Hasta 62.500 euros: los sueldos con dinero público de la pareja sin cualificación de un consejero de Ayuso

Hasta 62.500 euros: los sueldos con dinero público de la pareja sin cualificación de un consejero de Ayuso

Con un inglés «básico», una FP, rama Administrativa, y un curso de «Auxiliar de Protocolo» de 150 horas, la pareja del consejero de Vivienda, Jorge Rodrigo, encadena puestos en la Administración madrileña

Entre 50.000 y 62.500 euros anuales. Son los sueldos con dinero público que, sin título universitario y con un nivel de inglés “básico”, lleva años encadenando la pareja del actual consejero de Vivienda y Transportes de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo.

La trayectoria académica y laboral de la pareja de Rodrigo es muy diferente a la del responsable de aplicar las políticas de Vivienda de Isabel Díaz Ayuso. El consejero, según su biografía oficial, es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense, Máster de Asesoría Jurídica de Empresas por la Universidad Pontificia de Comillas y con diversos programas de gestión pública en el IESE de la Universidad de Navarra (la escuela de negocios del Opus Dei) y la Comillas-ICADE.

En cambio, su pareja, F. T., cursó en los años 80 una FP, rama Administrativa, y tiene un nivel de inglés de “usuario básico”, según el currículum oficial de su anterior cargo público en una Administración del PP madrileño. Tras pasar por diferentes empresas, su carrera dio hace diez un giro, tras realizar un cursillo a distancia de “Auxiliar de Protocolo” impartido por la Fundación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

Se trata de un título propio de esa entidad, “sin carácter oficial”, recalcan desde la UNED, y diferente a los otorgados por el Ministerio de Educación. Estos últimos tienen validez en todo el territorio nacional y suelen ser más reconocidos y valorados por empresas e instituciones públicas, al cumplir unos estándares de calidad y rigor establecidos por el gobierno.

El cursillo a distancia que realizó F. T. fue de 150 horas, impartidas a lo largo de 5 meses y medio. Tenía un coste de 650 euros, incluyendo las tasas académicas y el acceso a los materiales didácticos. Fue una buena inversión, vistos los resultados posteriores.

Tras realizar ese curso, y después de haber trabajado durante más de una década en el área contable de una empresa privada, F. T., que ha declinado atender a elDiario.es, pasó a desempeñar labores de asesoría en el gabinete de una consejería del Gobierno madrileño, que entonces presidía la popular Cristina Cifuentes. De allí pasó al Ayuntamiento de Madrid, con José Luis Martínez-Almeida como alcalde. Y de ahí al gabinete de otra consejería madrileña, ya con Ayuso en la presidencia.

Su sueldo anual allí era de casi 60.000 euros, según la información que en su momento publicó el Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid. Más del doble que el salario medio anual en España, de 28.049,94 euros, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de 2023.

Ese año, con Jorge Rodrigo ya nombrado consejero de Vivienda de Ayuso, a F. T. le llegó una gran oportunidad profesional: coordinar el gabinete de la Alcaldía de un importante municipio madrileño. Se trataba de un puesto de libre designación (a dedo) y con un alto nivel de exigencia. Allí tenía un sueldo de más de 62.600 euros brutos anuales.

Pero no duró ni cinco meses. “Cesa porque le sale otra cosa”, dice un portavoz de ese consistorio, que afirma que en ese breve periodo de tiempo no hubo quejas sobre su desempeño. “Quería algo más tranquilo”, apunta alguien que conoce la trayectoria de F. T. La persona que le sucedió en ese cargo público tiene un perfil muy diferente: una licenciatura técnica, estudios de posgrado en dos de las principales escuelas de negocios de España y cuatro décadas de trayectoria en puestos de gestión en distintas Administraciones públicas.

Esa “otra cosa” más tranquila para F. T. fue su actual empleo en la Empresa Municipal de Vivienda de Madrid (EMVS), que es 100% propiedad del Ayuntamiento de la capital. Allí, la pareja del consejero regional del ramo tiene un sueldo sensiblemente inferior al de su anterior cargo, 49.667,8 euros anuales. El nivel de exigencia también es muy inferior. Su plaza, explican fuentes oficiales de la EMVS, es “provisional”, con rango de jefatura de sección y nivel 3.

