Gloria Guevara: «Las restricciones, ya sean comerciales o migratorias, limitan el crecimiento»

Gloria Guevara: «Las restricciones, ya sean comerciales o migratorias, limitan el crecimiento»

Exsecretaria de Turismo del Gobierno mexicano, aspira a ser la primera mujer al frente de ONU Turismo: para ello cuenta con el respaldo de empresas españolas como Meliá, Barceló o Iberostar

Sheikha Al Nowais: “El turismo puede aumentar la desigualdad si no se gestiona con cuidado”

Entre el 29 y el 30 de mayo, la organización de Naciones Unidas enfocada en el turismo tendrá que decidir quién la dirigirá durante los próximos años. La retirada del hasta ahora secretario general, el georgiano Zurab Pololikashvili, quien aspiraba a un tercer mandato, abre el paso a que ONU Turismo pueda estar dirigida por una mujer por primera vez en su historia. Hay dos candidatas sobre la mesa. Por un lado, la emiratí Sheikha Al Nowais. Por otro, la mexicana Gloria Guevara.

Ex secretaria de Turismo de su país, bajo la presidencia de Felipe Calderón, Guevara ha sido en los últimos años presidenta y consejera delegada del World Travel & Tourism Council (WTTC), la principal asociación empresarial del sector, y asesora del Gobierno de Arabia Saudí. Su candidatura cuenta con el respaldo de empresas españolas, como Meliá, Barceló o Iberostar y de multinacionales globales como Hyatt, Hilton, Marriott o Uber. 

Usted tiene una trayectoria profesional en turismo donde aúna la experiencia en la gestión pública con la privada. ¿Qué cree que puede aportar su perfil a la Secretaría General de ONU Turismo?

Mi experiencia probada en el sector público, privado y en organismos internacionales me da una perspectiva integral, la cual respaldará el trabajo que realizan los Estados miembros para promover el crecimiento nacional y la prosperidad compartida en sus comunidades. Conozco los retos de los gobiernos y las necesidades de las empresas. Eso me permite tender puentes, generar consensos y transformar estrategias en acciones reales en materias tan importantes como la atracción de inversiones, desarrollo de capacidades y mitigación de riesgos, que es justo lo que ONU Turismo necesita actualmente.

¿Cree que es el momento de que ONU Turismo esté dirigido por una mujer y, en su caso, una mujer latina?

El liderazgo debe basarse en mérito, visión y resultados, pero también es momento de que la organización más importante del turismo, a nivel global, refleje la diversidad del mundo que representa. América Latina tiene mucho que aportar a las mejores prácticas mundiales y, en la región, como en todo el mundo, las mujeres juegan un papel clave en esta industria. En la tarea de amplificar el crecimiento del turismo y sus beneficios sociales, las mujeres sabemos caminar de la mano de los hombres para superar retos y consolidar logros. Liderar desde la inclusión es, para mí, el camino hacia un progreso real y compartido.

¿Cuáles son sus objetivos para este cargo? ¿Cómo debe transformarse ONU Turismo para adaptarse mejor a la realidad de este sector?

Mi objetivo es claro: hacer que ONU Turismo sea más relevante, transparente y orientada a resultados de crecimiento para los países miembros. Hay que pasar de las declaraciones a la acción, con foco en crecimiento inclusivo, sostenibilidad, transformación digital y resiliencia. La organización debe ofrecer valor real y medible a los Estados que la integran. Para ello, será necesario la colaboración de los actuales ministros de Turismo, que seguirán teniendo un lugar en ONU Turismo una vez que dejen sus cargos, porque es vital su experiencia en la asesoría de los proyectos que desarrollaremos para generar prosperidad amplia y compartida.

Implementaré auditorías independientes, reportes periódicos y un diálogo continuo con los Estados miembro

Usted ha sido muy crítica con la falta de transparencia en ONU Turismo, en cuanto a sus presupuestos, sus gastos y cómo ejercer la labor de esta organización de Naciones Unidas. ¿Cómo busca hacerla más transparente?

La transparencia es la base de la confianza. Implementaré auditorías independientes, reportes periódicos y un diálogo continuo con los Estados miembros. Es una cuestión de gobernanza, pero sobre todo, de credibilidad y servicio público.

Para esta elección tiene el respaldo de España y de empresas españolas, así lo han mostrado, por ejemplo, el presidente de la hotelera Meliá. ¿Qué supone para usted este respaldo?

Es un honor recibir el respaldo de un país líder en turismo como España y de referentes del sector como Meliá. Ese apoyo confirma que mi visión es compartida y refuerza mi compromiso con una gestión abierta, colaborativa y orientada a resultados.

¿Cree que España es un ejemplo a seguir para otros países que están desarrollando su industria hotelera? ¿Qué pueden copiar otros países de España y qué deberían evitar de su modelo?

España ha demostrado que la colaboración público-privada y la planificación a largo plazo dan resultados. Pero cada país debe adaptar las buenas prácticas a su realidad. Lo importante es evitar la dependencia excesiva, diversificar la oferta y siempre priorizar el impacto social y ambiental.

Usted ha hablado de la necesidad de regular las viviendas turísticas. En España tenemos un problema con este tipo de alojamientos. ¿Cómo cree que hay que regularlas?

Con normas claras, equilibradas y basadas en datos. No se trata de frenar la innovación, sino de garantizar competencia justa, proteger a los residentes y preservar la esencia de los destinos. La clave está en adaptar las soluciones al contexto local con visión de largo plazo.

La saturación turística es un reto real. Las tasas pueden ser útiles si forman parte de una estrategia más amplia que incluya gestión inteligente de flujos

Y cómo ve el problema de la saturación. Hay destinos, como Venecia, que están apostando por las tasas turísticas. ¿Cree que son una solución?

La saturación turística es un reto real. Las tasas pueden ser útiles si forman parte de una estrategia más amplia que incluya gestión inteligente de flujos, descentralización de la oferta y participación de las comunidades. El turismo debe enriquecer a los destinos, no saturarlos.

Vivimos en un momento de incertidumbre global, económica y política. ¿Cree que la guerra arancelaria y los problemas y las barreras migratorias van a suponer un problema para el desarrollo del turismo?

El turismo depende de la apertura, la paz y la cooperación. Las restricciones, ya sean comerciales o migratorias, limitan el crecimiento. ONU Turismo debe ser una voz fuerte en defensa del diálogo, la movilidad y la colaboración internacional.

Otro problema es el cambio climático y cómo el turismo y la industria turística impactan en el medio ambiente. ¿Cómo cree que hay que actuar en este ámbito? ¿Y cómo evitar el ‘greenwashing’, que se haga pasar por sostenibles actividades que, en realidad, no lo son?

La acción climática debe ser un eje central en la agenda del turismo. El sector no puede ser parte del problema, tiene que ser parte activa de la solución. Necesitamos estándares claros, métricas reales y compromisos verificables. Para evitar el ‘greenwashing’ debemos pasar de las promesas a los resultados y respaldar a quienes realmente están transformando sus operaciones hacia modelos sostenibles y resilientes.