
Feijóo se sube al tren de Aldama
‘Política para supervivientes’ es una carta semanal de Iñigo Sáenz de Ugarte exclusiva para socios y socias de elDiario.es con historias sobre política nacional. Si tú también lo quieres leer y recibir cada domingo en tu buzón, hazte socio, hazte socia de elDiario.es
Creo que es justo comenzar hoy con una felicitación al jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Alejandro Luzón. Gran jugada la suya. Su decisión de sacar de la cárcel a Víctor de Aldama lo ha terminado convirtiendo en una estrella para la derecha política y mediática, alguien a quien hay que creer cuando habla de la corrupción del Gobierno. Se supone que Luzón pretendía que Aldama entregara pruebas que permitan llevar a juicio y condenar a los implicados en el caso Ábalos. Será que le era imposible colaborar con la justicia desde la celda a cambio de una futura reducción de pena. Esta semana, Aldama ha elevado el nivel del espectáculo con su irrupción arrabalera en la comparecencia de Leire Díez. Fue como un día salvaje de ‘Sálvame’ y también un gran regalo para el Partido Popular, que lo utilizó de inmediato empezando por su líder, Alberto Núñez Feijóo.
¿Cómo no creer a Aldama si es uno de los dos principales detenidos por un fraude a Hacienda en la venta de hidrocarburos que la UCO ha estimado en 182 millones de euros? Según la investigación, la trama delictiva desvió 74 millones a Portugal, China y Colombia con la intención de blanquear los fondos. ¿Cómo se puede dudar de su integridad moral? “El partido socialista me ha metido en la cárcel para callarme”, dijo esta semana. En realidad, fue el juzgado número 5 de la Audiencia Nacional quien lo hizo basándose en las pruebas aportadas por la UCO y la Fiscalía Anticorrupción. Eso son minucias para el PP, que está dispuesto a todo con tal de dar por hecho que lo que dice Aldama va a misa.
La parte más cutre y chunga de la política en sus diferentes ámbitos ha aparecido esta semana con estrépito. El mérito inicial hay que adjudicárselo a Leire Díez, militante socialista hasta ahora y que se presenta como una “freelance” que se ha dedicado a investigar por su cuenta la corrupción en la UCO. Eso es lo que dice ella. De entrada, hay que decir que su credibilidad es ínfima. Parece uno de esos personajes patéticos que hacen méritos para ganarse un puesto en el partido o la Administración. Tuvo cargos no muy altos en dos empresas públicas –una de ellas, Correos– hasta que se le acabó el chollo.
Ya es bastante vergonzoso que una persona de tan pocas luces sea nombrada para cualquier responsabilidad. Ahora ha conseguido que el PSOE sufra una profunda crisis de credibilidad en el peor momento posible.
Después de ir a Ferraz a anunciar que no tenían que expulsarla porque pedía la baja como militante, el PSOE habría preferido que se recluyera en un monasterio en las montañas de Grecia o que se escondiera en un pueblo aislado de Asia Central. Pero ella quería un último momento de gloria y convocó una rueda de prensa que no era tal, ya que no iba a responder a las preguntas de los periodistas. Para redondear la jugada, se dio luego un paseo por varias televisiones, donde intentó negar que había dicho lo que había dicho en esas reuniones de las que existen grabaciones o alegó que sólo eran faroles que se tiraba. Verla actuar fue hasta penoso. No se entiende cómo alguien puede encargar una tarea a Díez que requiera la más mínima pericia.
No contaba con que Aldama se presentara para acercarse a ella en tono amenazante tras el final de la intervención. Luego el empresario imputado siguió montando el pollo en los pasillos del hotel perseguido por multitud de cámaras (aquí hay un vídeo de tres minutos insuperables de todo ese pandemonium; creo que es de El País). En la calle, dejó claros sus deseos sobre un final inminente del Gobierno de Pedro Sánchez y un aviso final: “Espero que el señor Feijóo haga lo que tenga que hacer”.
Feijóo cumplió con su parte esa misma mañana. Dijo en un mitin que los incidentes del hotel, que habían sido provocados por Aldama, no eran una anécdota ni un circo: “Lo de hoy es una señal más de que el partido socialista está en caída libre. Un PSOE atrapado en sus propias mentiras, en sus propias trampas y en su sistema absolutamente corrompido”.
