
¿Apoyas mi moción de censura? ¿Y ahora? ¿Y ahora?
¿Qué tendría que pasar para que algún partido apoyase una moción de censura de Feijóo? Yo creo que ni aunque apareciese un audio de Sánchez contando billetes, ni por esas le apoyarían mientras vaya de la mano de la ultraderecha
¿Cuántas veces tienen que decirte “no” para que te des cuenta de que no te quieren ni ver? A la mayoría de la gente le basta con un par de calabazas, tres como mucho por eso de comprobar si a la tercera va la vencida. Núñez Feijóo lleva, si no he contado mal, cinco rechazos en siete meses, pero no se da por enterado.
En noviembre, tras la declaración judicial de Aldama acusando a medio PSOE de cobrar comisiones, Feijóo pidió a los socios del gobierno que le apoyasen en una moción de censura para echar a Sánchez. Respuesta: no. En enero volvió a probar, dispuesto incluso a conversar con Junts y rebajando sus pretensiones: si le apoyaban, no gobernaría sino que convocaría inmediatamente elecciones. Respuesta: no. En mayo, tras las grabaciones sobre Leire Díez, dijo al resto de partidos que “si quieren acabar con esto, el PP sigue a disposición”. Respuesta: no. En junio, tras la bomba de Cerdán, animó a los socios del gobierno a que dieran ellos el paso de romper con el Gobierno. Respuesta: no. Y este lunes mismo, tras el ingreso en prisión del ex secretario de Organización del PSOE, encargó una ronda para comprobar si alguno se lo ha pensado mejor. Ya le adelanto yo la respuesta: no.
O dicho de otra manera: ¿qué tendría que pasar para que algún partido, además de Vox, apoyase una moción de censura de Feijóo? Si incluso después de ver entrar en la cárcel a la mano derecha de Sánchez, nadie quiere ni sentarse a hablar contigo, ¿qué más tendría que pasar para que cambiasen de opinión? Dicen que la línea roja sería que se demostrase financiación ilegal del PSOE, pero permítanme dudarlo: ni por esas daría nadie un solo voto para hacer presidente a Feijóo. Contigo no, bicho. No saben ya cómo decírselo.
La moción de censura de Feijóo se parece cada vez más a su investidura-no investidura de hace dos años: no, no y no. Igual de fantasmal, igual de irreal, e igual de pérdida de tiempo. Por eso no la presenta ni la plantea en serio, solo amaga, dice “moción de censura” pero de boquilla, sin atreverse a presentarla. A cambio, Sánchez está tan convencido del apoyo a hierro de sus socios de investidura, que recuerda a aquello que se atribuye a Trump de que si saliese por la Quinta Avenida disparando a los viandantes, la gente le seguirían votando. Yo creo que ni aunque apareciese un audio de Sánchez contando billetes, ni por esas apoyarían una moción de censura de Feijóo.
Otro con menos autoestima dejaría de buscar pareja después de tanta calabaza. O probaría otra cosa. Por ejemplo, no ir de la mano con Abascal. Pero entonces no le salen las cuentas, claro. Y yendo con Vox tampoco. Ni en la investidura, ni en la moción de censura, ni en las próximas elecciones si no suma mayoría absoluta con la ultraderecha. Y así van pasando los meses y los años, y así podemos llegar hasta 2027. Sin gobierno y sin alternativa. Un desastre.