Clara, hermana de la trabajadora de la limpieza de Barcelona fallecida en la ola de calor: «Su muerte fue totalmente evitable»

Clara, hermana de la trabajadora de la limpieza de Barcelona fallecida en la ola de calor: «Su muerte fue totalmente evitable»

La familia sigue pendiente de los resultados de la autopsia judicial y aseguran que, si se acaba demostrando que el deceso fue causado por un golpe de calor, emprenderán acciones legales contra FCC y el Ayuntamiento

Muere una trabajadora del servicio de limpieza municipal en Barcelona en plena ola de calor

Clara Aguilar, hermana de Montse Aguilar, la trabajadora de los servicios de limpieza municipal de Barcelona que falleció durante la ola de calor, asegura que “su muerte fue totalmente evitable”. Así lo ha dicho en una atención a prensa en la sede de la CGT, sindicato que está acompañando a los allegados de la fallecida, un día después de la comparecencia de la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, para dar explicaciones sobre el caso.

“Nos trataron como números y no como a personas. Nadie nos dio ni el pésame”, se lamenta Clara. La familia todavía sigue a la espera de la autopsia, que deberá determinar exactamente cuál fue la causa de la muerte de Montse. Sus allegados han asegurado que si, finalmente, se acaba demostrado que el deceso fue por un golpe de calor, emprenderán acciones legales, incluso si la empresa acaba reconociendo el fallecimiento como un accidente laboral. “Denunciaremos al Ayuntamiento y a la empresa, FCC”, ha sentenciado Clara.

La familia sostiene que la empresa adjudicataria no “cuida suficientemente” a sus trabajadores y aseguran que Montse expresó “en diversas ocasiones” que no se encontraba bien y que nadie la acompañó a un centro médico. Además, afean tanto a FCC como al consistorio que no enviaran un aviso a los trabajadores de que el 28 de junio, el día en que murió la trabajadora, se había activado la alerta amarilla por calor extrema.

Esta premisa, que también sostienen desde la CGT, es negada por la empresa y la UGT, el sindicato mayoritario en el sector. Desde esta parte aseguran que los encargados “nunca ponen problemas” si un trabajador tiene que parar su jornada o irse a casa en caso de malestar por calor.

“Aquel día trabajó a 37 grados y luego se desplomó en casa, frente a mi madre. Cuando llegó la ambulancia hasta le inyectaron adrenalina, pero no pudieron hacer nada”, sostiene Clara, que lamenta que el Ayuntamiento, “desde el primer momento aceptara la versión de la empresa” y rechazara iniciar una investigación. Una decisión que enmendaron dos días después del incidente. “Llegaremos hasta el fondo del asunto”, aseguró este martes Laia Bonet.

Pero para la familia de Montse esto no es suficiente y sostienen que, durante estas semanas, han sufrido “mentiras y maltrato” por parte de la Administración. “No queremos que esto vuelva a pasar nunca más. Sentimos impotencia y rabia. Sé que me la van a devolver, pero que no mientan”.


Clara, hermana de Montse, durante la atención a medios en la sede de la CGT

Por su parte, desde la CGT coinciden en que la muerte de Montse “se podría haber evitado” y recuerdan que las condiciones laborales de los trabajadores del servicio municipal de limpieza han sido “denunciadas en múltiples ocasiones ante la Inspección de Trabajo”. En concreto, aseguran que este organismo ha emitido 16 resoluciones en cinco años -la última de agosto de 2024- en las que incluye requerimientos y sanciones a FCC. “Las denuncias son recurrentes. No nos sirve de nada tener un protocolo si no se está aplicando”, apunta Ramñón San Blas, delegado de prevención de la CGT en el Ayuntamiento de Barcelona.

“Se ha pedido recurrentemente que la empresa reparta agua a los trabajadores o que cambie los uniformes, que no son transpirables y dan mucho calor, pero no ha habido respuesta”, lamenta el sindicalista. En la misma línea, también afean al Ayuntamiento y a las empresas adjudicatarias que todavía no se están aplicando los cambios en los protocolo por calor extremo que ambas partes acordaron tras la muerte de Montse.

La principal novedad es que los protocolos de las cuatro empresas -Sacyr, FCC, Urbaser y Sorigué- se unificarán para que todos tengan las mismas condiciones. También se ha pactado que las medidas por calor se empiecen a aplicar a partir de los 34 grados en lugar de los 37. En estos casos, se revisarán las rutas para evitar el trabajo bajo el sol durante las horas centrales del día.

Y, si se superan los 40 grados, se suspenderán los servicios a pie. Además se han tomado medidas de aplicación inmediata como es el permiso de cinco minutos cada hora -además de los ya establecidos para desayuno y merienda- para beber agua y resguardarse del sol. También se repartirán botellas isotérmicas de un litro a cada trabajador.

Pero desde la CGT lamentan que las empresas no han trasladado a la plantilla las medidas del nuevo protocolo, ni las de futura aplicación ni las que ya han entrado en vigor, como la pausa de cinco minutos. “Estamos igual o peor que antes”, sostienen, en referencia a los ocho trabajadores que han sufrido un golpe de calor durante su jornada laboral desde que falleciera la trabajadora.