Ocho ensaladas típicas de distintos lugares del mundo que son ideales para los meses de calor

Ocho ensaladas típicas de distintos lugares del mundo que son ideales para los meses de calor

Si crees que es una guarnición aburrida o la eterna combinación de lechuga, tomate y cebolla —simple aunque deliciosa si utilizas productos de la huerta en temporada—, es que nunca has buceado en singulares libros de cocina, experimentado o trasteado con con cualquier cosa que tengas por casa

¿Tiene ventajas desayunar más tarde?

Hay tantos tipos de ensalada como imaginación tengamos: infinitas combinaciones de proteína, vegetales, frutas y aliños para maravillar a tu paladar y aportar a tu cuerpo los nutrientes imprescindibles durante el verano, además de añadir a tu organismo un extra del agua que precisa para mantenerse hidratado.

Si quieres ponerte creativo, disfrutar de otros sabores y añadir diversidad culinaria a tus platos frescos este verano, estas son ocho ensaladas de diferentes lugares del mundo. Saludables, sorprendentes, muy sabrosas e ideales para llevarte de pícnic al campo, en un táper a la playa, de excursión a la montaña o para cenar en el parque con tus amigas disfrutando de la brisa del atardecer.

Hiyashi Chuka o ensalada de ramen fría


Ensalada de ramen.

En Japón los veranos son húmedos y calurosos, por lo que una refrescante opción es esta ensalada de ramen fría, contundente, exquisita y ligera al mismo tiempo. Tú también puedes hacerla siguiendo las directrices de Tim Anderson en Vegan Japaneasy (Libros Cúpula), un manual de recetas veganas niponas para preparar en casa.

Para lograr este manjar deberás hervir y dejar secar fideos de ramen y asar al horno tomates cherry con salsa de soja, azúcar y aceite de sésamo. Una vez enfríen mézclalos con tus hojas verdes preferidas —el autor recomienda brotes de guisante y rúcula—, medio pepino cortado en juliana, dos zanahorias cortadas del mismo modo y dos aguacates en rodajas. Puedes aliñar con una mezcla de sésamo aclarado con agua y sal o aliño wafu, que lleva cebolla dulce, soja, mirin, jengibre, sésamo y vinagre de arroz. No te olvides de los palillos.

Ensalada oriental de berenjena ahumada, pimientos y nueces


Berenjenas asadas.

La puedes encontrar en el fantástico libro BAZAR. La magia de la cocina vegetariana de Persia y Oriente Medio (Editorial NEO-COOK) de Sabrina Ghayour, con ideas para todas las estaciones; como la ensalada de naranja sanguina, nueces pecanas y alubias blancas con hinojo salteado, o la curiosa ensalada de suero de mantequilla especiado. La autora destaca el vínculo entre los alimentos ahumados y la cocina oriental. “Son muy pocos los comestibles que no mejoran con el beso del fuego”, destaca.

Es una ensalada muy sencilla: requema berenjenas y pimientos al fuego -parrilla, barbacoa o cocina, donde puedas-, dejando que la piel se ennegrezca, permite que enfríen y retira la pulpa. Pica pimientos y berenjenas asadas en trozos pequeños y añade nueces, perejil, ajo, aceite de oliva, zumo de limón, canela, sal y pimienta. Riega con melaza de granada, pepitas de granada y más perejil fresco. Si lo sirves con pan de pita, el resultado será todavía más espectacular.

Ensalada mexicana de garbanzos

Típica de Ciudad de México y de preparación extremadamente sencilla, da pistas sobre ella Margarita Carrillo Aronte en su completa biblia México: Gastronomía Vegetariana (PHAIDON). Muy pocos ingredientes y una fascinante vinagreta obrarán la magia. Deberás lavar y escurrir 400 gramos de garbanzos en conserva.

Prepara el aliño batiendo el zumo de cinco limas con dos cucharadas de cilantro fresco picado fino, una cebolla morada picada fina y tres cucharadas de aceite de oliva, con pimienta negra y sal marina al gusto. Sirve lechuga romana en la base y, por encima, los garbanzos, pimiento rojo despepitado en tiras finas, un chile poblano tostado en rodajas, 150 gramos de queso blanco cremoso en dados y rebanadas de pan rústico para acompañar, bien calentito. Una delicia de toques cítricos y picantes, con la legumbre como protagonista.

