
El encuentro del fenómeno pop más extraño del verano: «Son superauténticas, son naif, son puras»
Las hermanas Bellido Durán ofrecen una actuación en Toledo ante centenares de seguidores entregados al grupo musical que surgió de la disolución de Flos Mariae
Podcast – Flos Mariae: las mesías del ultracatolicismo friki
“Es un momento histórico”, repetían los asistentes al concierto de ‘Mariah’s Pop grupo musical’. Muchos de ellos llevaban esperando desvirtualizar a las hermanas Bellido Durán desde los tiempos de Flos Mariae (su agrupación anterior), y solo ayer, más de diez años después de que aquel fenómeno de vestidos de colores y temas católicos rompiera internet, tuvieron la oportunidad de hacerlo.
El evento, que convocó a 400 personas de toda España en el auditorio del Hotel Beatriz en Toledo, era una olla de entusiasmo en ebullición. El espacio vibraba con la emoción incontenible que se respira un día de fiesta en una clase de párvulos, imagen a la que contribuía el que el público estuviera sentado con las mesitas desplegadas -tal y como Montse y Flor les había instruido en sus muchos vídeos preparatorios del concierto en Instagram-.
Cualquier cosa servía para desatar los gritos y ponerlos en pie: la aparición del trajeado Juan Pablo, marido de Montse, ya sirvió para caldear el ambiente, y el apoteosis llegó con el anuncio de la inminente llegada de Mariah’s Pop, cuyas integrantes entrarían, “como nosotros”, por la puerta de atrás (en lugar de a través del escenario, como suelen hacerlo los artistas en las salas de conciertos).
El público, después de haberlas visto crecer a través de la pantalla desde 2013, estaba completamente entregado a la mera presencia de las artistas.
Una vez que las dos hermanas aparecieron, se sucedieron vítores y proclamas: “¡Reina, reina, reina! ¡Guapa, guapa, guapa!”. El público, después de haberlas visto crecer a través de la pantalla (comenzaron su carrera musical en 2013), estaba completamente entregado a la mera presencia de las artistas. “¡Flor a Eurovisión!”, gritaban tras cualquier gorgorito de la artista.
“Es un evento histórico, irrepetible”
“Las conozco desde el primer año de Flos Mariae. Eran lo que más nos gustaba a nuestro grupo de amigos, esto es icónico: llevábamos esperándolo muchísimos años”, me cuentan Mirk y Cynthia en la cola, llegados desde Madrid y Granada. Iván y Adrián, cantantes de musical -se decidieron a comprar las entradas en los camerinos de Godspell, de Antonio Banderas- también coinciden en lo especial del momento: “Llevamos años siguiendo al grupo y es la primera vez que podemos disfrutar de ellas en persona: su primer concierto es una cosa que hay que vivir, sería un error no hacerlo. Es un evento histórico, irrepetible”.
“¡Los que estáis aquí confiáis en Dios y queréis seguir adelante, porque sois de los nuestros!”, clama Montserrat al principio del concierto. Después, una enorme pantalla detrás de ellas sustituye la imagen de un telón con purpurina con las letras “Bienvenido al primer concierto de Mariah’s Pop grupo musical” por un fondo en rojo con dos rosas blancas cruzadas. Es el decorado elegido para cantar el primer tema de la tarde: Te prometo, mamá.
Cuando hablan de “los suyos”, Mariah’s Pop hace alusión a los que, como ellas, tienen fe en Dios.
Cuando hablan de “los suyos”, Mariah’s Pop hace alusión a los que, como ellas, tienen fe en Dios. Sin embargo, es difícil encontrarlos aquí: hablo con más de 20 personas, y ninguno me dice que sea creyente. Pese a todo, los asistentes están convencidos de que alguno tiene que haber.
“El público es una mezcla. Está la gente que sigue a Soy una pringada, a la que perfectamente le puede gustar ese grupo, pero también le puede interesar a gente que reivindica valores cristianos o más clásicos”, me cuentan Mirk y Cynthia. Con la alusión a la youtuber, conocida por poner en valor fenómenos esperpénticos, se refieren a quienes acuden atraídos por la extravagancia de un grupo que, por actitud, estética y música, no se parece a ningún otro.
