
La «purga» de Hortaleza: ceses, abandonos y presiones en la Junta de Distrito del concejal ‘aguafiestas’ de Almeida
Trabajadores describen una «campaña de acoso y derribo a los funcionarios incómodos para llevar a cabo una acción pública ideologizada» por parte de David Pérez. Las destituciones y «una estampida de abandonos por un ambiente insoportable» dejan una plantilla «sin la cualificación correspondiente»
El concejal ‘aguafiestas’ de Almeida asfixia a asociaciones críticas al dejarlas sin casetas en los festejos de Hortaleza
Durante la última polémica de David Pérez, edil presidente del distrito de Hortaleza bautizado como concejal aguafiestas del Ayuntamiento de Madrid, se produjo un episodio particularmente llamativo. El concejal limitó las asociaciones beneficiadas con casetas en las últimas fiestas, algo que aboca a estas agrupaciones vecinales y sociales a la asfixia económica. Cuando el tejido social consiguió reunirse con el coordinador del distrito y mano derecha de Pérez, Miguel Ángel López del Pozo, este impidió a los asistentes grabar el encuentro. Las entidades argumentaron que la normativa contempla que esas conversaciones pueden ser registradas, pero López del Pozo acabó por leventarse de la mesa y marcharse.
En ese conflicto, el secretario del distrito jugó un papel clave. Según las asociaciones presentes, Francisco Javier Velázquez “se negó a aplicar el reglamento y ciñó su papel a defender que la interpretación de la legislación al respecto era ambigua”. Se trata de la tercera persona que ocupa ese puesto desde que Pérez llegó a Hortaleza en el verano de 2023. Para vecinos, oposición y los pocos funcionarios de la Junta que se atreven a hablar con Somos Madrid, el caso de Velázquez (responsable de la gestión del personal de la Junta) es el paradigma de lo que el exalcalde de Alcorcón persigue en el distrito: colocar perfiles con afinidad ideológica y cercanía al Partido Popular. Aunque ello suponga dificultar el funcionamiento de la Junta Municipal debido a ceses y abandonos de profesionales con décadas de trayectoria y apego en la zona.
En dos años, Pérez y López del Pozo han relevado de sus puestos a seis altos cargos. Entre ellos están los dos secretarios anteriores, Javier Corella y Rosario Teijeiro. Esta última, colocada por el propio equipo directivo actual, fue reubicada en poco tiempo ya que Pérez la consideraba “una blanda”, según apuntan fuentes de la Junta Municipal a este diario. Las otras cuatro destituciones corresponden a la jefa de Medio Ambiente, Isabel Pérez Montero; el jefe de Cultura, Ángel de Santiago; el jefe de Deportes, José Luis Carrasco y la jefa de Servicios Sociales, Lucía Santos (especialmente bien valorada por su labor en todo el distrito durante la pandemia). Según un funcionario de la Junta, se trata de una “campaña de acoso y derribo a los funcionarios incómodos para llevar a cabo una acción pública ideologizada”.
Los nombres citados en el párrafo anterior corresponden a cargos de libre designación, sobre los que Pérez puede intervenir libremente nombrando otras personas. Pero a los ceses hay que sumar “una estampida de abandonos por un ambiente de trabajo insoportable y extremadamente tóxico, que ha mermado todos los servicios, pero sobre todo algunos tan básicos como contratación, el económico o vías públicas”. Es lo que explica a este periódico un empleado de la Junta de Hortaleza, que prefiere no reflejar su identidad por temor a represalias. Este periódico ha tenido acceso a una carta conjunta de parte de la plantilla, dirigida los delegados de prevención municipales, que recoge quejas similares.
Un tenso ambiente laboral que repercute en los servicios públicos
El número de profesionales que han abandonado el organismo hacia otros destinos del Ayuntamiento alcanza la veintena, mientras que dos se han jubilado, según trasladan a Somos Madrid fuentes de la Junta. Esto ha provocado “un funcionamiento absolutamente errático, en el que se ha prescindido de profesionales con décadas de apego al distrito, a sus particularidades y sus necesidades”. En su lugar, atiende las tareas “personal sin el nivel de cualificación correspondiente”, ya que los abandonos “han pillado a la Junta por sorpresa y está cubriendo las plazas con lentitud”. Hablan de “auxiliares administrativos que han tenido que asumir las labores de técnicos de gestión o jefes de servicio en tareas tan vitales como preparar los presupuestos del distrito”.
“Los malos modos, faltas de respeto e indicaciones asfixiantes de directivos que también son funcionarios, como la nueva jefa de servicio a la ciudadanía o el secretario [del servicio jurídico que dirige Velázquez se han marchado ya cuatro personas en apenas año y medio según El Periódico de Hortaleza], han provocado que muchos se marchen a otros servicios municipales. Es gente que trabajaba muy a gusto en los servicios jurídicos o de contratación. Ya existe un déficit crónico de personal en los servicios municipales, si añades ceses y maneras cuestionables viertes gasolina en un ambiente perjudicado. Los trabajadores, como es lógico, no quieren irse a casa con ganas de llorar”, exponen.
