Ejecuciones a tiros y una persecución mortal: la violencia del crimen organizado repunta en la Costa del Sol

Ejecuciones a tiros y una persecución mortal: la violencia del crimen organizado repunta en la Costa del Sol

El Gobierno andaluz reclama al central un refuerzo de la seguridad tras el asesinato de dos escoceses a la puerta de un pub en Fuengirola y la muerte de tres atracadores y un policía en Torremolinos

Cuatro muertos, uno de ellos policía, en una persecución por un robo en Málaga

Dos episodios aparentemente inconexos en menos de una semana han vuelto a poner bajo la lupa la criminalidad en Málaga y la Costa del Sol y el riesgo que supone para la población. El sábado un encapuchado ajustició a dos ciudadanos escoceses en Fuengirola. Y este jueves, antes del amanecer, tres atracadores acabaron una persecución embistiendo en dirección contraria el coche de un subinspector de policía de 48 años que regresaba de su turno de noche. Los cuatro murieron en el accidente.

Pedro Fernández, delegado del Gobierno central en Andalucía, apuntó a “atracadores de Europa del Este” como responsables del accidente, mientras el Gobierno andaluz remarcaba el mensaje que trasladó tras los asesinatos en Fuengirola: urgen refuerzos para atajar la violencia creciente de grupos organizados en la zona.

La tipología y los autores no tienen relación aparente, pero la continuidad de hechos alimenta la tesis de que la zona es cada vez más insegura y abona el terreno para la gresca política, con los alcaldes de la costa malagueña y la Junta de Andalucía (en manos del PP) apuntando al Gobierno central por la supuesta carencia de medios.

Además de estos dos sucesos mortales, en apenas mes y medio se han producido al menos media docena de incidentes graves con armas de fuego. Por ejemplo: un hombre fue acribillado en Mijas al salir de un partido de fútbol; varios discutieron a tiros en una discoteca de Puerto Banús; un padre y sus dos hijos mataron a un hombre e hirieron a su madre en Humilladero; ha habido reyertas con armas de fuego en Portada Alta y Carretera de Cádiz, en Málaga capital. A todos subyace el hecho de que abundan más que nunca las armas, y se usan.


Cuatro muertos, uno de ellos policía, en una persecución por un robo en Málaga

Bronca política

Este mismo jueves, apenas pasadas unas horas del accidente mortal, Carolina España (portavoz del Gobierno andaluz) sugirió que Fernando Grande Marlaska, ministro del Interior, no se toma en serio el problema y opinó que “se le ha ido de las manos”. España lamentó que estos sucesos crean una “enorme inseguridad y están dañando la imagen de nuestra tierra”.

La criminalidad en la Costa del Sol ya provocó una bronca política a principios de semana, cuando la alcaldesa de Fuengirola Ana Mula pidió policías “especializados”. El subdelegado en Málaga, Javier Salas, la acusó de colarse en una reunión técnica entre cuerpos policiales para “salir en la foto”. Hay un malestar latente entre los alcaldes, todos del PP, porque entienden que el Gobierno evita inversiones esenciales (transporte e infraestructuras hidráulicas) en una zona en continuo crecimiento, y ahora se suma la petición de un refuerzo policial.


Reunión de la alcaldesa de Fuengirola con mandos de la Policía Nacional y Local

Desde el Gobierno central subrayan la efectividad del Plan Costa del Sol, puesto en marcha en abril del año pasado para atajar las balaceras protagonizadas por bandas internacionales, y observan que, a diferencia de lo que pasó en 2024, la mayoría de los tiroteos recientes (a excepción del de Fuengirola) no son ajustes de cuentas de estos grupos criminales, sino que obedecen a una casuística variada, como reyertas de clanes locales, rencillas personales o disputas vecinales.

Sin embargo, los dos últimos episodios sí tienen en común el protagonismo de criminales extranjeros. La Costa del Sol es vista como una especie de “ONU de las mafias”, donde pululan elementos de origen albanés, marroquí, serbio, escandinavo, ruso y de casi cualquier lugar del mundo, aprovechando para el negocio las buenas comunicaciones internacionales y la cercanía a Gibraltar y al norte de África. Fuentes penitenciarias explican que cárceles como la de Alhaurín de la Torre acogen una desproporcionada representación de este tipo de recluso, con el riesgo de conflicto o de fuga en los desplazamientos a los juzgados.

Mientras, los juzgados no dan abasto. En una comparecencia ante el Parlamento Andaluz este martes, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), Lorenzo del Río, pidió un aumento de juzgados y jueces en la Costa del Sol y Campo de Gibraltar ante el “claro” aumento de la “criminalidad violenta”. Puso el ejemplo de Marbella, con cinco juzgados de instrucción que deben asumir una ingente cantidad de papeleo (comisiones, euroórdenes, órdenes de protección, órdenes de investigación europeas) o los de Estepona, donde hay seis juzgados mixtos, cuando haría falta al menos ocho o nueve y especializados.

Preocupación por la imagen de la Costa del Sol

El tiroteo del sábado ocurrió en la terraza y el interior de un pub irlandés del paseo marítimo a las 23:30, mientras se celebraba la final de la Liga de Campeones. Se han producido tiroteos a plena luz del día, en lugares muy concurridos, y empieza a asumirse que es cuestión de tiempo que alguna bala perdida acabe dañando a quien solo pasaba por allí.

