
Detectan varios tipos de microplásticos en el semen y en los ovarios: el más abundante es el teflón
Un equipo de investigadores ha encontrado estos polímeros en el 69% de las muestras de fluido folicular femenino y el 55% de las muestras de fluido seminal; aunque no hay motivos para la alarma, se investiga su impacto en la salud reproductiva
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Nuestros fluidos reproductivos contienen diversos tipos de microplásticos y el más frecuente de ellos es el teflón, según revela una nueva investigación presentada este miércoles en la 41ª Reunión Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE). El hallazgo, liderado por el investigador Emilio Gómez-Sánchez, de la Universidad de Murcia, plantea importantes preguntas sobre sus posibles riesgos para la fertilidad y la salud reproductiva.
Para el trabajo, que se publica en la revista Human Reproduction, los investigadores han examinado el líquido folicular de 29 mujeres y el líquido seminal de 22 hombres. Los autores detectaron microplásticos en el 69% de las muestras de líquido folicular y en el 55% de las muestras de fluido seminal. Ambos fluidos se encuentran en los ovarios y el semen, respectivamente, y desempeñan papeles críticos en la concepción natural y la reproducción asistida.
En los dos grupos se identificó una gama de polímeros microplásticos de uso común, entre los cuales el más frecuente fue el politetrafluoroetileno (PTFE), también conocido como teflón, que está presente en el 31% de las muestras femeninas y el 41% de las masculinas. Le siguieron el poliestireno (PS), el tereftalato de polietileno (PET), la poliamida (PA), el polipropileno (PP) y el poliuretano (PU).
Sin motivos para la alarma
Los microplásticos se definen como partículas plásticas de menos de 5 milímetros de tamaño y hay evidencia de que representan una amenaza para la salud pública y ambiental, si bien esta investigación no evaluó directamente cómo los microplásticos afectan a la fertilidad. “Estudios previos ya habían demostrado la presencia de microplásticos en diversos órganos humanos”, reconoce Gómez-Sánchez. “Por ello, no nos sorprendió del todo encontrar microplásticos en los fluidos del aparato reproductor humano, pero sí nos impactó su frecuencia”.
Lo que sabemos gracias a estudios en animales es que, en los tejidos donde se acumulan los microplásticos, estos pueden inducir inflamación, formación de radicales libres, daño al ADN, senescencia celular y alteraciones endocrinas, informa el experto. Pero aún no disponen de pruebas suficientes para confirmar que afecta a la calidad de los óvulos o los espermatozoides o al éxito de la fecundación, aunque es algo que podrán comprobar con el tiempo.
No nos sorprendió del todo encontrar microplásticos en los fluidos del aparato reproductor humano, pero sí nos impactó su frecuencia
Sobre la cantidad de partículas halladas en las muestras, Gómez-Sánchez llama a la tranquilidad y recuerda que en la mayor parte de los casos son una o dos (60%) y solo en un 10% hay hasta cinco microplásticos en la muestra. El motivo por el que hay más partículas en el líquido folicular de ellas, explica a elDiario.es, tiene que ver con el método de obtención de los ovocitos que examinan. “Durante la estimulación ovárica, cuando tú estimulas un ovario para una fecundación in vitro, el ovario trabaja mucho para fabricar 12 o 13 ovocitos y el flujo sanguíneo hacia el ovario es muy alto”, asegura.
El especialista tampoco conoce la explicación a que el teflón aparezca en al menos 10 puntos porcentuales más en ellos, aunque esperan tener más detalles más adelante. “En la siguiente parte del estudio queremos incrementar el número de casos y estamos haciendo un cuestionario de estilo de vida para saber más”, afirma. En cualquier caso, insiste, no hay razón para alarmarse en este momento. “Yo le diría a la gente que no hay que agobiarse”, sentencia. “Cuanto menos microplásticos comamos o bebamos o respiremos, mejor. Pero, hay que tener en cuenta que los tenemos en todas partes”.
La importancia de los aditivos
Ethel Eljarrat, directora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), cree que se trata de un estudio más de los muchos que están saliendo a día de hoy, que pone en evidencia de que tenemos presencia de microplásticos en todas las partes del cuerpo. “Ya se han encontrado en el cerebro, los pulmones, la sangre, la placenta o la leche materna”, enumera. “Es una evidencia más de que están presentes en todas las partes de nuestro organismo”.
Ya se han encontrado en el cerebro, los pulmones, la sangre, la placenta o la leche materna. Es una evidencia más de que están presentes en todas las partes de nuestro organismo
Para la experta, que tengamos teflón dentro de nuestro organismo tiene sentido, porque un montón de utensilios de cocina están hechos de este material. En su opinión, lo más determinante es conocer qué compuestos químicos están asociados a estas partículas, que son los que tienen efectos más nocivos sobre la salud y seguramente en la reproducción y fertilidad.
“No hay evidencias todavía muy claras del efecto del microplástico, aunque sí indicios”, explica. “De lo que sí que hay evidencia científica es de la toxicidad que tienen los compuestos químicos que están asociados a esos trocitos de plástico”. Porque a estos polímeros como el teflón se les añaden una gran cantidad de sustancias como los compuestos perfluorados (PFAS), que le dan la antiadherencia. Conocer la composición química de los aditivos sería determinante“.
Preocupación y cautela
“Las conclusiones principales del estudio, es decir, que hay una proporción alta de hombres y mujeres que presentan microplásticos en sus aparatos reproductores, están alineadas con resultados de otras investigaciones, reforzándolas”, asegura Rita Vassena, cofundadora y CEO la empresa de reproducción asistida, Fecundis al SMC. “Hay que matizar que es un estudio preliminar, como bien alertan los autores, debido a la pequeña muestra, pero también debido a la ausencia de análisis complementarios como por ejemplo, una exploración de la asociación entre presencia de microplásticos y marcadores de inflamación en los aparatos reproductores, o una asociación con el nivel de exposición de los sujetos a microplásticos en su entorno”, añade.
Estos resultados demuestran cómo el aumento del uso de plástico en la vida diaria puede afectar al sistema reproductivo en humanos
“Estos resultados se apoyan en una metodología sólida y demuestran cómo el aumento del uso de plástico en la vida diaria puede afectar al sistema reproductivo en humanos”, asegura Rocío Núñez Calonge, directora científica del Grupo UR Internacional y coordinadora del Grupo de Ética de la Sociedad Española de Fertilidad. “Este trabajo subraya la necesidad de realizar estudios futuros para conocer completamente los riesgos que plantean los microplásticos en la salud reproductiva e informar sobre el peligro de su empleo de rutina”.