
El PSOE prepara un cierre de filas con Sánchez para el comité federal en el que renovará a parte de su cúpula
María Jesús Montero contacta con varios dirigentes socialistas para comunicarles que saldrán de la Ejecutiva, entre ellos cargos de confianza de Cerdán como Juanfran Serrano y Javier Cendón
Sánchez improvisa un acto con mujeres del PSOE la víspera del comité federal
No será, ni de lejos, una renovación integral de la cúpula del PSOE, pero los cambios que Pedro Sánchez se dispone a acometer en el comité federal de este sábado como respuesta a la crisis desatada por el escándalo de Santos Cerdán ya están en marcha. Este jueves, la vicesecretaria general de los socialistas y vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, se encargó de contactar personalmente con hasta ocho miembros de la Ejecutiva Federal para comunicarles su salida de la cúpula del partido. Algunos de ellos mantuvieron una estrecha relación personal y política con Cerdán, como su mano derecha, Juanfran Serrano, o el secretario provincial de León, Javier Cendón. Movimientos que se concretarán en una cita que todo el mundo espera que acabe convertida en un cierre de filas en torno al presidente.
Según el equipo de trabajo más cercano a Pedro Sánchez, las decisiones adoptadas sobre su partido apenas las compartió con María Jesús Montero en un encuentro que ambos mantuvieron aún en Sevilla tras la conclusión de la cumbre de la ONU de la que España ha sido anfitriona. Los cambios no serán estructurales, aunque sí afectarán a una decena de dirigentes.
Están, por una parte, los de máxima confianza de Santos Cerdán, en prisión provisional sin fianza desde el pasado lunes por supuestamente ser el cabecilla de una trama corrupta integrada también por José Luis Ábalos y Koldo García. La número dos del partido comunicó personalmente este jueves a Juanfran Serrano, mano derecha de Cerdán en la Secretaría de Organización, y a Javier Cendón, otra persona de la máxima confianza del exnúmero tres, su salida de la Ejecutiva Federal. Varias fuentes consultadas en la dirección del partido lamentan, de hecho, que Serrano haya esperado a que se le comunique la decisión y no haya dado un paso al lado por iniciativa propia.
Los otros cambios que afectarán a la cúpula del partido se presentarán bajo el paraguas de la adecuación de la Ejecutiva a los nuevos estatutos del partido, que establecen que solo un 10% de la dirección pueda ostentar varios cargos orgánicos. En esa situación se encuentran perfiles como los de Esther Peña, portavoz del partido y secretaria provincial de Burgos, o Alejandro Soler, secretario general por Elche, entre otros. Aunque a última hora de este jueves el resto de nombres implicados en la renovación no habían trascendido.
Según varias fuentes consultadas entre el grupo de personas que han mantenido durante la última semana línea directa con el presidente, Sánchez ha querido extremar la cautela a la hora de tomar decisiones de calado en la dirección de su partido para no contribuir a la causa general que, según el PSOE, intenta azuzar la derecha contra cualquier cargo del partido. Porque el discurso que se defenderá este sábado en Ferraz será el de un partido “limpio” afectado por un escándalo de corrupción sobre el que se han adoptado “decisiones tajantes, mucho más que cualquier otro partido”, y el de un Gobierno “con una hoja de ruta intachable”. Y por eso en la mesa de Pedro Sánchez no está hoy por hoy ni una reestructuración de su Consejo de Ministros ni la renovación total del partido.
“Eso sería lo mismo que decir que sentimos vergüenza de nosotros mismos y que aceptamos que todos estemos salpicados por la duda. Y nada de eso. Nuestro único plan es reivindicar la hoja de servicios del PSOE y del Gobierno. Y adoptar las decisiones que sean necesarias para limpiar todo lo que hayan manchado unos pocos”, señala una persona de la dirección que sí tiene garantizada su continuidad.
Sobre la cita en sí, en Ferraz rebajan las expectativas sobre las turbulencias del Comité Federal. De hecho, lo previsto es que, más allá de algunas críticas puntuales de la federación de Castilla-La Mancha que encabeza Emiliano García-Page y del malestar que se disponen a mostrar otros cargos tras la imputación de los dos últimos secretarios de organización y la entrada en prisión de Cerdán, la cita se convierta ante todo en un cierre de filas en torno a Pedro Sánchez.
“Esperamos debate e incluso discursos duros, y no solo de Page. Pero nadie va a poner en duda su liderazgo ni la continuidad del Gobierno. Y ahora es el momento de estar todos a una y de mostrarle a la gente ahí afuera que estamos en tomar las decisiones necesarias y no en guerras internas. Y en cuidar a un Gobierno cuya alternativa es una derecha echada literalmente al monte”, zanja otro dirigente.
Un acto con mujeres en la víspera
Pero el impacto del escándalo que protagonizan Santos Cerdán y José Luis Ábalos no solo tiene que ver con la corrupción, sino con el trato hacia las mujeres que, según los audios que aporta la UCO en su informe, dispensaban el propio Ábalos y su asesor, Koldo García. En las últimas semanas un sinfín de mujeres que ostentan altos cargos o cargos intermedios en el PSOE han trasladado su malestar en privado y de puertas hacia adentro por la afectación que tiene para las siglas socialistas y para la propia dignidad de las feministas del PSOE volver a ver a altos cargos de su partido relacionados con la prostitución. Otras, como la exsecretaria de Igualdad Andrea Fernández llegaron a señalarlo en público. Y en ese contexto, el presidente improvisó para este viernes un acto exclusivamente con mujeres del Partido Socialista.
En la víspera del Comité Federal en el que Sánchez anunciará los cambios, el presidente ha organizado un evento para reafirmar su compromiso con la abolición de la prostitución e intentar resarcir al PSOE de las prácticas de su ex secretario de Organización. Un gesto, junto con los cambios que se dispone a ejecutar en la cúpula socialista e incluso en sus propios estatutos, con el que pretende mantener unido y en calma a su partido en el momento político más difícil que atraviesa desde su regreso a la secretaría general.