“Es un gran meme”
“Es cultura nicho española. Es un gran meme, ha sido una gran risa, pero al final, gusta genuinamente por la perseverancia que han tenido, por ese esfuerzo. No puedo no escuchar las canciones nuevas que sacan todo el rato”, continúa Cynthia.
Esa reconversión de ‘risa’ a admiración es palpable en el ambiente: “Son super auténticas, son naif, son puras”, explican Vanesa y Estefa, componentes del grupo gallego Aamigafea. “Son súper inspiradoras”.
Las propias Mariah’s Pop aluden en el concierto a su difícil periplo en el mundo digital y laico. “Ah, ¿eres católico? ¡Pues te machaco! Antes, a los cristianos nos echaban a los leones, y ahora nos calumnian. Pero no os preocupéis, porque Dios tiene la última palabra. ¡Arriba y hacia el cielo!”, dice Montserrat para introducir uno de sus mayores hits: Mayonesa: “Tu alma triturada / se siente atribulada / de forma incontrolada / por gente malvada / que no te conviertan en mayonesa”.
Las hermanas Bellido también animan en sus canciones a levantar la cabeza con orgullo frente a la diferencia: “Soy especial / soy original / no soy como lo habitual. / Soy genial, porque en mí vive Santa María”, dicen en Soy especial. Y en A mi bola, su particular A quién le importa, claman: “Soy un alma libre / y voy a mi bola /sin miedo al tigre / ¡Esconde su cola!”.
Los integrantes del grupo Mariah’s Popper se han perdido el Orgullo de Murcia para estar aquí.
Los asistentes se levantan, bailan, cantan y gritan con fervor estos himnos, quizá porque entre ellos también hay muchos que “no son como lo habitual”.“Pensábamos que el público podía ser ‘muy mal’, gente muy afín, o puro Almodóvar, puro circo queer. Y al final ha sido eso: solo gente real”, dice el trío vestido con camisetas de Mariah’s Popper.
El juego de palabras entre ‘popers’, como las artistas denominan a sus fans, y ‘popper’, nombre de una droga utilizada por su efecto euforizante y afrodisiaco, es evidente. “Como sabemos que esto está muy queer coded todo, muy gay, hemos hecho la fusión de los dos mundos”, dice este grupo, que se ha perdido el Orgullo de Murcia para estar aquí. “Este es el verdadero Orgullo de los real gays. Vamos a hacer historia, como dicen ellas”.
Efectivamente, una rápida vista alrededor confirma su percepción: la mayoría de los looks de los asistentes, como ocurre con los de las propias Mariah’s pop, resultan ‘alternativos’. “Estamos aquí un montón de gente queer, de psicología, de sociología, de este tipo de vibe”, dice Mirk.
“¡Vivan los sacerdotes!”
Realmente, hay belleza en este encuentro: Flor y Montse, que se ganan al público desde el primer minuto con su simpatía, su cercanía y su naturalidad, plantan una bandera de España gigante en sus proyecciones y dedican una canción “A los españoles de pura cepa”. Al grito de “¡Viva España!”, todo el público, “puro circo queer”, vitorea con fuerza. Sucede lo mismo tras la introducción de Black men, canción dedicada a los curas. “Si no fuera por los sacerdotes no podríamos confesarnos ni ir a la Eucaristía. ¡Vivan los sacerdotes!”, clama mientras la gente aplaude con fervor, al tiempo que la imagen de fondo que las acompaña cambia a una foto, generada por inteligencia artificial, que muestra a tres atractivos clérigos.
Dos seguidoras de Mariah’s Pop acceden al recinto donde se celebró su primer concierto este sábado, en Toledo.
¿Es Mariah’s Pop cantando una versión tecno del Ave María en latín el pegamento definitivo de España? Posiblemente. Aunque haya quien no pueda reprimir la risa ante los pasajes más áridos del concierto (esos en los que ecos de canto gregoriano se entremezclan con gritos punk en melodías imposibles que parecen emplear una escala tonal alienígena), en general, reina un clima de profundo respeto y admiración.
