
El Ministerio de Turismo privatizará por 40 años el Palacio de Congresos de Madrid, un negocio de 1.279 millones
La empresa adjudicataria del concurso, que acaba de poner en marcha Turespaña, deberá reformar un recinto que contará con 36.044,94 metros cuadrados y podrá facturar hasta 50 millones de euros al año. El Real Madrid e Ifema ya han mostrado interés por hacerse con esta gestión
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Un enorme espacio situado en el centro de Madrid permanece sin uso desde hace más de una década sin que ninguno de los diferentes Gobiernos que han pasado por La Moncloa hayan encontrado la fórmula para volver a reabrirlo. Se trata del Palacio de Congresos y Exposiciones, la obra que el arquitecto Pablo Pintado y Riba levantó frente al Bernabéu en el año 1970 y que durante los años ochenta se remató con un colorido mural de Joan Miró que llama la atención de los viandantes pese a su cierre.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez lo rescató del olvido hace poco, cuando contrató a través del Ministerio de Industria y Turismo -el departamento responsable de las instalaciones- la remodelación de uno de los tres edificios de los que se compone, el más cercano a la esquina de Castellana con General Perón, para dejarlo a punto como sede de la Organización Mundial del Turismo (OMT). Esas son las obras que ahora se divisan desde la calle, pero el grueso de los trabajos sobre el recinto está todavía por llegar.
Para el resto del complejo, que se compone de otros dos edificios y grandes auditorios, además de un solar con árboles, el Ministerio prevé recuperarlo privatizando su gestión durante los próximos 40 años, según los detalles del concurso a los que ha tenido acceso Somos Madrid. El objetivo de esta concesión de obras es “devolver al edificio las condiciones de seguridad necesarias y cumplir la normativa vigente, permitiendo su reapertura y explotación con el mismo uso”, el de congresos y exposiciones, según reza la memoria del proyecto.
El estado actual de parte del recinto es malo, debido a que el 15 de marzo de 1995 un incendio devoró uno de los auditorios del Palacio de Congresos, provocando su cierre parcial y dejando en el olvido la zona calcinada, mientras el resto de las instalaciones seguían en uso. Años después, en el 2012, el Gobierno de Rajoy decretó la suspensión de las actividades debido a la falta de cumplimiento de la normativa y la importante inversión necesaria para volver a ponerlo en marcha con garantías.
Esquema de distribución de los nuevos edificios
Turespaña es el organismo dependiendo del Ministerio que ha anunciado la licitación y que adjudicará el contrato. Entre las razones para elegir la fórmula de la privatización por décadas está la de contar con “un operador experimentado y solvente” que sea el que defina tanto los contenidos como la propia distribución de los espacios en los edificios y plantear la obra en consecuencia. Con este operador privado el Gobierno cree que “se mejorará la competitividad de España en el segmento del turismo de Reuniones, Incentivos, Conferencias y Eventos de alta calidad, sin tensionar el presupuesto público con la inversión inicial y los gastos de gestión ordinaria”.
Los trabajos consistirán en recuperar tanto el edificio A -el del mural de Miró- y sus auditorios, así como el edificio C, mientras se mantiene el B -el que ocupará la OMT- fuera de la operación. Además, se construirán otros dos volúmenes: uno al norte del recinto (edificio D), para su uso como acceso secundario desde calle Poeta Joan Maragall, y otro de una planta sobre el actual solar existente (edificio E), como futura sala de exposiciones. Con la reforma, la superficie construida pasará de los 26.245,65 m2 actuales a 36.044,94 m2 debido al incremento de volumen y edificabilidad previsto por la normativa urbanística madrileña, que serán los que pueda explotar la concesión privada. Aparte están los casi 8.000 m2 del edificio B que gestionará la OMT.
La reforma respetará los volúmenes de los edificios, protegidos con el nivel 2, además de estar obligado a restaurar las fachadas, el vestíbulo y la sala principal. Los usos definitivos y las necesidades serán detalladas por el operador de las instalaciones. “Ha de ser en esa fase más avanzada del proceso de concesión cuando se detalle el programa de necesidades definitivo”, asegura la memoria del proyecto. También se incluye la reforma de la plaza de Joan Miró y del aparcamiento existente, situado bajo este último punto y con capacidad para casi medio millar de vehículos.
