
Las universidades avanzan hacia una selectividad más homogénea en toda España para 2026
La Conferencia de Rectores anuncia un acuerdo para «mejorar la equidad entre territorios» y establecer en la Evau «una estructura común basada en competencias, bloques compartidos de saberes básicos, criterios de evaluación y orientaciones comunes sobre aspectos formales y lingüísticos»
Así serán los exámenes de la nueva Selectividad 2025
Si se cumplen los anuncios de unos y otros, la Ebau (antigua Selectividad) de 2026 será la más homogénea a nivel estatal. La Conferencia de Rectores de Universidades Españoles (CRUE) ha anunciado este lunes un acuerdo para que los distritos universitarios del país (cada comunidad autónoma es uno) avancen hacia un examen lo más común posible. “El objetivo ha sido establecer, para todo el país, unas orientaciones comunes para las materias que integran las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) a partir de las pruebas de 2026”, explican los rectores.
“Estas propuestas –adelantadas por la Cadena Ser– recogen una estructura común de examen basada en competencias, bloques compartidos de saberes básicos, criterios específicos de evaluación y orientaciones comunes sobre aspectos formales y lingüísticos”, explica la CRUE. El examen no puede ser completamente homogéneo en toda España –como le gustaría al PP, por ejemplo– porque cada comunidad autónoma es responsable de aproximadamente la mitad del currículum que se enseña en sus centros, de manera que en cada región hay diferentes contenidos, pero la idea es avanzar en esa dirección todo lo que se pueda.
En cualquier caso, explican los rectores, el acuerdo “responde a la voluntad compartida de mejorar el procedimiento y garantizar unas condiciones más equitativas para todo el estudiantado”.
Una voluntad que también ha recogido el Gobierno en el diseño de los mínimos de la prueba. El Real Decreto en el que el Ejecutivo fijó las características básicas de la prueba recoge “una estructura, unas características básicas y unos criterios de corrección mínimos comunes para todo el territorio”. Para ello, propuso unas pautas de corrección para todas las comunidades, que incluye también que la parte ortográfica y gramatical o de estilo será evaluada con hasta el 10% de la nota (un punto por ejercicio).
Además, este curso será el del paso de la Ebau de siempre a un modelo que se adapte a la Lomloe y evalúe el aprendizaje competencial que esta propugna, aunque de momento lo hará de forma algo tímida.
A diferencia de lo que venía sucediendo en los últimos años, especialmente tras la pandemia, habrá menos optatividad en el examen. “Cada materia presentará un modelo único de ejercicio que se estructurará en diferentes apartados o bloques”, explicó la CRUE. En este cambio subyace la idea de que el alumnado se tenga que estudiar todo el temario, extremo que el modelo anterior no garantizaba al permitir elegir entre diferentes modelos de examen.
La prueba que propone la CRUE para este curso limita la parte competencial –la que se supone gran novedad– a un mínimo de entre un 20% y un 25% de las preguntas, pese a que el propio texto afirma que “las pruebas tendrán un diseño competencial para comprobar el grado de consecución de las competencias específicas de las materias de acceso y admisión”.
El Ministerio de Educación dejó también negro sobre blanco en su normativa básica que para todos los ejercicios los criterios de calificación y corrección incluirán, entre otros, parámetros que permitan valorar aspectos como la adecuación a lo solicitado en el enunciado, la coherencia, la cohesión y la corrección gramatical, léxica y ortográfica de los textos producidos, así como su presentación. Además, la valoración correspondiente a esos elementos de coherencia, cohesión, etcétera deberá contar como poco el 10% de la calificación (un punto) de la correspondiente pregunta o tarea.