
Bajo un sol de Justicia
Lo ideal sería que los magistrados no tuvieran que hacer huelga pero dado que desde 2009 se la han ido haciendo a todos los gobiernos, encuentro ridículo, sectario y partidista pretender que sea ahora cuando no pueden hacerla
Save the rule of law
Nunca había hecho tanto calor.
Nunca la Justicia había intentado sobrevivir bajo una canícula insoportable.
Los jueces y los fiscales intentaron ayer, sudando bajo las togas, lograr una imagen que revolviera los cimientos de Europa. Está claro. No llevaron pancartas sobre el riesgo del Estado de Derecho en castellano, en casi todas podía leerse: Save the rule of law. Está todo dicho cuando tu protesta se hace en inglés para que te escuchen los otros. Un grito al vacío del único espacio en el que aún puede primar la objetividad. Es Europa la que tiene que alucinar, como lo hicimos cuando los jueces italianos colgaron las rojas togas en sus sillas y desaparecieron cuando Berlusconi fue a presidir el acto de apertura de tribunales. Berlusconi, que pretendía acelerar la prescripción penal porque le interesaba. Siempre es lo mismo y si no lo ven les falta edad o perspectiva. Europa está alerta, en España pasan cosas, que los magistrados y los fiscales salgan a sudar en plena ola de calor y hagan una huelga de tres días no va a pasar desapercibido.
Los jueces y los fiscales llevan razón en la protesta. Llevan tanta que los nervios se han apoderado de los del relato en Moncloa. Ridículamente han intentado jugar la baza de que no tienen derecho a la huelga. No entro en el debate porque es técnico y arduo. Lo absurdo es que hasta ahora, y llevo 30 años en esto, las asociaciones progresistas siempre defendieron el derecho a la huelga y fue la conservadora APM la que más pegas puso siempre. Ostras, hasta 2018. La primera huelga que se realizó gobernando los socialistas, siendo Dolores Delgado ministra, fue la primera que encontró oposición en ese sector. Tengo en el móvil un mensaje de una persona actualmente vocal del CGPJ que dice: las he hecho todas pero esta es la primera que no haré. La huelga era contra unos amigos. Ha habido curiosas oposiciones a un derecho de huelga que precisamente consagró el primer gobierno socialista al descontar los haberes del día del paro. Ha habido tergiversaciones sobre la declaración del CGPJ, igual a la de 2009, que dice que no pueden dictar servicios mínimos porque no hay normativa que lo ampare. Nervios y ridículo. Cada vez abundan más.
Considero que lo ideal sería que los magistrados no tuvieran que hacer huelga, pero, dado que desde 2009 se la han ido haciendo a todos los gobiernos, encuentro ridículo, sectario y partidista pretender que sea ahora cuando no pueden hacerla. Llevan razón los jueces y los fiscales. Las leyes que promueve Bolaños pretenden hacer una especie de ingeniería del sistema que, además de espuria, no funcionará. Por si acaso el ministro convocó un acto en sábado a la misma hora para presentar las becas de acceso por ver si despistaba a los periodistas. No hay ni un juez ni un fiscal ni un opositor que se oponga a esas becas, por mucho que el ministro haya querido confundir sobre ello.
Varias de las cosas que pretende Bolaños ya las intentó Gallardón y no se le permitieron. Ahí se produjo la primera huelga de jueces en la historia de la democracia. Vuelta la burra al trigo y vuelve porque siempre que la corrupción acecha a los gobiernos todos corren en pánico a intentar protegerse de la única y torpe forma que se les ocurre: intentar embridar a quien está llamado a perseguirles.
Las leyes de Bolaños no van a salir. Podemos, que quiere una judicatura de Puebla, y Junts, que entiende a qué puede llevar esa deriva según en qué manos caiga, lo impedirán como poco. Eso no empece para que critiquemos la postura inenarrable de un gobierno que se pretende demócrata y progresista. En primer lugar, porque parte de asertos falsos con que pretenden excitar a una parte de la ciudadanía, como ese de la pretendida judicatura que no ha hecho la transición. Tócame las narices. El magistrado más antiguo en activo es un paisano mío nueve años mayor que yo; cuando el dictador murió no había acabado ni la carrera. Los jueces de este país son tan franquistas como los periodistas, los médicos, los notarios, los políticos, los fontaneros, los militares o los yesaires. No sean ridículos. Ese argumento los desmonta. Oigo muchas bobadas sobre jueces de gentes que no ha visto un juez sino en fotografía, de gentes que no saben cómo funciona el sistema, de personas que no diferencian una querella de una demanda o un auto de una sentencia.
