Jean-Michel Jarre, músico: «Nuestra visión del futuro está condicionada por la curiosidad, y la mía está bastante intacta»

Jean-Michel Jarre, músico: «Nuestra visión del futuro está condicionada por la curiosidad, y la mía está bastante intacta»

El ídolo de la electrónica ofrece a sus 76 años su única actuación en nuestro país en la Plaza de España de Sevilla, en el marco del Icónica Santalucía Fest

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La entrevista con Jean-Michel Jarre estaba fijada para el día anterior, el lunes, pero hubo de ser suspendida porque no se sentía bien. Algo completamente inusual según su oficina, que asegura que el artista no ha cancelado un compromiso en décadas. Finalmente, atendió a los medios horas antes de su actuación este martes en la Plaza de España de Sevilla, en el marco del Icónica Fest, y lucía un aspecto espléndido a sus 76 años, listo para encandilar a las masas con un espectáculo única de música e imágenes.

“Fue raro, estaba perfectamente dos días atrás, pero viniendo en el avión me vino una especie de gripe, algo muy tonto. Lo siento de veras, pero estoy muy contento de atender a la prensa hoy”, se disculpa este hombre amabilísimo cuya carrera se remonta a los primeros 70, y que sigue en la brecha después de más de seis décadas como leyenda viva de los sonidos electrónicos.

Jean-Michel André Jarre Pejot, nacido en Lyon, hijo del conocido compositor de bandas sonoras para el cine Maurice Jarre, encarnó durante años la idea del futuro. Ese futuro ya está aquí, es hoy, y cabe preguntarle cómo ha pasado el tiempo para él y para su mundo. “Es una pregunta muy interesante, porque puedes verlo con una perspectiva diferente”, afirma. “En cierto sentido, creo que no he cambiado en absoluto: en el sentido de que mi visión del futuro todavía es fresca, es probablemente la razón por la que continúo en esto. Nuestra visión del futuro siempre está condicionada por la curiosidad, y creo que mi curiosidad está bastante intacta. La curiosidad por las nuevas tecnologías, la curiosidad por explorar diferentes niveles de creatividad…”

Cerrar los ojos

“He sido muy afortunado pudiendo haber pasado por tres revoluciones diferentes en mi vida”, añade. “Una fue la revolución del comienzo de la música electrónica, con componentes electrónicos, analógicos; la segunda fue la emergencia de lo digital y las computadoras. Y la tercera es hoy, con la Inteligencia Artificial, que es probablemente el momento más importante y disruptivo que he visto. Pero en cada una de esas etapas me emocionaba el hecho de que pudiera encontrar herramientas, en sintonía con la sociedad de ese momento, para crear alguna música”.

A renglón seguido, Jarre asevera que “creo que no hay progreso en las emociones humanas. Las nociones de soledad, amor o muerte las seguimos describiendo más o menos los mismos sentimientos, 5.000 años atrás, 2 siglos atrás, 20 años atrás, hoy o mañana. La única cosa que ha cambiado son las tecnologías y las herramientas que usamos. Desde el violín a la guitarra eléctrica, a los sintetizadores, a los plug-ins, a la Inteligencia Artificial. Todos estos instrumentos son neutros, dependen de cómo los usamos. ¡Usémoslos!”

Por otro lado, Jean-Michel Jarre ha dado siempre una enorme importancia a las imágenes, y el mundo, que se ha llenado de imágenes, ha acabado dándole la razón. Él esboza una sonrisa culpable. “Sí, es una contradicción, porque, para empezar, yo defiendo que la mejor manera de escuchar música es cerrando los ojos. Hice un álbum recientemente, un álbum totalmente inmersivo, y realicé un par de conciertos donde pedí al público cerrar los ojos para crear sus propias imágenes. Eso es una cosa. Pero, al mismo tiempo, he dudado mucho entre ser pintor y músico. Siempre me ha interesado crear, especialmente con la música electrónica, la correspondencia visual de lo que tenía en mente, musicalmente, como una especie de opera totale, como dicen en italiano. Esta idea de intentar proponer y compartir con los espectadores una total inmersión, mucho antes de que el término ‘inmersivo’ se convirtiera en trendy”.

Escenarios patrimoniales

“Siempre he pensado que, si se trata de una presentación, especialmente con la música electrónica, sería interesante explorar la noción del espacio”, prosigue. “Y lo que voy a hacer hoy en Sevilla es, en realidad, algo que realmente he diseñado para este extraordinario evento. ¡Me encanta eso!”

