Abogados Cristianos denuncia a la cómica Ane Lindane por «masturbarse» con un crucifijo en una iglesia

Abogados Cristianos denuncia a la cómica Ane Lindane por «masturbarse» con un crucifijo en una iglesia

La propia denuncia admite que los hechos se produjeron en Iparralde y que el código penal francés no prevé los tipos delicitivos españoles que esgrime esta organización ultra

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La Fundación Española de Abogados Cristianos ha presentado una denuncia contra la humorista Ane Lindane, por “subirse al altar mayor de una iglesia, simular que se masturbaba con un crucifijo y difundir los vídeos en sus redes sociales” durante el festival Euskal Herria Zuzenean (EHZ) celebrado en Iparralde, en la localidad francesa de Arbérats-Sillègue (en euskera Arberatze-Zilhekoa). Abogados Cristianos acusa a Lindane de incurrir en un delito de escarnio (art. 525 del Código Penal) aunque la misma fundación reconoce que no se trata de un delito recogido en el código penal francés. “La actríz fue a hacerlo a Francia porque es de los pocos países europeos donde este delito no está recogido en su código penal. Esto es un claro ejemplo de lo que va a ocurrir en España si se despenaliza el delito contra los sentimientos religiosos”, critica la presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos.

Por su parte, Lindane se ha tomado la denuncia con sorpresa, aunque reconoce que al mismo tiempo “estaba esperando” alguna reacción por parte de los sectores ultracatólicos ante sus espectáculos. “Era cuestión de tiempo que me llegara una denuncia de Abogados Cristianos. Estoy tranquila y contenta. Me ofrecieron hacer un monólogo en euskera el festival y me hacía ilusión porque nunca he actuado en Iparralde. Cuando llegué me dijeron que iba a actuar en una iglesia. Era una iglesia convencional, no desacralizada que el propio párroco les dejó porque está casi en desuso. Me flipó porque era muy bonita, di una vuelta por la sacristía y vi que había mucha ropa de curas, crucifijos y decidí improvisar”, reconoce la humorista a este periódico.

De esta manera, Lindane improvisó su entrada e inicio de su actuación tomando un crucifico y escenificando una masturbación. “Fue algo que no estaba planeado, siempre entro de forma rompedora y lo hice sin pensar. No pensaba que tendría esta repercusión. En mis monólogos hago ese tipo de cosas, aunque es cierto que nunca lo había hecho en una iglesia de verdad. Hablo de euskera, de feminismo, de política y también denuncio abusos sexuales en la Iglesia católica. Fue un honor hacer reír con esos temas dentro de una iglesia católica”, confiesa la cómica, que realizó la actuación frente a 200 personas.

Según asegura, no tiene pensado acudir a ningún abogado por la denuncia y confía que el caso quedará archivado. “Conozco el funcionamiento de Abogados Cristianos, un gran porcentaje de las denuncias que ponen al año son archivadas. Saben que son causas perdidas y en este caso ellos mismos reconocen que las leyes del Estado francés no reconocen como delito lo que yo hice. Soy cómica y esto es libertad de expresión. Lo que están haciendo con este tipo de denuncias que no llegan a ningún lado es saturar el sistema judicial que está para cosas mucho más importantes como las denuncias de malos tratos, por violación o por delitos de agresiones sexuales dentro de la Iglesia. Aunque esto parece que no les preocupa tanto a Abogados Cristianos”, argumenta.

Aunque sí que reconoce que este tipo de denuncias buscan “desgastar” a los cómicos y artistas. “Juegan al desgaste. Ellos tienen recursos económicos y mucho tiempo que perder. En mi caso no tengo problemas porque si necesitase un abogado conozco a muchos que me prestarían sus servicios por militancia, como ya lo han hecho en otras ocasiones, pero entiendo que hay a quien esto le desgasta y al final se apliquen la autocensura. Puede que me estén utilizando de cabeza de turco para que otras aprendan. En ese caso, a esas personas yo les diría que no se corten, que digan y hagan lo que quieran decir y hacer, porque para eso existe la libertad de expresión. Somos cómicas, somos artistas y tenemos no solo el derecho, sino la obligación de burlarnos y denunciar todas esas realidades horrorosas que vemos y vivimos, como son las agresiones sexuales a menores en la Iglesia Católica”, concluye Lindane.