«¿Y si trabajamos sólo cuatro días?»: un pequeño pueblo de Cádiz, pionero en aplicar la semana reducida

Cada diciembre el alcalde de Zahara de la Sierra (Cádiz), Santiago Galván, convoca a la treintena de funcionarios municipales a una cena de Navidad. Entre brindis, anécdotas y recuerdos del año transcurrido, el micrófono va pasando hasta que llega a manos del alcalde. Lo habitual: repasar lo logrado, celebrar los aciertos, compartir propósitos. Y fue en esta última cena cuando Santiago Galván hizo el anuncio. “¿Y si trabajamos solo cuatro días a la semana?”, se preguntó en voz alta como objetivo de 2025. Este deseo navideño acaba de hacerse realidad esta semana.

En verdad, la idea no fue un capricho de una noche ni una idea surgida de repente. Galván, economista de formación, había trabajado en el sector privado, en un gran holding con 17 empresas donde se trabajaba a destajo desde el amanecer hasta el anochecer. “Los viernes por la tarde eran un velatorio”, recuerda. Ya había profundizado entonces en los efectos que las condiciones laborales tienen en la salud, la motivación y el rendimiento.

Desde 2019 es alcalde por el PSOE de Zahara de la Sierra, un pequeño pueblo blanco de la sierra de Cádiz, de 1.400 habitantes, rodeado de montañas, en el corazón del Parque Natural de Grazalema, y considerado uno de los más bonitos de España. Pensó casi desde el principio en ir implantando medidas para hacer más felices a los trabajadores municipales, y ha sido desde que fue reelegido en 2023 cuando maduró aún más la idea hasta hacerla pública en la cena de Navidad. “Las empresas que han implantado la jornada de cuatro días están funcionando mejor, ¿por qué no intentarlo en lo público?”, pensó.

“Lo importante es cumplir objetivos, no calentar la silla”

Durante casi un año estudió la viabilidad, departamento por departamento. Lo consensuó con el comité formado por representantes de UGT y CSIF. Midió carga de trabajo, habló con técnicos, diseñó turnos. El resultado se ha conseguido implantar desde este lunes. Los empleados del Ayuntamiento de Zahara pueden acogerse a una jornada laboral de cuatro días sin reducción de sueldo y con más presencia en las tardes.

“No es trabajar menos, es trabajar de otra forma”, repite Galván. El sistema funciona con turnos: unos libran los lunes, otros los viernes. A cambio, hacen una tarde más. No sólo es bueno para los trabajadores, sino que los servicios públicos están activos ahora más tiempo. “Antes el ayuntamiento solo abría por las mañanas, ahora también hay servicio por la tarde. Ganamos todos: el trabajador, que descansa más, y el ciudadano, que tiene más horarios de atención”.

Santiago Galván, el alcalde, propuso la idea en la copa de Navidad.

Afecta a todos los puestos: auxiliares, administrativos, técnicos, personal de limpieza, jardineros… En algunos departamentos con varios trabajadores es más fácil. En otros ha habido que ajustarlo. “Todo se puede medir. ¿Cuántos metros cuadrados limpia una trabajadora? ¿Cuántas llamadas atiende un auxiliar administrativo? Lo importante es cumplir objetivos, no calentar la silla”.

La reducción de horas es voluntaria. Ha sido bien acogida, aunque algunos han preferido esperar a ver cómo funciona o aguardar a después de verano porque tienen hijos y prefieren no tener que trabajar por la tarde para estar con ellos en vacaciones. El propio ayuntamiento ha reforzado su campus de verano, que por 30 euros ofrece piscina, juegos y clases de inglés durante toda la mañana. “Queremos que trabajar mejor también signifique vivir mejor”, subraya el alcalde.

“Sólo hay que tener voluntad”

Desde que se anunció oficialmente, la iniciativa ha tenido una enorme repercusión mediática, y también política, por ser la primera administración en España que aplica esta medida. Ha recibido llamadas de otros alcaldes, mensajes de compañeros de partido, interés incluso desde el Congreso de los Diputados. “Me piden que les pase el modelo, que les cuente cómo lo hemos hecho”.

Galván, cuyo nombre ha sonado como futuro candidato a la alcaldía de Jerez, la ciudad más habitada de la provincia de Cádiz, cree que la medida implantada en Zahara de la Sierra sería incluso más fácil de aplicar en administraciones más grandes. “En ayuntamientos con más personal, es aún más fácil organizar turnos. Sólo hay que tener voluntad y hablar con la plantilla”.

A quienes alertan de riesgos financieros o la posible quiebra que puede conllevar esta reducción de horas, como ha hecho la patronal, el alcalde responde con datos. En 2019, cuando tomó posesión, Zahara arrastraba casi dos millones de euros de deuda. Hoy no llega a 800.000. “Y seguimos bajando. La clave está en gestionar con sentido común, y eso también pasa por cuidar a quien trabaja contigo”.

También tiene palabras para quienes se mofan de la medida al asegurar que es otra maniobra de los funcionarios para esquivar sus responsabilidades. “Esto no va de trabajar menos”, remacha Galván, “va de trabajar mejor”.