José María Aznar pidió unos días atrás a su partido cabeza fría y no dejarse llevar por expectativas poco realistas. Dio por hecho que no habrá elecciones hasta 2027, con lo que hay que dejarse de fantasías y admitir que quedan dos años de legislatura. “Las cosas que conducen al fracaso producen más frustración”. Se refería a una hipotética moción de censura, pero también podría valer para la reclamación airada de elecciones anticipadas.
Pero fue ver a Aldama penetrar como un energúmeno en la sala del hotel y el PP entró en combustión como una caja de cerillas arrojada al fuego. Los dirigentes del partido redoblaron su exigencia de elecciones anticipadas para poner fin a esta “mezcla de reality, lodazal y frenopático”. Palabra de Cayetana. El PP vuelve a entrar en un estado que se desliza entre el éxtasis (el Gobierno agoniza) y el pánico (¿y si hay que esperar dos años a las urnas?).
Lo más alarmante para el PSOE es que su líder en Castilla La Mancha aprovechó la situación para unirse al PP en la exigencia de que se convoquen elecciones de inmediato. Que se convoquen para perderlas –ese era el subtexto de la intervención de Emiliano García Page– y que así no se perjudique a los barones regionales, empezando por él, en las elecciones autonómicas cuando toquen. Muérete para que yo me salve es un mensaje peculiar si se dirige al líder del partido.
Leire Díez disfruta de su breve momento de fama rodeada de cámaras.
El PP se ha aficionado a hacer de altavoz automático de las grandes revelaciones sobre casos de corrupción sin importarle que algunas no sean creíbles, no tengan detrás ningún indicio sólido o que luego se demuestre que son falsas. El caso Ábalos es muy real y no hay que ser el abogado más caro de España para saber que acabará en un juicio. Pero es alucinante la cantidad de cosas que el PP ha incorporado a su discurso como si fueran hechos incuestionables.
El medio millón que cobró Ábalos por el rescate de Air Europa (la mujer que lo afirmó ha declarado ante el juez que ella no presenció la entrega de dinero y que se lo contó Aldama, que ya antes lo había negado). Los 90.000 euros entregados en una bolsa en Ferraz (no se sabe a quién). La mansión de lujo de Ábalos en una zona rural de Colombia que no existe (eso fue un error de la UCO). La orgía de Ábalos en un parador de la que nadie ha aportado ninguna prueba que no sean comentarios anónimos. La fortuna de millón y medio del hermano de Sánchez que tampoco existe. El informe de la UCO que apunta a Santos Cerdán que Pilar Gómez, de Artículo 14, dijo el 15 de mayo que iba a salir en cuestión de horas y que aún estamos esperando (eso no le impide a Gómez seguir sentando cátedra en las tertulias televisivas).
Las opiniones de algunos periodistas están a la altura de estas informaciones. Para responder a Óscar Puente, el autor de varias de ellas en El Confidencial ha dejado escrito que el PSOE es “una secta”. Y siguió con el símil: “Pedro Sánchez es David Koresh y Óscar Puente, el perro que había en la puerta de Waco”. Koresh era el líder de una secta en Texas en la que se cometieron graves delitos. El FBI rodeó el rancho en un asedio que duró 51 días en 1993 y que concluyó con un incendio en el que murieron 76 personas, entre ellas 25 niños. Llamémosle una crítica constructiva.
Todo esto puede haber ocurrido, pero eso no justifica que el PSOE se limite a poner en círculo las carretas y disparar a los indios que le rodean. No ha dado ninguna explicación convincente sobre lo que sabían en Ferraz de las actividades de Leire Díez. Las sospechas son legítimas a causa de su primera reacción al saltar Díez a la primera línea informativa. Y luego está el vídeo de contenido sexual en el que aparece supuestamente un fiscal y que ella llevó a la redacción de El Español. ¿Qué tiene que decir el PSOE sobre una conducta tan deplorable?
Parece que nadie se atreve en el partido a criticarla con dureza a pesar de que ha contribuido a minar la reputación del PSOE por sus maniobras contra jefes de unidades policiales y sus contactos con empresarios imputados. Es como si fuera una persona que pasaba por ahí sin tener mayor relevancia para Ferraz cuando se dedicaba a plantear que podía dar a sus interlocutores un trato de favor en sus relaciones con Fiscalía. No ha salido nada que demuestre que ella estaba diciendo la verdad, pero eso es lo que les contaba.
