Jade Rivera, investigadora del CSIC: «Hay ciencia elaborada por fábricas de papers, se paga para tener publicaciones»

Jade Rivera, investigadora del CSIC: «Hay ciencia elaborada por fábricas de papers, se paga para tener publicaciones»

La experta en comunicación y género reivindica mayor presencia de las mujeres en la ciencia: «Las fuentes de información que se consultan son mayoritariamente masculinas»

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Joan Clarke es un nombre perfectamente anónimo para el común de los ciudadanos. Fue la única mujer que formó parte del grupo científico de Alan Turing para descifrar los códigos nazis, particularmente los de la máquina Enigma. Cobraba menos que sus compañeros, todos hombres, y oficialmente estaba clasificada como lingüista. Rellenaba los formularios administrativos con mucha sorna: “grado: lingüista, idiomas: ninguno”. Lo suyo, aunque no se lo reconociesen, eran las matemáticas. Varias décadas después Jade Rivera sigue esforzándose por reivindicar el papel de las mujeres en la ciencia y desde el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), además de trabajar como ‘gestora de la ciencia’, apuesta por divulgar y dar visibilidad a la investigación y analiza la relación entre comunicación, ciencia y género. Licenciada en Comunicación Ambiental, en Periodismo y doctora en Lógica e Historia de la Ciencia atesora una formación muy ecléctica a la que suma un postgrado en análisis de datos y dos máster en Igualdad de género y Periodismo y Comunicación. Esta semana ha participado en la organización de un curso en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) sobre Nanomed, una red que promueve enfocar la investigación integrando a expertos en química, física y biología para compartir conocimientos y desarrollar soluciones en el ámbito médico.

Periodista científica especializada en género, ¿tiene la ciencia una mirada masculina? ¿Hay una brecha de género en la ciencia desde madame Curie?

Siempre se puede mejorar sobre todo en temas del avance de las mujeres en la ciencia, tanto como sujetos de estudio como científicas. Comencé estudiando el tema de la participación de las mujeres como fuente de información científica en revistas de divulgación, hice un estudio comparativo entre España y México. Llegué a la conclusión de que queda mucho todavía. Las científicas no representan ni el 25% como fuente experta, la mayoría siempre son hombres. En el imaginario, cuando tienes que pensar en un investigador se vienen a la cabeza los nombres masculinos que son los que más se conocen. Incluso en áreas donde hay una mayor participación de científicas como historia, aun así las fuentes de información que se consultan siempre son masculinas. En áreas como las ciencias de la vida, biología, química, incluso nanomedicina en la actualidad, donde convergen múltiples disciplinas la mayoría son mujeres pero la visibilidad que se les da es menor que a los hombres.

¿Por qué persiste? ¿Las mujeres no lideran los equipos científicos?

Cualquier problema social que queramos analizar tenemos que verlo desde múltiples perspectivas causales, no hay solo una. A veces a las mujeres no les interesa participar por temas de responsabilidad familiar o porque cuesta mucho cimentar la carrera científica. Tal vez sean ellas mismas las que inhiben esa participación, esa visibilidad pública.

¿Los estudios científicos se abordan preferentemente desde el punto de vista masculino?

En la historia de la ciencia se ha documentado que las mujeres no han estado, por ejemplo, en los ensayos clínicos, en la fase inicial de la investigación. Hacer los estudios con ratones masculinos, por ejemplo, es más fácil que con hembras por no tener un ciclo hormonal. Ahí tienes un sesgo total. Si desarrollas un medicamento los pesos corporales no son los mismos, tenemos un ciclo hormonal que también difiere al de los hombres. Entonces no podemos tener una medicina que sea para todos igual.

Se está tratando de que sobre la ciencia no pese una mirada tan masculina, hay un intento. En la actualidad los estudios con ratones exigen que incluya por igual a ejemplares masculinos y femeninos. Además, cuando organizamos congresos siempre nos fijamos que estén representados hombres y mujeres, y todas las diversidades, que es otro tema que se está abriendo y discutiendo. La fuente experta, por ejemplo, no responde solo al hombre como tal, hay otras diversidades que no están incluidas en esas masculinidades. Es un tema importante a nivel médico, en los estudios clínicos es interesante como interactúan las hormonas de las personas trans.

¿Cómo puede corregirse la falta de visibilidad de las mujeres?

Los comités de selección tienen que estar integrados por hombres y mujeres. Tal vez en la misma selección de los científicos haya que incluir la perspectiva de género más allá del número paritario ¿cómo se realizan las defensas en los tribunales? Hace unos años un estudio analizó cómo se seleccionaba a los hombres y a las mujeres cantantes en la Sinfónica de Nueva York. Pusieron una tela en el escenario y las mujeres, cuando se ponían detrás, comenzaban a tener un mayor tono de voz cuando cantaban sin mirar fijamente a las personas que estaban en el tribunal. De esa forma medidas que pueden parecer básicas hacen que mejore la participación de las mujeres. Lo mismo que en matemáticas. Una forma de incrementar los talentos es plantear problemas que sean familiares para las mujeres porque tal vez se plantean cuestiones abstractas con las que ellas no se sienten identificadas. Lo más común para que haya más mujeres en la ciencia es el tema de los referentes, que nos faltan, cuestionarnos si hay mujeres en los libros de texto.

