
Cristina Fernández, en arresto domiciliario, acusa a Milei de “terrorismo de Estado” tras la visita “solidaria” de Lula
La exmandataria acusa al poder judicial de su país de haberse convertido en «un partido político al servicio del poder económico»
Qué será del peronismo tras la condena a prisión de Cristina Fernández de Kirchner en Argentina
Pasado el mediodía en Argentina, tras un breve y seco encuentro con Javier Milei, Luiz Inácio Lula da Silva cruzó la puerta de la residencia en Buenos Aires de Cristina Fernández de Kirchner, quien cumple arresto domiciliario. Las cámaras registraron el gesto solidario con la expresidenta argentina del mandatario de Brasil, quien estuvo 580 días preso entre 2018 y 2019 tras una condena que el tribunal supremo de su país acabó tachando de “error histórico”. Tras el encuentro, Fernández publicó un mensaje en su cuenta de la red X en la que acusa al Gobierno de Milei de practicar “terrorismo de baja intensidad”, e insistió en el que el poder judicial argentino “es un partido político al servicio del poder económico”.
La esquina de la calle donde está el inmueble se ha convertido en un punto de congregación ineludible desde que la Corte Suprema de Argentina ratificó el 10 de junio la condena a seis años de prisión a la líder del peronismo en una causa por corrupción.
Un grupo de simpatizantes coreó hoy a la llegada del dirigente brasileño, tímidamente: “Olé, olé, olé, Lula, Lula”. El comedimiento se debió a que la Justicia autorizó la visita con la advertencia de que la expresidenta debía dar “estricto cumplimiento a la regla de conducta”, que consiste en “abstenerse de adoptar comportamientos que puedan perturbar la tranquilidad del vecindario y/o alterar la convivencia pacífica de sus habitantes”.
Según fuentes cercanas al líder brasileño, el encuentro, que duró casi una hora, fue muy personal, de una solidaridad muy fuerte de Lula con Fernández, pues el dirigente considera que existe una judicialización de la política en América latina. Ambos líderes evitaron salir al balcón.
Los abogados defensores de la expresidenta argentina señalan que Cristina Fernández es víctima de un caso de lawfare y que en ese uso político de la Justicia se buscó su proscripción, ya que con la condena firme no podrá ejercer cargos públicos de por vida.
Luego de conocerse el fallo de la Corte Suprema contra la líder peronista, Lula habló por teléfono con ella para manifestarle su apoyo. “Observé con satisfacción la serenidad y determinación con la que Cristina enfrenta esta situación adversa y su determinación a seguir luchando […] Le hablé de la importancia de que se mantenga fuerte en estos momentos difíciles”, declaró posteriormente.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil había contado detalles de su comunicación con Cristina Kirchner en una entrevista para el podcast “Mano a Mano”, conducido por el rapero brasileño Mano Brown. “El otro día llamé a Cristina Kirchner, que estaba condenada. La llamé para expresarle mi solidaridad, e incluso lloró. Le dije: ‘Cristina, te llamo porque quiero que sepas que mi amistad contigo no se debe a que tú y yo fuéramos presidentes. Mi amistad contigo se debe a que yo soy una persona y tú eres una persona’”.
El propio Lula tiene una historia de perseverancia. Durante su encarcelamiento, recibió la visita de personalidades como Noam Chomsky, el intelectual estadounidense que lo definió como “el preso político más importante del mundo”, así como el Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel. El Nobel también ha estado hoy en la reunión en el apartamento de Fernández.
El Supremo Tribunal de Brasil consideró que las pruebas de la causa Lava Jato, a cargo del entonces juez Sergio Moro, fueron obtenidas “bajo presión y bajo tortura psicológica” y anuló las sentencias en su contra. Además, afirmó que la prisión de Lula da Silva fue un “error histórico”. Un error que consistió en pasar un año y medio en la cárcel, y en no haber podido participar de las elecciones de 2018, en las que salió elegido el ultraderechista Jair Bolsonaro, hoy encausado por intentona golpista.
El encuentro entre el líder brasileño y Cristina Fernández tiene un plus político, ya que Lula da Silva no ha mantenido una reunión bilateral con Javier Milei en el marco de la cumbre del Mercosur que ha finalizado este jueves en la capital argentina. El saludo entre ambos ha sido parco.
Las diferencias entre Lula y Milei han quedado evidenciadas en sus discursos de traspaso de la presidencia del bloque regional. “Emprenderemos el camino de la libertad y lo haremos acompañados o solos”, dijo el ultraderechista argentino luego de advertir que espera que, cuando Argentina recupere el liderazgo temporal de la organización, se hayan concretado las reformas liberales que busca imponer.
Milei habló de una “cortina de hierro” en el bloque y pidió un sistema “en el que cada país pueda gozar de mayor autonomía para aprovechar sus ventajas comparativas y su potencial exportador”.
En contraste, Lula da Silva dijo que Mercosur es un “lugar seguro”, con cimientos fuertes ante las amenazas de guerras comerciales. Anticipó que durante su turno al mando, Brasil buscará encarará el desafío del cambio climático. “La región sufre sequías e inundaciones, con sus consecuencias para los pueblos. La realidad expone la falacia del negacionismo climático”, afirmó. En su cierre, recordó que él provenía del misma región terrestre que dos referentes para el mundo recientemente desaparecidos: José Mujica y el papa Francisco.