
El pequeño pueblo que construyó su castillo sobre una roca para dominar el Maestrazgo
Un enclave histórico en el interior de Castellón que conserva vestigios prehistóricos y medievales, integrando patrimonio arquitectónico y arte rupestre en un entorno natural singular
El bonito pueblo que mantiene intacto un Corral de Comedias del siglo XVII y es Conjunto Histórico Artístico
Situado a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar, Ares del Maestre conserva un núcleo urbano encaramado en una plataforma rocosa que domina la comarca del Alto Maestrazgo, en la provincia de Castellón. Su perfil, visible desde varios kilómetros a la redonda, está determinado por los restos de una fortaleza medieval levantada sobre una muela caliza. El trazado del municipio se adapta a las irregularidades del relieve, con calles estrechas y construcciones de piedra que mantienen elementos de la arquitectura tradicional.
Este enclave cuenta con una historia documentada que se remonta a tiempos íberos y romanos, aunque su desarrollo urbano se consolidó durante el periodo islámico y especialmente tras la conquista cristiana en el siglo XIII. El castillo, la iglesia parroquial y otras construcciones defensivas formaron parte de una red de control del territorio que tuvo un papel activo en diferentes conflictos históricos, como la Guerra de Sucesión, las Guerras Carlistas y la Guerra Civil.
Hoy en día, Ares del Maestre presenta una población muy reducida, distribuida entre el núcleo histórico y varias masías del término municipal. Aunque sufre fenómenos como la despoblación o el acceso limitado a recursos básicos, el municipio ha potenciado su patrimonio para atraer visitas. La conservación de sus elementos defensivos, religiosos y civiles lo convierten en un destino de interés para quienes recorren el interior de Castellón en busca de localidades con valor patrimonial.
El castillo sobre la muela
El castillo de Ares del Maestre, declarado Bien de Interés Cultural, ocupa la parte más alta del municipio, sobre una muela de piedra caliza que marca la silueta de la localidad. Aunque quedan pocos restos de la estructura original, el conjunto sigue permitiendo identificar parte del sistema defensivo, con tramos de muralla, aljibes excavados en la roca y algunas torres de vigilancia. La posición estratégica de la fortaleza ofrecía control visual sobre amplias zonas del Maestrazgo y facilitaba las tareas de defensa frente a posibles incursiones.
La fortificación tiene orígenes anteriores a la conquista cristiana. Durante el dominio musulmán, el castillo formó parte de la red defensiva del Sharq al-Ándalus. Tras la conquista por parte de las tropas de Jaime I a mediados del siglo XIII, el castillo fue cedido a la orden del Temple y, más adelante, a la orden de Montesa. Estas órdenes militares desarrollaron la infraestructura defensiva y contribuyeron al crecimiento del núcleo habitado.
El castillo fue utilizado en diferentes conflictos históricos. Durante la Guerra de Sucesión fue escenario de enfrentamientos y, más tarde, en el siglo XIX, tuvo un papel en las Guerras Carlistas. Ya en el siglo XX, durante la Guerra Civil, la altitud del castillo volvió a convertirlo en un punto estratégico, esta vez como lugar de observación. La fortaleza y su entorno fueron bombardeados, dejando parte del casco urbano destruido.
En la actualidad, el acceso al castillo está habilitado para la visita. Desde su emplazamiento se obtiene una panorámica completa del municipio y del entorno natural, incluyendo zonas como la Mola d’Ares, el barranco dels Horts y amplias extensiones de monte bajo. Las tareas de mantenimiento han permitido conservar los restos en condiciones aceptables, aunque buena parte de la estructura original está desaparecida. El lugar se ha convertido en uno de los principales atractivos del municipio, especialmente durante los meses de verano y en épocas festivas.
El arte rupestre en Ares del Maestre
Las pinturas rupestres levantinas, un conjunto pictórico que se extiende a lo largo del arco mediterráneo desde Cataluña hasta Andalucía, tienen en la Comunidad Valenciana uno de sus máximos exponentes. En el Maestrazgo, y concretamente en Ares del Maestre, se encuentran algunos de los ejemplos más relevantes de estas manifestaciones artísticas prehistóricas, reconocidas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Entre los enclaves destacados figuran la Cova Remigia y varios abrigos situados en el barranco de Gasulla, donde se conservan pinturas que representan escenas de caza, ritos y episodios bélicos. El descubrimiento de estas pinturas en 1934 puso de manifiesto la antigüedad del asentamiento, que supera con creces los orígenes medievales atribuibles a la fortaleza. Las figuras plasmadas en las paredes revelan hasta siete fases diferentes de desarrollo del arte rupestre levantino, mostrando la riqueza cultural y la continuidad humana en la zona desde tiempos prehistóricos.