, realizado en el hospital, los médicos respondían ante señales de alarma también a través de llamadas o videoconferencias. Según los autores del ensayo, es la combinación de ambos aspectos (monitorización y atención a distancia) lo que ha podido diferenciar este de otros estudios internacionales y que ha proporcionado tan buenos resultados.
“La clave es que en general cuando el paciente comienza a encontrarse mal, probablemente ya llegamos tarde y no hay más remedio que hospitalizar; en cambio, si ganamos en proactividad a los mínimos síntomas de alarma, aunque al paciente le puedan pasar desapercibidos, entonces podemos actuar ajustando el tratamiento diurético”, explica Sergio Yun, experto en eHealth y uno de los investigadores como miembro de la Unidad Multidisciplinaria de Insuficiencia Cardiaca Comunitaria del Hospital de Bellvitge.
Se trata por lo tanto de una herramienta que permite la detección precoz de sospechas de descompensación cardíaca antes de que alforen los más evidentes, como son el hinchado de las piernas o los problemas respiratorios. “Si no lo detectas a tiempo, entonces el tratamiento diurético –las pastillas– no es suficiente y necesitas terapias endovenosas”, señala. “Estos datos refuerzan la necesidad de incorporar tecnologías de telemedicina en las guías clínicas de tratamiento de la insuficiencia cardíaca, especialmente en pacientes con alta vulnerabilidad”, añade Yun, que recuerda que la insuficiencia cardíaca afecta a más de un 2% de la población.
Otra particularidad del estudio es que seleccionaron a enfermos cardíacos crónicos considerados vulnerables. Es decir, aquellos que habían pasado por un ingresado hospitalario debido a algún episodio de descompensación al menos en el mes anterior. “Tras una alta post ingreso, el riesgo de nuevos eventos cínicos es alto, y este segmento de población se había estudiado poco”, afirma el doctor Yun.
Los centros de salud que han participado en el ensayo son nueve hospitales y una área básica de atención primaria. Además de Bellvitge, se trata de los hospitales Clínic de Valencia, Central de Asturias, Puerta del Hierro, Virgen de la Victoria, Manises, Arnau de Vilanova, Viladecans, Moisès Broggi, así como la Atención Primaria Delta del Llobregat.