El último momento vergonzante ha sido el de aceptar de Díez un pen drive con sus supuestas investigaciones. Ella misma ha dicho que la mayor parte de su contenido está “judicializado” (a saber lo que entenderá ella por esa palabra). El partido dice que lo ha entregado en Fiscalía sin ver lo que lleva dentro. Sea o no cierto, no tenían ni que haber puesto un dedo sobre él. ¿Qué broma es esta que Díez utilice a Ferraz de intermediario? Si cree tener pruebas de la existencia de delitos, que las presente en un juzgado.
Como ha informado esta semana José Enrique Monrosi, los socialistas recibieron a Díez acompañada del empresario imputado Javier Pérez Dolset, embarcado en una cruzada personal contra los jueces y guardias civiles que le han investigado. Prometió revelaciones sobre una conspiración judicial y policial en la causa de los ERE en Andalucía. Todo resultó un chasco. Lo aportado no servía para nada.
“Fue ella quien nos presentó a ese empresario y quien nos dijo que trabajaban para una asociación de víctimas de la policía patriótica”, dijeron a Monrosi fuentes del PSOE. “Nosotros la escuchamos entonces y nada más. Aquello no llegó a nada”. En Ferraz, sospechan que Díez lleva años trabajando para Pérez Dolset. No hay que ser un genio para llegar a esa conclusión. “No tiene un pase lo que se escucha decir a Leire Díez en esas grabaciones, pero nadie ha podido probar que lo dijera en nombre nuestro porque sencillamente es falso”, dijeron esas fuentes.
En público, no han sido tan explícitos. En público, sólo han dicho que Díez no hacía nada en nombre del partido.
Sánchez tendrá que responder en el Congreso sobre las actividades de Díez. No sólo lo ha pedido el PP, también Esquerra y Podemos. “El partido socialista tiene que aclarar lo que está pasando”, ha dicho Yolanda Díaz. ¿A qué están esperando? A Sánchez le vendrá muy bien que el partido facilite antes explicaciones. Si piensa que como mucho el PSOE sólo ha hecho el ridículo y cree que no es para tanto, no puede estar más equivocado.
Díaz Ayuso, aliada de los independentistas
Díaz Ayuso conversa con Mañueco antes de la conferencia de presidentes.
Cuando Sánchez convocó la conferencia de presidentes autonómicos celebrada el viernes en Barcelona, ofreció tres temas para su discusión. El PP reaccionó indignado y planteó muchos más. Parecía que estaban buscando una excusa para boicotear la cita. Moncloa respondió: bueno, vale. Llegó el día y se vio el interés del PP por todos esos temas. Los barones regionales utilizaron los discursos para reclamar elecciones anticipadas. Es lo único que les interesa y lo repiten como clones. La Constitución dice que sólo el presidente del Gobierno puede adelantar los comicios, pero ya se sabe que la Carta Magna no les interesa si no se ajusta a su estrategia.
Quien llegó para dar la nota fue, cómo no, Isabel Díaz Ayuso, que se salió de la reunión cuando Imanol Pradales empezó a hablar en euskera. Había traducción simultánea, pero ponerse el auricular le parecía una afrenta imperdonable. A ella y a España. En España se habla español y todas las demás lenguas son… ¿extranjeras?
Considera que hablar catalán o euskera en un acto oficial en Cataluña es un “esperpento”. Si crees que escuchar hablar catalán te convierte en extranjero, eres realmente el mejor cómplice del independentismo. Desprecia idiomas reconocidos en la Constitución que forman parte del patrimonio cultural de España y de su historia. No tiene ni clase, ni educación, ni cultura, ni respeto a otras instituciones.
Lo que sí tiene es un novio con serios problemas judiciales. En primer lugar, por el fraude fiscal que la Agencia Tributaria encontró en su declaración, que comunicó a la Fiscalía y que reconoció el abogado de Alberto González Amador. Y ahora además Ayuso sabe que la jueza ha llamado a declarar como imputada a la esposa de un directivo de Quirón con la que Amador hizo un negocio sospechoso que se podría investigar como posible soborno.
No es extraño que llegara a la conferencia de presidentes con el rostro en tensión, que protagonizara un incidente con Mónica García y que reaccionara como una diva de la extrema derecha al escuchar unas palabras en euskera. Santa Isabel Díaz Ayuso, patrona de la inquisición.