¿A qué científica deberíamos rescatar del olvido en España?

Admiro el trabajo de una filósofa, Sandra Harding, que murió recientemente. Comenzó a hablar de las epistemologías feministas, de la importancia del punto de vista de las mujeres en la ciencia. También me gusta mucho el trabajo de divulgación que hace Marta Macho desde ‘Mujeres con ciencia’.

La filosofía es una ciencia entrometida

¿Qué hace una filósofa como usted gestionando proyectos científicos en el CSIC?

La filosofía es una ciencia entrometida, toma de la historia, de la sociología y hace una lectura de la ciencia. Me interesan los problemas que tiene la ciencia en la actualidad. Me interesa la problemática de la ética de la ciencia, la integridad científica relacionada con la práctica en sí, con la honestidad, con que haya un código ético que responda. Que no se falseen los datos, que se cite a todos los investigadores que participan en el estudio. ¿Es lícito realmente generar una medicina para un grupo de población específica frente a la desigualdad mundial? porque no todo el mundo va a poder acceder a las nanomedicinas. ¿Es ético que se realicen estudios científicos en países que tienen regulaciones más débiles y luego traer esos datos y utilizarlos para desarrollar medicinas que benefician solo a quienes pueden pagarlas? ¿Es lícito que se utilice la Inteligencia Artificial y que no se cite? Son algunos de los dilemas a los que nos estamos enfrentando.

Hay una producción científica muy intensa, se publican estudios constantemente.

Es otro de los desafíos: la cantidad abrumadora de publicaciones. En el sentido de cómo identificar cuáles son falsas, porque dentro de ese conocimiento también se cuelan goles. Dentro de la gran producción de ciencia de la actualidad hay ciencia que está siendo elaborada por fábricas de papers, se paga para tener publicaciones. Exactamente lo mismo que las fábricas de bulos y la desinformación. Según Nature un 2% de la producción científica del año 2022 procedía de fábricas de papers. Las publicaciones son muy importantes para un científico, mientras más tengas más se abre la cartera de proyectos, de invitaciones para mostrar tu investigación y la ciencia necesita grandes inversiones de dinero.

¿Investigan más los laboratorios privados que la iniciativa pública?

Es un problema en el sentido de que la investigación farmacéutica va a desarrollar investigación que tenga réditos económicos en el corto plazo porque un estudio clínico puede tarde diez años. Es un problema de estado, si un país no puede asumir esa investigación entra la empresa a jugar un papel que lo sustituye. Lo que se intenta a nivel político es que participen ambos mundos, que el mundo de los científicos esté vinculado con la empresa y que también esté vinculado con la educación porque si no vamos creando burbujas a nivel social. Si la ciencia no se comunica con la academia lo que estás enseñando en las aulas es historia, no es algo actual. A nivel de empresa se ha visto con la vacuna del COVID, cuando hay una problemática mundial cómo se juntan a investigar la iniciativa pública y privada.

Si la ciencia no se comunica con la academia lo que estás enseñando en las aulas es historia, no es algo actual

¿Cómo se explica tanto negacionismo climático y el resurgir del terraplanismo?

Supongo que se debe a intereses, a un tema ideológico en el que interese manipular información y llevarla hacia una desinformación social. En el tema del cambio climático los modelos predictivos fallan precisamente por eso, porque son modelos. Pero sí hay una sobreinformación que es negativa respecto al cambio climático puede hacer que haya un sentimiento negativo de la población: si el mundo va a acabarse por la pérdida de biodiversidad, se descongelan los polos ¿qué más da? Uno de los roles que pueden jugar los medios de comunicación es no darlo por perdido, que los ciudadanos tengan la posibilidad de hacer algo, dar propuestas. Hacer algo más que ser trasmisores de información. Pasar de la declaración a otro tipo de periodismo que también proponga parte de las soluciones que nos interesan como sociedad.

¿Se debe mejorar la comunicación de la ciencia?

Hay que utilizar otros lenguajes: están las artes, no solo las plásticas sino las escénicas o audiovisuales. Hay que hacer un esfuerzo de comunicación. No se puede perder el rigor a la hora de divulgar pero no podemos esperar que todos los ciudadanos sepan lo mismo. Por lo tanto, traducir al lenguaje cotidiano es una labor muy importante de los científicos. No es un paper, no es una publicación. No podemos utilizar el mismo lenguaje para hablar en una noticia, todo depende de quién te lea, de quién es tu público.