“Me gustan mucho las bases, la música como tal es increíble, superoriginal”, dicen Gabriel y Sol, que llegan desde Tenerife. “Me gusta que mezclen el tecno pop con algo que no está asociado normalmente con ello, que le den un aire más fresco. Son muy rompedoras. Veníamos cantando sus canciones, nos encantan”, dicen los artistas de musical. “La personalidad y la estética que llevan es muy marcada, muy característica suya, y musicalmente es interesante verlo. Hacen unos tipos de armonía que no suelo encontrar en otros tipos de música y la verdad es que eso me llama mucho la atención”, añaden Mirk y Cynthia.
“Nos gusta su surrealismo, el espectáculo, el color. Que se reinventan constantemente. Cada tema es diferente, no dejan de sorprender nunca. A este nivel solo están Björk y Mariah’s Pop”, cuentan Javier y Miguel, toledanos que se las han encontrado varias veces por la calle (viven en un pueblo de la zona) pero no las han saludado, “por respeto”.
El silencio, de hecho, es sepulcral cada vez que hacen una pausa entre canciones, que Montse aprovecha para ganarse al público con chistes religiosos y blancos. Su marido, que la acompaña en uno de los temas, se anima también con otro, y cuando el público pide “que se besen”, ella, como la casta cristiana que afirma ser, le pone la cara. “El resto, en privado”.
“Siempre adelante con la fe”
Esta particular rave de Dios alcanza su punto álgido con Adelante con la fe, un tema maquinero cuyas bases podrían haber sido firmadas por Camela. A pesar de que solo consta de una frase, repetida como un mantra (“Siempre adelante con la fe”), enardece a los asistentes, que experimentan el arrebato desatado, el éxtasis, que encontraríamos en lo álgido de un macrofestival a las cinco de la mañana (aunque sean las nueve de la noche y no se pueda meter alcohol en el auditorio).
Finalmente, las dos artistas, que se han ido sentando alternativamente a un lado del escenario en una butaquita con mesa LACK de IKEA cuando no les tocaba cantar, que han leído muchas de las letras en un atril, que han salido a actuar solo acompañadas de la virgen María -convenientemente colocada en un pequeño altar- han conquistado Toledo (y el mundo, a través de la reproducción en streaming del concierto) con su irreductible autenticidad.
Las integrantes de Mariah’s Pop entregaron a los tres ganadores de la rifa un lote de merchandising.
“Ofrecen algo distinto, que es lo que queremos, que nos den chicha”, dicen Miguel y Javier. “Son muy genuinas. Y les da igual todo. Están como en su burbuja, me parecen muy guays. En este ámbito tan capitalista, donde todo es un producto, ellas son superreales”, dicen las integrantes de Aamigafea.
Tanto es así que su concierto, ejecutado con pulcritud suiza (empieza a su hora, acaba tras 20 canciones exactas cuyo orden se ha repartido previamente a los asistentes en un folleto, y termina con el aviso de que dejemos salir primero a quienes van en transporte público) tiene momentos nunca vistos en un espectáculo de estas características. Así, al final se celebra una rifa en la que se sortea gratuitamente un lote de su merchandising por un valor de 136,09 euros, y después, son las propias cantantes las que agradecen a sus más destacados seguidores su entrega en redes. “Yo no sé si dormís o coméis, ¡siempre estáis comentando nuestras publicaciones!”, dicen mientras les reparten tres galardones con su nombre.
“Puede ser que algunos vengan de forma irónica: cuando nosotros llevábamos un año escuchándolas era más como una risa, pero al final les acabas cogiendo cariño a su forma de hacer arte”, dicen Mirk y Cynthia. Ya fuera, en el pasillo con olor a cloro -el spa del hotel está cerca- la cola para hacerse una foto con las dos Bellido Durán que aún hacen música (y coaching, y ropa, y libros, y miel…) reúne a centenares, extasiados por poder estar cerca de estas ídolas improbables que parece que ofrecerán pronto nuevos conciertos. La pregunta que hizo Montse durante la actuación queda ahora en el aire: “¿Traeréis a amigos y enemigos para llenarlo?”.