
Qué nos dice el color de la orina sobre nuestro estado de salud
El color y la transparencia de la orina nos aporta mucha información sobre nuestro estado de salud
Cómo combatir (y prevenir) el mal olor de pies y calzado que aumenta con la subida de temperaturas
¿Alguna vez te has parado a observar el color de tu orina? Lo más probable es que no le prestemos mucha atención ni pensemos casi nunca en ella, incluso pueda parecernos extraño hablar del color de la orina. Sin embargo, hacerlo de vez en cuando puede brindarnos información de salud importante que seguramente nunca hayamos imaginado. Detalles básicos de la orina, como el color, incluso el olor y la frecuencia de micción, pueden darnos pistas de lo que ocurre en nuestro cuerpo.
Quizás hayamos oído que, por ejemplo, el color puede reflejar nuestro nivel de hidratación. Y sí, es cierto, aunque no es la única cosa que nos revela. ¿De qué color debería ser la orina y qué significa si no lo es? ¿Por qué cambia de color? ¿Cuándo debería preocuparnos?
La orina es el desecho líquido del cuerpo, que está formado sobre todo de agua, sal, electrolitos como potasio y fósforo, y sustancias químicas llamadas urea y ácido úrico. Los riñones la producen tras filtrar toxinas y otros contaminantes de la sangre. Estos desechos y el exceso de agua pasan por los uréteres —los conductos que conectan los riñones con la vejiga— y se almacenan en la vejiga hasta que llega el momento de orinar.
Cuál es el color normal de la orina
La mayor parte de la orina está formada por un 95% de agua, y el resto por miles de compuestos que el cuerpo no necesita. Si bien no existe un color de orina “normal” exacto, sí debería situarse en algún lugar dentro del espectro amarillo, claro y mayormente transparente.
Algunas variaciones de color no indican necesariamente un problema subyacente. De hecho, la orina tiende a cambiar de color de manera natural según lo que comemos o la hora del día. Por ejemplo, suele ser más oscura por la mañana a causa de la falta de hidratación nocturna y un periodo de retención más largo. Desde el amarillo pálido hasta el marrón oscuro, estos son los distintos colores posibles y qué pueden significar sobre la salud, aunque se trata de una lista meramente orientativa:
Orina incolora o transparente
Este color es una posible señal de que estamos bebiendo demasiada agua, ya que puede provocar una disminución de sales minerales en el cuerpo. Por tanto, este color nos está diciendo que quizás nos estamos excediendo con la cantidad diaria recomendada de líquidos. Si es así de manera ocasional, no representa un problema, pero si lo es con regularidad, también puede ser un signo de un exceso de hidratación. Si la sed y la micción son excesivas, es mejor consultar con el médico.
Orina amarilla oscura o ámbar
Aunque en algunos casos este tono es normal, en ocasiones puede indicar deshidratación, es decir, que nuestro cuerpo no está recibiendo suficientes líquidos (en este caso, aparecerían con mucha probabilidad otros signos como fatiga o dolor de cabeza). Algunos suplementos vitamínicos pueden provocar que la orina se vuelva, de manera temporal, de color amarillo brillante. Si nuestra orina es de este color, lo primero que debemos hacer es aumentar la nuestro consumo de agua.
Orina rosada
Este color, sin una causa aparente, puede indicar la presencia de sangre, lo que se denomina hematuria, y existen varias afecciones que pueden causarla. El sangrado puede originarse en cualquier parte del tracto urinario, incluyendo los riñones, el uréter, la vejiga o la uretra. Algunas de las causas pueden ser infección, cálculos renales o vesicales, así como agrandamiento de la próstata y cáncer de vejiga o riñón.
¿Es posible que algunos alimentos cambien el color de la orina? Sí, por ejemplo la remolacha o las moras, que pueden hacer que se vuelva rosada. También ciertos medicamentos, como laxantes o algún antibiótico, pueden teñir la orina de rosa. Aunque un tono rojizo también puede indicar sangre en la orina que, aunque no siempre significa que hay un problema, sí puede ser una señal de una enfermedad renal o infección urinaria. En estos casos, siempre es mejor consultar con el médico.
Orina marrón
¿El color de la orina se parece al té? Ciertos alimentos como las habas pueden hacer que la orina adquiera un color marrón oscuro si las consumimos en cantidades considerables. Algunos antibióticos, laxantes y otros medicamentos también pueden causar que la orina se vea marrón. En estos casos, su efecto no suele durar más allá de unas pocas micciones. Aunque también puede ser un signo de deshidratación grave, en cuyo caso es mejor acudir al médico.
También es posible que, tras un procedimiento urológico, la orina sea más oscura de lo normal, ya que se produce una lenta disolución de la sangre en la orina. La orina marrón también puede ser un signo de hepatitis o deshidratación grave, incluso un traumatismo muscular grave o el uso de ciertos fármacos pueden causar la presencia de mioglobina —una proteína similar a la hemoglobina— en la orina, y darle un aspecto marrón.
Es un tono que debe conducirnos a la consulta del médico para que haga las pruebas pertinentes.
Orina espumosa
Más allá del color, la apariencia de la orina también puede cambiar. Si nos hemos sumado a la dieta cetogénica o, sencillamente, nos gusta mucho el bistec, o llevamos una dieta muy rica en proteínas, puede hacer que la orina adquiera un aspecto espumoso. En algunos casos, la orina turbia también puede ser un signo de infección. O, incluso, detrás puede haber factores otros factores que nada tienen que ver con la salud, como una micción rápida.
La frecuencia también deja pistas
Si ha habido un aumento en el número de veces que usamos el baño, debemos consultar con el médico.
La frecuencia con la que necesitamos orinar, tanto si es mucha o poca, también deja pistas sobre una posible condición médica subyacente. Si ha habido un aumento en el número de veces que usamos el baño, debemos consultar con el médico para descartar posibles problemas como incontinencia, infección de la vejiga, diabetes, embarazo o agrandamiento de la próstata.
Si no orinamos tanto como deberíamos puede deberse a la deshidratación —pérdida de líquidos corporales— por ejercicio intenso, trabajar o vivir en un lugar caluroso o no beber suficientes líquidos. En este caso, cuando el volumen es bajo, la orina también tiende a ser más concentrada y de color oscuro. Un factor de riesgo para los cálculos renales es un volumen constante de orina bajo.
En definitiva, tras un cambio anormal y persistente en el color de la orina y la frecuencia de la micción es obligado acudir al médico, sobre todo si este cambio va acompañado de dolor al orinar.