Los jueces y los fiscales llevan razón. Bolaños intenta un rediseño que lleva años en germen, desde los gobiernos del PP, y que nadie ha llevado a efecto no sólo por el riesgo estructural sino por la imposibilidad material. Que instruyan los fiscales, dice, porque así es en Europa. El argumento tiene muchas aristas técnicas que Bolaños, su equipo, los jueces, los fiscales y yo conocemos. Para ahorrarles la manipulación de los datos técnicos, que también se usan para ello, les pregunto: ¿alguien les ha dicho qué disfunción de nuestro sistema pretende arreglar el cambio propuesto? En los otros países ñañaña, es más moderno ñañaña. Insisto, ¿qué problema tiene nuestro sistema de instrucción, capaz de instruir contra los poderosos, que deba solucionarse con un cambio radical y que los fiscales jerarquizados vayan a solventar? Es inaceptable darle la instrucción a una Fiscalía demasiado dependiente del Gobierno y mucho más darle el monopolio penal, sobre todo si lo único que hay que solucionar son los miedos de los corruptos.
Quiero que imaginen qué sucedería si lo que pretende Bolaños cayera en manos de Vox. Este ejercicio deben hacerlo siempre antes de apoyar o renegar de un cambio, imaginar qué sucedería si cayera en las peores manos que puedan pensar. Imaginen a Abascal nombrando un fiscal general, con mando jerárquico, e imaginen que las policías judiciales dependen de él y que tiene el monopolio de la acción penal. Entonces la imposición del fiscal general decidiría a quién se le abre un procedimiento penal y a quién no y no habría acusación popular que lo enmendara. La UCO investigaría a quien decidiera el fiscal general de Abascal. Si ustedes creen que eso es admisible es que no entienden la democracia ni el Estado de Derecho.
Las normas de Bolaños no van a salir, lo que no empece para que constituyan una agresión injustificable. De primeras quiere colar a mil sustitutos en el sistema. Nunca debió haber sustitutos, la justicia interina y por tanto movible siempre fue una aberración. Todo el mundo tienen derecho a que sus asuntos los vea un juez profesional e independiente. Me llevaría tiempo explicarles quiénes y cómo han llegado a ser sustitutos aunque les aseguro, aunque me lluevan chuzos de punta, que yo no quiero ni amarrada que vean un asunto que me concierna. Por supuesto es mentira que Europa obligue a meterlos de rondón. Meter a mil personas por una gatera, pidiendo solo un Grado en Derecho y cinco años de experiencia en cualquier cosa, es una burla a la ciudadanía y a los miles de jóvenes que llevan años dejándose las pestañas estudiando. Toda la milonga de que aprenden de memoria y no saben es absurda. Es imposible aprenderse más de 300 temas de Derecho y no entenderlos. Eso no empece que haya jueces mejores y jueces peores como hay médicos mejores y peores y nadie ha cargado contra el MIR. Por cierto, Peinado no es juez de carrera sino de gatera.
Cuando un régimen intenta asaltar al Poder Judicial está asomando la patita. Miren que yo he criticado resoluciones y actitudes de jueces, con argumentos técnicos, y no me van a ver ahora derruyendo el sistema por la sencilla razón de que quiero vivir y morir en una democracia liberal y de que estoy absolutamente convencida de que lo que se propone no sólo no soluciona ningún problema de los reales sino que los creará. Lo que se pretende es solucionar problemas personales, de corrupción concreta pura y dura, sin importar si para eso hay que destruir el último baluarte de la igualdad y del control democrático.
Conmigo no cuenten. Nadie que crea en la democracia liberal puede permanecer pasivo ante este atropello. Quien se reconozca pueblista, marxista, ácrata, fascista, populista, neolibertario o cualquier otro apelativo para designar regímenes ajenos a la democracia, pueden verlo de otro modo, pero será por su ideología y no por su defensa de una democracia basada en el estado social y de derecho que nos dimos como marco de convivencia.
Bajo un sol de Justicia la quieren agostar. No con mi ayuda y espero que tampoco con su aquiescencia.