
El gran incendio en la planta de Onaindia en Vitoria destapa incumplimientos en la gestión de residuos
La inspección posterior al fuego, que disparó los parámetros de partículas contaminantes en la atmósfera, destapa otras irregularidades, según la documentación oficial del Gobierno vasco
El gran incendio en las instalaciones de almacenaje de residuos de la empresa Onaindia de Vitoria arrojó durante unas horas en la capital vasca los peores indicadores de calidad del aire de toda Europa. En la documentación enviada al Parlamento Vasco por el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, a instancias de EH Bildu se concreta, por un lado, que el “máximo” de las partículas suspendidas en la atmósfera PM10 alcanzó los 217 µm por metro cúbico y las PM2.5 llegaron a 147 µm por metro cúbico. Y, por otro, el fuego ha permitido conocer también que la empresa estaba incumpliendo las actividades que tenía autorizadas.
En el caso de los contaminantes, el plan de calidad del aire de Euskadi fija el tope razonable en 50 µm por metro cúbico para las PM10. Sin embargo, es un valor límite que se ha de obtener con la media diaria y el Gobierno insiste en que ese “promedio” el 1 de abril fue de 41 teniendo en cuenta toda la jornada. Ocurre lo mismo con las segundas sustancias, las PM2.5, donde la referencia de alerta es 25 y se quedó la media diaria en 24. Durante algunas horas estuvo activada una recomendación para que en la ciudad se cerrasen las ventanas, particularmente en las zonas más próximas al suceso, registrado en los pabellones de Onaindia de Artapadura.
Datos sobre el incendio de Onaindia
La parlamentaria de EH Bildu Amancay Villalba registró una iniciativa a la luz de los valores “muy altos” de algunas mediciones de contaminantes en los momentos posteriores al incendio. “Además, los datos de los que dispone el Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad muestran algunas lagunas en determinadas horas, justo cuando los valores de PM presentaban una tendencia al alza”, abunda la representante abertzale ante la evidencia de que hubo un cierto ‘apagón’ en los datos coincidiendo con el incendio. El consejero Jauregi replica que la información es perfectamente pública. En la documentación entregada al Parlamento se señala también que “actualmente la normativa vigente en materia de calidad del aire no contempla la figura de un sistema de preaviso ante eventos de estas características”. Es decir, el Gobierno no realizó ninguna comunicación al Ayuntamiento.
Incumplimientos
Informe sobre incumplimientos en Onaindia
Onaindia tenía licencia para gestión de “residuos no peligrosos” y no está sometida a inspecciones periódicas. Eso sí, hubo dos visitas en 2021 y 2022 y otras tantas después del incendio. En ellas, se constatan incumplimientos. Jauregi ha facilitado copias de las actas de esas dos inspecciones de los días 2 y 4 de abril. En la primera, escrita a mano, el fuego todavía estaba activo. “Se aviva al dejar de verter agua sobre él”, escriben los inspectores autonómicos. Indican que en ese mismo momento estaban haciendo “mediciones de aire”. El informe no va mucho más allá.
En la segunda, habiendo pasado ya otras 48 horas desde el suceso, sí se hace un análisis más detallado. Se explica que los detectores de humo no fueron capaces de dar la alerta “debido a que la nave se encontraba muy ventilada”. Las cámaras detectaron el inicio del episodio a las 19.10 horas en un acopio de plásticos. Los Bomberos empezaron a llegar a las 21.00 horas y eso que el parque central de Vitoria está a apenas unos pocos metros de allí.
En ese momento, se trasladaron al vertedero público de Gardelegi algunos residuos allí acumulados. Aparecieron también “residuos peligrosos” tales como “baterías y bombonas de diferentes” tipos a la intemperie. El fuego estuvo a punto de afectar a neumáticos, según las fotografías que trascendieron en la misma noche de los hechos. En un mapa, la inspección revela hasta seis zonas con residuos “fuera del ámbito de la autorización”. El informe concluye también que en 2024 se superó la recepción de residuos autorizados ya que se gestionaron 51.071 toneladas. “Daremos contestación al requerimiento. Pero esto no tiene que ver con el incendio”, apuntan fuentes consultadas en Onaindia sobre este expediente. Desde la empresa agregan que entienden que les toca “minimizar al máximo” el almacenaje de residuos y estiman que los daños económicos en sus instalaciones podrían ascender a 500.000 euros. En 2024 ya hubo otro expediente sancionador, siempre según la documentación oficial.