Los trabajos incluirán la restauración del mural de Miró, catalogado con el nivel 1 de protección y en un estado de conservación bastante deficiente. Un estudio que forma parte de la memoria calcula que harán falta 5 meses para actuar sobre las baldosas que lo componen, debido a sus abundantes problemas de conservación que incluyen diferentes deterioros tanto de los materiales como de los colores. El informe que analizó todas las acciones necesarias estableció en casi 390.000 euros (IVA incluido) el coste de su restauración.
Los plazos que maneja actualmente Turespaña, una vez que se complete todo el proceso de licitación, será de un año para obtener el proyecto y las licencias pertinentes, otros tres años de obras de construcción y 36 de explotación privada.
Dibujo del aspecto final del Palacio de Congresos y Exposiciones después de la restauración
Las cifras de esta operación urbanística son enormes: el Ministerio de Industria y Turismo calcula que serán necesarias obras por valor de 90,3 millones de euros, a los que se les sumarán otros gastos de 15,4 millones para una inversión privada de 105,7 millones de euros. A cambio, la superficie alquilable -unos 13.787 m²- generará importantes plusvalías. El estudio económico del proyecto prevé un primer año de facturación cercano a los 18 millones de euros y finalizar obteniendo más de 50 millones de euros al año al final de su explotación. El cash flow estimado es de 165 millones de euros. Y la rentabilidad, según el mismo estudio, del 7,65% con el 80% de ocupación, y podrá llegar a casi un 10% con el 100% de ocupación.
En cuanto a lo que recibirán las arcas públicas al privatizar la gestión es este espacio, se establece un canon fijo de 100.000 euros al año, que se incrementará con dos variables a partir de 21 millones de euros de facturación anual la primera y de 24 millones la segunda. El volumen total del contrato que sale a concurso es de 1.279 millones, una de las operaciones con mayor volumen monetario en la capital de España, casi el triple del negocio previsto por ejemplo en los cercanos y polémicos parkings municipales del Bernabéu, cuya privatización otorgó el Ayuntamiento al Real Madrid entre críticas de la oposición.
Estos últimos aparcamientos están actualmente parados por la justicia, después de que una denuncia vecinal consiguiera detener las obras. Es este uno de los posibles riesgos que identifica la memoria del proyecto, que recuerda que la Comunidad de Propietarios de la Plaza de Manolete ya presentó alegaciones durante el trámite de información pública del último Plan Especial otorgado al Palacio, que fueron parcialmente estimadas, y que acabó finalmente anulado por el TSJM después de un posterior recurso contencioso-administrativo planteado por los mismos vecinos. “Es por ello que la figura urbanística vigente actualmente es el Estudio de Detalle”, añade la memoria.
Por ello, Turespaña advierte que la misma comunidad de propietarios impugne el anteproyecto o el proyecto básico, aunque confía en que la vigencia del Estudio de Detalle, aún no denunciado, sirva para mantener el proyecto. “En este sentido, se considera que este riesgo social se encuentra en estos momentos razonablemente mitigado”, concluye la memoria.
Aunque todavía no se ha abierto el periodo para enviar ofertas, es vox pópuli que tanto el Real Madrid como Ifema están interesados en hacerse con la explotación de este espacio, situado justo enfrente del Santiago Bernabéu. Un artículo de El Mundo fechado en 2022 hablaba de este interés y de la intención del club de Florentino Pérez de usar el recinto ferial como una “extensión” del estadio merengue. La entrada de Ifema en este lugar de la Castellana es sin embargo vista con recelo por sectores empresariales de la región, debido a que mermaría la entrada de nuevos actores en un sector en el que la capital de España necesita competencia, explican a este medio desde Madrid Foro Empresarial.
Somos Madrid ha preguntado al Ministerio de Industria y Turismo sobre si tienen constancia del interés de alguna empresa por este contrato, sin que se haya producido respuesta alguna en el momento de publicar esta información.