Ramita de tomate y pepino


Tomates de diferentes variedades.

Yotam Ottolenghi, uno de los cocineros más importantes de nuestro tiempo, nacido en Jerusalén pero afincado en Reino Unido —donde tiene varios restaurantes en Londres—, es un devoto de la cocina exótica. Una de las recetas con verduras crudas que propone en su libro SIMPLE (Salamandra) es una ramita de tomate y pepino, de raíces indias.

Lo primero es preparar la salsa de guindilla verde: deberás triturar dos limones encurtidos, dos guindillas verdes sin semillas, dos dientes prensados de ajo y un par de cucharadas de aceite de oliva. En un bol, mezcla 200 gramos de yogur griego, semillas de comino tostadas y majadas, una cucharada de limón y un poco de sal. Incorpora la pulpa de un pepino grande cortada fina, 200 gramos de tomatitos cherry cortados en cuartos, media cebolla fina y menta picada. Combínalo todo y extiende la pasta de guindilla por encima.

Kartoffelsalat, la delicia bávara


Karfoffelsalat o ensalada de patata.

En Alemania se llama kartoffelsalat y en Austria se conoce como erdäpfelsalat, pero ambos términos aluden a la ensalada de patata, icónico emblema de la gastronomía alemana que lleva la económica patata cocida a los cielos. Elige variantes que no se rompan, como kennebec, baraka y red pontiac.

Escurre la patata y deja que enfríe, córtala en rodajas o cubitos, pica pepinillo agridulce y cebolla y cuece y corta salchichas en rodajas. Mezcla bien los ingredientes –puedes incorporar otros opcionales como manzana, huevo cocido, restos de carne asada u otras hierbas– y añade su espléndido aliño: mayonesa generosa –si es casera, mejor–, un poquito de mostaza, agua de los pepinillos, eneldo fresco y cebollino. Espera a que enfríe en la nevera y te darás un buen festín.

Pipirrana andaluza

Un clásico que no puede faltar en tu nevera seas de la latitud que seas, dando prioridad a la calidad de las hortalizas frescas que utilices. Alfonso López Alonso detalla algunos de los secretos de la pipirrana en su obra Recetas del huerto de rechupete (Larousse): típica de las provincias de Málaga, Almería, Jaén y Granada, también se consume en Murcia o Ciudad Real.

El autor propone la versión de Jaén. El primer paso es lavar y cocer los huevos durante 15 minutos, pelar y separar las claras de las yemas. Maja en un mortero un par de dientes de ajo, añade las yemas cocidas y sigue majando. Lo mismo con el aceite de oliva virgen extra: este será el aliño de la pipirrana.

El resto de ingredientes son tomates pelados y picados en dados –puedes o no escaldarlo–, la clara de huevo picada, pimiento verde picado y una buena lata de atún. Sin embargo, puedes jugar con los ingredientes e incorporar otros pescados, pepino o incluso embutido.

Tabulé crujiente


Tabulé.

Pablo Albuerne, más conocido en redes sociales como Gipsy Chef, versiona la ensalada árabe por excelencia: el tabulé, originario del Líbano y Siria. Hierve ela sémola —puedes emplear si te gusta otra cereal como el bulgur— con la misma cantidad de agua, aceite, sal y pimienta. Puedes añadir a la cocción mantequilla y dátiles. Después, deja que repose.

Pica muy finito un pepino, una cebolla morada, medio pimiento rojo y medio pimiento verde y mezcla las verduras con la sémola. Pica fino perejil y menta y añádelo a la mezcla.

Prepara el aliño: añade a un frasco media cebolleta cortada muy fina, el zumo de un limón, un toque de sal, un buen chorro de aceite de oliva y maíz frito machacado —este es el toque especial de Gipsy Chef—. Agita bien y viértelo por encima de tu tabulé: será fresco, ligero y crujiente.

Una de regalo: empedrat catalán

Si te gustan las legumbres, prueba con el empedrat catalán, una rica ensalada de alubias blancas propia de la gastronomía catalana y valenciana. Lleva judías blancas hervidas, bacalao desalado, cebolla, tomate, huevo y pimiento. Aceitunas negras, aceite de oliva y a disfrutar.