La UE envía técnicos a Washington para intensificar la negociación arancelaria con la Administración Trump

La UE envía técnicos a Washington para intensificar la negociación arancelaria con la Administración Trump

Un equipo de técnicos de comercio viaja a EEUU en la recta final del plazo que se dieron Trump y Von der Leyen para evitar los aranceles que afectarían en torno al 50% de las exportaciones. Alemania quiere un acuerdo cuanto antes y Bruselas evita pronunciarse sobre contramedidas en caso de que una parte de los aranceles se queden

La UE se plantea crear acuerdos comerciales al margen de EEUU mientras digiere un desequilibrio en la relación con Trump

Bruselas y Washington intensifican las negociaciones arancelarias cuando empieza la cuenta atrás para cerrar el acuerdo en el plazo que se dieron Donald Trump y Ursula von der Leyen, que caduca el 9 de julio. Esa es la fecha límite en la que tienen que rubricar aunque sea unas bases para evitar los aranceles de EEUU que afectarían a en torno el 50% de las exportaciones a ese país. Un grupo de técnicos comunitarios viaja a la capital estadounidense de nuevo para avanzar en los detalles.

“Estamos avanzando en las negociaciones”, ha expresado la portavoz de la Comisión Europea, Paula Pinho, que no ha dado detalles sobre la marcha de esas conversaciones más allá de rearfirmar el rechazo absoluto por parte de la UE de reabrir la legislación digital europea para satisfacer las exigencias de Trump, que ha seguido la presión de las ‘Big Tech’ para intentar que el bloque comunitario suavice su normativa, a la que las grandes tecnológicas tienen que amoldarse para evitar multas multimillonarias. Según ha informado The Wall Street Journal, la Comisión Europea ha ofrecido excepciones en la aplicación de la ley de Mercados Digitales así como a respecto a leyes medioambientales como el impuesto fronterizo sobre el carbono.

La intención de la Comisión Europea es que las negociaciones culminen para el 9 de julio. “Es nuestro plazo límite. Queremos respetarlo absolutamente”, ha expresado el portavoz interino de Comercio, Thomas Reigner, en una rueda de prensa en la que ha asegurado que es un “compromiso político”.

La afirmación no es baladí dado que la inquietud se ha incrementado en el seno de los 27 a medida que se acerca esa fecha. Países como Alemania están presionando para que se llegue a un acuerdo cuanto antes, dado que los actuales aranceles, la incertidumbre y la posibilidad de que no haya un acuerdo perjudica especialmente a su industria.

“Es mejor actuar de forma rápida y sencilla que de forma lenta y muy complicada”, dijo el canciller alemán, Friedrich Merz, tras la reunión del Consejo Europeo celebrado el pasado jueves. “Tenemos menos de dos semanas hasta el 9 de julio y no se puede acordar un sofisticado acuerdo comercial”, apuntó. El temor de Merz es que los actuales aranceles de Trump (un 10% universal, el 50% al aluminio y el acero, o el 25% a los automóviles) ya están dañando a las empresas y quiere salir de esa situación cuanto antes y dejar para más adelante una segunda fase más sectorial. Italia se alinea con esa posición.

Más allá de las líneas rojas marcadas por la Comisión Europea, como la negativa a tocar la legislación digital, y de las ofertas que por el momento había hecho el bloque comunitario a EEUU, como los aranceles cero por cero a los vehículos y los bienes no industriales o un aumento de las importaciones, por ejemplo de gas, ha trascendido poco de las conversaciones. No obstante, un cierto pesimismo se ha cernido sobre las capitales ante la última propuesta que llegó el pasado jueves de Washington. En la UE asumen que al menos una parte de los aranceles ha llegado para quedarse, como el 10% generalizado que acordó Reino Unido.

La posibilidad de un acuerdo “desequilibrado” es lo que preocupa a un buen número de países, como Francia, que asegura que, en ese caso, tendrá que haber medidas por de “re-equilibrio” por parte de la UE. En la Comisión Europea no quieren ponerse en ese escenario: “Es muy pronto hablar de lo que pasaría. Veremos en qué consiste el acuerdo una vez que estemos ahí”, ha despegado la portavoz.

Sobre la amenaza que lanzó Trump a Pedro Sánchez por su negativa a disparar el gasto militar hasta el 5% del PIB, en Bruselas han reiterado que la negociación la hace la Comisión Europea en nombre de los 27 estados miembros. “Haremos todo lo posible para defender los intereses de los estados miembros y las empresas. Este es un diálogo está en marcha con EEUU”, ha zanjado Reigner.