Algunas fuentes aseguran que su puesto se parece bastante al de alguien que ejerce labores de conserje, pero “muy bien pagado”. En las tablas salariales de la EMVS, el puesto de conserje (la escala salarial más baja) se retribuye con poco más de 21.500 euros. El nivel del que disfruta F. T. es el quinto más elevado en una escala de doce categorías.

De acuerdo con esas tablas, el sueldo medio anual en la EMVS ronda los 38.880 euros anuales. Con unos 350 empleados, incluyendo temporales, se trata de la mayor empresa pública de vivienda de España. Es conocida por la venta masiva de viviendas sociales que realizó en 2013 a un fondo buitre, con Ana Botella como alcaldesa.

Otra fuente interna que conoce los procesos de contratación en la EMVS y pide el anonimato ata cabos al conocer la relación entre F. T. y el consejero de Vivienda: “Ahora entiendo todo”. Explica que entró allí “con calzador” y “con premeditación y alevosía”. Desde entonces, afirma, la pareja del consejero de Vivienda madrileño ha estado rodeada de “un halo de misterio”.

Los requisitos en el convenio colectivo para acceder a un puesto de nivel 3 en la EMVS son: titulado superior, grado universitario, grado medio y/o suficiente experiencia demostrada mínima de dos años. F. T. solo acreditaría esa experiencia en sus empleos anteriores. Fuentes oficiales de la EMVS indican que superó con éxito una entrevista personal para acceder al puesto.

Antes de que, próximamente, F. T. cumpla tres años en esa plaza, la EMVS tendrá que amortizarla o cubrirla definitivamente, bien mediante promoción interna, bien con una oferta exterior que debería publicar en su web.

En esta empresa pública del ayuntamiento es consejera la popular Cayetana Hernández de la Riva, concejal presidenta del distrito de Salamanca, cuya agrupación del PP preside Jorge Rodrigo. El consejero de Vivienda ha rechazado comentar este asunto. Sobre la contratación de su pareja, “evidentemente él no ha tenido nada que ver”, dicen fuentes oficiales de su consejería.

Histórico del PP

Rodrigo, que se niega en redondo a aplicar los controles de precios que prevé la Ley estatal de Vivienda para las denominadas zonas tensionadas, lleva 25 años encadenando puestos en diferentes Administraciones del PP.

El partido incluso le encontró acomodo lejos de la capital, en Sevilla (en la empresa pública de aparcamientos Aussa, con Juan Ignacio Zoido como alcalde) en sus momentos más duros, por los problemas con la justicia que afrontó tras dimitir en 2012 como gerente de Madrid Espacios y Congresos por la tragedia del Madrid Arena, cuando murieron cinco adolescentes en una fiesta la Noche de Difuntos. Unos hechos por los que llegó a estar imputado, aunque acabó exonerado.

Hace unos meses, Rodrigo tuvo que retractarse por una respuesta fuera de tono en la Asamblea de Madrid a la diputada de Más Madrid Luisa Escalante: “¡No me ponga morritos, que me descentro!”, le espetó, en un debate sobre el funcionamiento del transporte público en la región.

Una expresión que Escalante tachó de “sexista y machista” y “que no es propia de un consejero ni de este Parlamento autonómico”. Rodrigo se disculpó con la boca pequeña y minimizó los hechos: “No creo que haya sido así, si usted se lo ha tomado mal, le pido disculpas”.

Diputado en la Asamblea hasta 2023, desde ese año Rodrigo está a las órdenes de Ayuso, periodista de formación que apenas ha trabajado fuera de la política y ha dicho en alguna ocasión que a los jóvenes “les falta cultura del esfuerzo”. La presidenta madrileña aboga por lo que llama “mérito a la española” para “enfrentarse a la aventura de vivir” y “protegerse en un momento donde la ideología lo impregna todo”.