Jarre recuerda que, durante su primera visita, hace ya bastantes años, estuvo en la Plaza de España “y pensé que algún día tendría que tocar en este lugar, porque es como un anfiteatro natural, y la acústica es muy especial. Algunas personas, de vez en cuando, pueden decir que no es bueno tocar música en este tipo de lugares. Creo que es absolutamente lo contrario. Cuando piensas en las personas que han concebido este lugar, fueron absolutamente revolucionarias, innovadoras. En realidad, en todas las épocas hubo que luchar contra los conservadores del momento. Estaban contra las personas que creaban este tipo de proyectos, diciendo que si era demasiado grande, que si esto, que si lo otro… Tuvieron que luchar para hacer posible su sueño. Y creo que la mejor forma –lo digo como un embajador que respeta el patrimonio mundial–, de contribuir y honrar este lugar es ser tan innovador y presentar un proyecto tan innovador como los que crearon este lugar”.

Desde Japón a Venecia, en cuya plaza de San Marcos brindó recientemente un concierto, Jarre ha actuado en los lugares más deslumbrantes del globo, y ya deben de ser pocas las maravillas del mundo que le queden por usar como escenario. “Me alegra que me hables de esto, porque todos los lugares en los que he tocado han sido propuestos. Por ejemplo, después de la ceremonia final de las Olimpiadas de Francia, hice mi presentación allí. Y luego me han propuesto Venecia o la Plaza de España de Sevilla, y no puedo decir que no a eso. Lo que sí quiero es hacer algo especial para cada ocasión”.

Una música europea

“Por ejemplo, esta noche tengo algunos instrumentos y algunos elementos que nunca han sido mostrados antes, como los láseres especiales que son motivados por el audio, por la música y también por la reacción del público. Láseres muy fuertes y llegan al espacio. Así que, por primera vez, Sevilla va a ir al espacio. Quién sabe si Sevilla llegará a Marte antes que Elon Musk”, ríe.

Cuando se le pregunta por la música electrónica que le gusta hoy, afirma: “Cuando empecé, la música electrónica era vanguardia y al mismo tiempo también era rechazada por el poder establecido en muchos géneros. Ahora se ha convertido en la música más popular del mundo”.

“Tenemos que entender que la música electrónica no tiene nada que ver con el jazz, el blues o el rock, no tiene nada que ver con América. Es profundamente europea, nació originalmente en Alemania, Francia, España. España ha tenido y tiene muchas escenas electrónicas muy interesantes, desde hace mucho tiempo. Y tiene ese tipo de sentimiento europeo basado en nuestra herencia de la música clásica, y también nuestra herencia del surrealismo y de los movimientos surrealistas. La idea de mezclar el sonido de un pájaro con un clarinete o el sonido de una máquina de limpieza con percusiones es algo muy latino, muy español, muy francés. Esto viene de Marcel Duchamp, de Salvador Dalí, de todos estos artistas”.

Según Jarre, “tenemos nuestra propia visión del mundo para compartir con el público, que es totalmente diferente de lo que la gente podría hacer en América o China. Por supuesto, tenemos muchos artistas muy jóvenes, artistas emergentes muy interesantes y también artistas establecidos. Estoy abierto a muchas colaboraciones en el futuro”.

Curiosidad y buenos genes

En cuanto a la cultura española en concreto, reconoce que ha sido para él, desde siempre, “una gran fuente de inspiración. El flamenco, por ejemplo, y la música española en general tienen una cualidad muy especial. Este tipo de energía y alegría, y detrás de esta alegría hay una especie de melancolía o tristeza o sentimiento trágico. Este tipo de oxímoron, esta contradicción entre el flamenco, la música clásica española, la música electrónica, las canciones, todo es muy especial y atractivo para el mundo”.

No se puede acabar la entrevista sin preguntarle a Jean-Michel Jarre por el secreto para mantenerse asombrosamente vitalista a sus años. “Probablemente sea la genética. Gracias a mi mamá y a mi papá, que tenían buenos genes y me los dieron… Ahora tengo que cuidarlos”, dice. “Pero el secreto es también la curiosidad, estar involucrado y emocionado con lo que haces. Estoy llegando a este concierto como cuando era joven, con el mismo tipo de alegría y emociones, y también un poco asustado y curioso de lo que va a suceder. Este tipo de actitud hacia la vida te hace, por supuesto, consciente. Así que, mientras tu cuerpo te lleva, creo que puedes seguir”.

Ninguna intención, desde luego, de bajarse del escenario. “Tengo muchos proyectos para los próximos años, estoy preparando el aniversario de Oxygen, entre otras muchas cosas diferentes. Y, por supuesto, estoy pensando en volver a España con un nuevo proyecto”.