
Por qué cuidar de las plantas tiene tantos beneficios (a pesar del trabajo que cuesta)
Cuidar de las plantas no solo beneficia el medio ambiente y la vida silvestre; también es bueno para las personas, según un importante número de investigaciones
La planta que perfuma la casa, ahuyenta los mosquitos y puedes cultivar en maceta
Las plantas son una forma fácil de hacer que cualquier espacio de nuestro hogar que podría ser aburrido se convierta en un lugar más acogedor porque le dan un toque decorativo y, además, hacen que parezca más natural. Y esto, para quienes no tienen un espacio verde exterior, es una manera fácil de disfrutar de la naturaleza.
Pero, además de ser bonitas, las plantas de interior tienen otras ventajas: cuidar de ellas aporta mejoras en nuestra sensación de bienestar. Cada vez hay más evidencia científica que demuestra los distintos beneficios para la salud, tanto física como mental, asociados con el cuidado de plantas. Y lo mejor es que no necesitamos ser unos expertos para disfrutar de todos los beneficios.
Plantas, ¿compañeras de salud?
La ciencia respalda algo que los amantes de las plantas valorarán muchísimo: cuidar de ellas nos aporta beneficios, tanto físicos como mentales. Desde purificar el aire hasta ayudar a la concentración. Como veremos, no debemos subestimar el valor de las plantas de interior. ¿Cuáles son los motivos por los que es importante incluir plantas al diseñar nuestras casas y cuidar de ellas?
Mejoran el aire
Gracias a la fotosíntesis, las plantas absorben el dióxido de carbono del aire y lo sustituyen por oxígeno. Por tanto, las plantas de interior pueden contribuir a mantener el aire de nuestra casa limpio y rico en oxígeno, lo que resulta excelente para la salud respiratoria. Y ahora nos vamos al espacio para encontrar un estudio, esta vez realizado por la NASA, para encontrar conclusiones que dicen que las plantas de interior pueden revitalizar una habitación y mejorar la calidad del aire, en concreto, la investigación habla de que pueden eliminar hasta el 87% de las toxinas del aire en 24 horas.
Pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad
Las plantas son relajantes. La ciencia afirma que tenemos un instinto innato para conectar con la naturaleza. Lo demuestra un estudio publicado en Journal of Physiological Anthropoloy según el cual, las personas que cuidan de las plantas se sienten cómodas y tranquilas, y su presión arterial baja. Los hallazgos de esta investigación sugieren que las plantas de interior pueden reducir el estrés fisiológico y psicológico, una conclusión a la que llegan tras observar una clara conexión entre estar rodeados de plantas con la mejora de los niveles de cortisol en el cuerpo.
También se ha demostrado que la jardinería mejora la atención y ayuda a reducir el estrés; algunos de estos beneficios cognitivos puede proceder simplemente de estar en contacto con la naturaleza.
Y a mejorar la concentración y atención
Algunas investigaciones sugieren que la vegetación que aportan las plantas es reparadora y aumenta la capacidad de concentración de adultos y niños. En este estudio, los expertos asignaron a estudiantes de primaria una planta artificial, una natural, una foto de una planta o ninguna planta. Solo quienes estuvieron con una planta real y la cuidaron experimentaron mejoras en la concentración y la atención. Otras investigaciones sugieren que los niños que están en aulas con una pared de plantas verdes obtienen mejores resultados en pruebas de atención selectiva.
Trabajar con plantas puede ser terapéutico
Para algunas personas que tienen alguna enfermedad mental como depresión, ansiedad o demencia, cuidar de las plantas puede ayudar aumentando la sensación de bienestar.
Además, y de acuerdo con una revisión sistemática general publicada en Neuroscience and Biobehavioral Reviews, hay una cierta asociación particularmente fuerte entre la actividad física baja y moderada, incluyendo la jardinería, y la prevención de complicaciones de salud mental. Incluso la simple presencia de plantas de interior, sin más, puede contribuir a una mejora de la salud mental y física, de acuerdo con este esta revisión de 42 estudios en personas que realizaban actividades en habitaciones con o sin plantas.
Cómo cuidar de las plantas de interior
No hace falta ser expertos, existen muy buenas opciones de bajo mantenimiento que nos alegrarán el espacio y nos mantendrán un poco ocupados.
No hace falta ser grandes especialistas cuando se trata de cuidar de nuestras plantas de interior ya que existen muy buenas opciones de bajo mantenimiento que nos alegrarán el espacio y nos mantendrán un poco ocupados. Las crasas o suculentas son plantas comunes de bajo mantenimiento que sobreviven bien en interiores si se mantienen alejadas de corrientes de aire en una zona de la casa con luz. El filodendro también resiste bien el frío dentro de casa. El poto es otra planta de interior de bajo mantenimiento, así como las flores de Pascua, que no requieren humedad todo el tiempo.
Para que crezcan sanas, uno de los requisitos es que tengan la luz adecuada: unas necesitan más que otras, así que deberemos asegurarnos, y si hace falta buscar consejo, para saber qué tipo de luz necesita una planta. Lo mismo ocurre con la humedad y las corrientes de aire. Es posible que tengamos que mover la planta alguna que otra vez antes de encontrarle el mejor lugar.
Uno de los grandes enemigos es, contrariamente a lo que suele pensarse, el exceso de riego. Una manera de saber si una planta necesita riego o no es revisar la tierra con un dedo para ver si está seca. Cualquier señal de que la planta no está sana es, muchas veces, un indicador de que está recibiendo demasiada agua. Si queremos evitarlo podemos comprobar que la maceta tenga agujeros de drenaje en el fondo, fundamentales para que el exceso de humedad pueda salir. Si es posible, podemos usar el agua de la lluvia para regarlas.
Es importante también exponerlas un poco al aire fresco ya que consumen dióxido de carbono del este para crecer y liberan oxígeno a cambio. La poda es otro factor clave: retirar las hojas o ramas muertas permite que broten nuevas hojas en su lugar. Si las observamos bien, en algún momento pueden darnos señales —crecen raíces sobre la tierra o a través de los agujeros de drenaje del fondo— de que tenemos que trasplantarlas.