Ya existe un déficit crónico de personal en los servicios municipales, si añades ceses y maneras cuestionables viertes gasolina en un ambiente perjudicado. Los trabajadores, como es lógico, no quieren irse a casa con ganas de llorar
Este medio ha podido comprobar la queja elevada al Defensor del Pueblo por uno de los afectados, que denuncia “acoso laboral”, pidiendo la intervención de Ángel Gabilondo ante la pasividad y la negativa a abrir cualquier expediente desde el Gobierno de José Luis Martínez-Almeida. La denuncia atañe a la Unidad de Apoyo de la Dirección General de Función Pública, adscrita al área de Economía, Innovación y Hacienda, por “inacción y complicidad en una posible vulneración de los derechos laborales al no iniciar unas actuaciones mínimas de estudio de la denuncia de acoso laboral”.
En cuanto a los ceses, un funcionario recuerda a Somos Madrid que “aunque sean legítimos, hay que argumentarlos y no pueden basarse en falsedades ni incurrir en fraude de ley”. Así, los tribunales ya han recibido al menos tres demandas contencioso-administrativas al respecto de estas destituciones. “Si dices que destituyes a alguien por haber desobedecido al concejal, tienes que demostrar que lo ha hecho”.
Fuentes del Consistorio defienden la actuación de la Junta de Hortaleza y restan importancia a las turbulencias en la plantilla: “En lo que llevamos de mandato se han producido dos ceses que se han repuesto por personas del propio servicio. Cada vez que se ha sacado una plaza, se ha cubierto con celeridad ya que se han presentado varias personas, en algún caso hasta 12. La Junta no está viviendo una situación diferente a la que se da en el resto del Ayuntamiento, con un proceso de consolidación que está haciendo que se produzcan muchos cambios en el personal. Los interinos que no consolidan plaza se van y los que lo hacen eligen el destino y las condiciones que más les convienen dentro o fuera del organigrama municipal, puesto que existe movilidad entre administraciones”.
David Pérez preside un pleno de la Junta Municipal de Hortaleza, con el coordinador del distrito Miguel López del Pozo a su izquierda.
Las críticas han llegado ya desde sindicatos como Comisiones Obreras, que en un comunicado recogido por El Periódico de Hortaleza recordó al secretario del distrito que los asesores de David Pérez “no tienen ninguna capacidad ni autoridad para dirigirse al personal municipal y dar ningún tipo de indicación o hacer ninguna sugerencia o comentario”. Tampoco cuentan con autoridad para “asignar tareas, transmitir información o valorar intervenciones que forman parte de la actividad encomendada a las empleadas y los empleados públicos del distrito”.
El sindicato lo considera “una injerencia en la actividad administrativa”. Estos recordatorios son una referencia velada a uno de los requermientos más polémicos del concejal a sus funcionarios: recibieron “órdenes de arroparle” durante la pitada que recibió en el pregón de las Fiestas de Hortaleza 2024, cuando ya limitó la participación de asociaciones críticas.
Malestar generalizado en un momento clave para Hortaleza
La situación se produce en un distrito de 200.000 habitantes y gran identidad propia (no se incorporó a la capital hasta 1949). Una zona que experimenta además un momento clave, con varias extensiones urbanísticas programadas en el barrio de Valdebebas y que será escenario del regreso de la Fórmula 1 a Madrid. Trabajadores de la Junta de Hortaleza especulan que la llegada al organismo de “gente de fuera con un claro perfil político” responde a “la misión de desinflar el tejido vecinal, con entidades que se significaron contra el proyecto de macroescenario para el Malinche de Nacho Cano o ahora la Fórmula 1”. Estas fuentes extienden no obstante el malestar en el distrito a “personas que simpatizan con el PP, pero no con los gestores colocados en el distrito y su labor”.
Miguel Montejo, concejal de Más Madrid en la Junta Municipal de Hortaleza, cuestiona los modos del edil que preside el distrito: “Lejos de respetar a los funcionarios, como suele exigirnos tramposamente a la oposición que hagamos cada vez que denunciamos sus tropelías y serios problemas de gestión, David Pérez ha llevado a la Junta del Distrito a una situación insostenible”.
“Está demostrado que no solo es un caciquillo autoritario con el tejido social y vecinal, o con la oposición democrática en los plenos. Su gestión es, además, un polvorín de puertas para adentro de la Junta. Presiones a unos trabajadores para los que ha creado un ambiente tóxico irrespirable, ceses incomprensibles, vacantes que durante meses nadie quiere cubrir por el clima y la sensación de purga de muchos funcionarios. David Pérez y sus formas autoritarias y dictatoriales están llevando a Hortaleza a una crisis sin precedentes”, critica Montejo.
Las tesiones y presiones en el interior de la Junta de Hortaleza son un clamor en el distrito, como la oposición ha sugerido en diferentes plenos. Durante el debate alrededor de la adjudicación de las casetas de las Fiestas de Hortaleza, Pérez se escudó de las críticas pidiendo a Más Madrid y PSOE que “respeten a los funcionarios”. El concejal socialista Jorge Donaire contestó declarando su “máximo respeto” al trabajo de los empleados públicos. “Más en esta Junta Municipal, cuando están sufriendo una presión bastante grande”, indicó. La respuesta, entonces ambigua entre el silencio de la plantilla afectada, empieza a encontrar explicación una vez el hartazgo y la indignación de los trabajadores comienzan a vencer al miedo.