Al Ejecutivo andaluz y a los alcaldes les preocupa el asunto, “no solo por lo que supone de imagen para nuestro turismo, sino también por tener que lamentar, cómo no, esas pérdidas de vidas humanas”, aclaró Carolina España. “No es solo en Málaga, lo hemos visto en Cádiz, lo hemos visto en Sevilla con las narcolanchas”, añadió la portavoz del Gobierno andaluz, a pesar de que los dos incidentes han ocurrido en Málaga. También el presidente Juan Manuel Moreno aludió el lunes al Campo de Gibraltar.

Apuntar sólo a Málaga como foco del problema es señalar a la joya de la corona del turismo andaluz a las puertas de la temporada veraniega. Lo cierto es que el balance de criminalidad que elabora el Ministerio del Interior refleja un aumento de criminalidad del 3,9% en esta provincia en 2024 y, sobre todo, un notable incremento de los homicidios dolosos y asesinatos: de 15 en 2023 a 22 en 2024 (+46,7%). También aumentaron las tentativas, 64, un 14,3% más. Las cifras, en cambio, reflejan estabilidad en Cádiz: 12 homicidios dolosos y asesinatos tanto en 2023 como en 2024.

Sin aportar cifras concretas, fuentes de Subdelegación inciden que se había logrado una aparente calma tras aplicar el Plan Costa del Sol, que llevó a la detención de gran parte de los implicados en los tiroteos de 2024. Sin embargo, los datos del balance no recogen la sucesión de tiroteos de las últimas fechas.

La ejecución por un encapuchado

Entre el pub Monaghan’s, en el paseo marítimo de Fuengirola, y la farmacia Rodulfo, en el barrio Puerto de la Torre de Málaga capital, hay apenas 30 kilómetros. Son los dos escenarios que han sacudido el entusiasmo pre estival. El sábado, un encapuchado bajó de un coche con una pistola, apuntó al pecho de un hombre en la puerta del local y lo mató de un tiro. Después entró al pub y persiguió al otro mientras lo baleaba y los parroquianos buscaban refugio. Luego huyó.

Los dos fallecidos son Ross Monaghan y Eddie Lyons Jr., a quienes la prensa británica rápidamente vinculó con la mafia escocesa. Se habían refugiado en la Costa del Sol tras sobrevivir a sendos intentos de asesinato en Escocia. También aquí los buscaron, aunque no hay datos que vincule su ejecución con la guerra de clanes que estos meses asola Glasgow y Edimburgo, según los medios británicos.

La crónica de la BBC muestra el desconcierto del reportero por cómo se gestiona el suceso en España, y cómo esto ya afecta a la imagen de la Costa del Sol. “Los turistas, ‘asustados’ por las surrealistas consecuencias del tiroteo entre bandas” (Holidaymakers ‘frightened’ in surreal gang shooting aftermath) es el titular de la pieza, en la que el reportero dice no entender cómo 36 horas después del tiroteo el pub no está acordonado ni hay signos de investigación policial.

“En el país de origen de los dos hombres que fueron asesinados a tiros, el caso estaría clasificado como homicidio de ”categoría A“ de alto nivel y el bar permanecería sellado y patas arriba durante días”, señala el texto. “Pero sin duda es un error suponer que la falta de presencia visible implica falta de interés por parte de la Policía Nacional española”, concede luego.

El atraco de una farmacia por “europeos del este”

Horas después del intento de atraco, tampoco había presencia policial visible en la farmacia Rodulfo, en la avenida Lope de Vega de Puerto de la Torre (en Málaga capital), que seguía cerrada mientras sus dueños no respondían ni a las llamadas de amigos y conocidos. Desde hace meses, las farmacias son objetivo prioritario de los ladrones en Málaga, casi siempre mediante alunizaje. Hace un mes ya robaron en una farmacia del barrio. Este último intento ni siquiera ha dejado huella en el exterior: accedieron a la botica sin forzar la persiana ni alunizar el local e intentaron llevarse la caja.


Imagen de la farmacia donde se produjo el intento de robo, el jueves por la mañana | N.C.

Puerto de la Torre es una barriada en el extrarradio de Málaga. Por su propia historia y morfología, es casi un pueblo aislado del resto de la ciudad. En los últimos meses han sido frecuentes los robos en viviendas y establecimientos. A primeros de abril la alarma cundió por cuatro episodios seguidos de robos a punta de pistola y otro más con un machete. Los vecinos se movilizaron y pidieron más seguridad al Ayuntamiento para disuadir a los ladrones.

Fue aquí donde empezó la persecución, inicialmente por parte de agentes de la Policía Local, que acabó con cuatro muertos tras una huida por la A-7 de poco más de siete kilómetros, culminada en sentido contrario a partir del Palacio de Congresos de Torremolinos.

Los tres asaltantes embistieron contra el vehículo de un agente policial fuera de servicio, de 48 años. Volvía de su turno de noche. Las fuentes no han precisado si tuvo alguna participación en el intento de detener a los presuntos ladrones. Fueron los últimos muertos de una racha que amenaza no sólo la seguridad, sino también la imagen de la Costa del Sol.