
Las dependencias de Policía de València donde se han producido dos robos llevan desde mayo sin cámaras ni alarma
Compromís pide auditar todos los sistemas de videovigilancia de las comisarías y los servicios centrales después de que se produzcan dos robos consecutivos en las oficinas de objetos perdidos de la central de la Policía Local, mientras el ayuntamiento inicia la contratación con un año de retraso de la renovación de las cámaras en dos comisarías
La precariedad de medios de la Policía Local de València tuvo uno de sus máximos exponentes el pasado junio, cuando en un fin de semana se produjeron dos robos consecutivos en sus dependencias. Durante la madrugada del 13 y el 14 de junio, la oficina de objetos perdidos, situada en la central de la Policía Local, fue prácticamente desvalijada.
En ambos casos, los agentes se percataron del robo en la mañana del día siguiente, al entrar en el turno de día. También en ambos casos, un oficial avisó a sus superiores de que las cerraduras estaban abiertas a su llegada. Cientos de teléfonos móviles, carteras, bolsos, joyas, una veintena de cámaras y otros dispositivos electrónicos fueron sustraídos del recinto, con un balance completo aún por determinar, dada la cantidad de objetos que forman parte del inventario, que incluye los últimos tres años.
La investigación de los dos robos, de la que se ha hecho cargo la Policía Nacional, tiene un componente extra de dificultad. Y es que la oficina de objetos perdidos de la Policía Local lleva desde mayo sin cámaras de vigilancia ni alarma. La única cámara de seguridad de la que se dispone en ese flanco del recinto, que apunta a la puerta trasera, requiere de un enfoque manual desde la garita de seguridad para poder abarcar la entrada a la oficina, según denuncian fuentes policiales.
La Policía Local advirtió al Ayuntamiento en tres ocasiones desde el mes de mayo que la alarma se encontraba averiada. La primera vez se comunicó el 12 de mayo, después la primera semana de junio y una tercera tras el primer robo, sin que conste que se haya reparado. Tras la primera sustracción, que se comunicó al Comisario Principal responsable, se solicitó también una reparación urgente de las cerraduras.
Renovación del sistema de videovigilancia “obsoleto”
El consistorio sí aprobó el pasado 8 de julio convocar el proceso de contratación para la renovación de las cámaras de vigilancia de las comisarías de Russafa y Marítim, un contrato que llevaba pendiente desde junio de 2024. En abril se aprobó en la Junta de Gobierno Local un acuerdo para esta cuestión, casi un año después de que el concejal de Seguridad suscribiera una moción con el mismo propósito. En la moción se reconoce que los aparatos de seguridad se habían quedado “obsoletos” y se presupuestan 30.000 euros para la renovación. Precisamente este lunes, 14 de julio, estaba prevista la visita a una de las comisarías para que las empresas que concurran al proceso conozcan las instalaciones.
Según consta en el expediente de contratación, se exime a las personas o empresas licitadoras de la acreditación de la solvencia económica y financiera, y técnica o profesional, por tratarse de un procedimiento abierto simplificado abreviado. Uno de los puntos clave en la valoración es que el sistema “debe ofrecer un motor de reglas flexible para la gestión de eventos y alarmas, permitiendo la correlación de información proveniente de diferentes fuentes (vídeo, accesos, etc.) y la automatización de respuestas”.
“Robar a la policía no es una broma”
La coalición Compromís considera estos últimos robos una muestra del “caos” del gobierno que dirige María José Catalá en la gestión de la Policía Local. La coalición ha presentado una moción en la comisión municipal de seguridad para auditar de manera urgente los sistemas de seguridad en todas las dependencias de la Policía Local, la revisión de los protocolos de acceso y vigilancia, y la instalación inmediata de sistemas de alarma y videovigilancia en los espacios sensibles.
La portavoz de los valencianistas, Papi Robles, ha comentado en rueda de prensa: “Sí, han robado a la policía. Y no es una broma. Han sustraído centenares de objetos del lugar en el que la ciudadanía deposita su confianza. Y esto es el síntoma de un descontrol mucho más grave”. Por su parte, el concejal Ferran Puchades ha detallado la información conocida hasta ahora sobre el robo: “Las alarmas de las dependencias estaban averiadas, hecho comunicado al Ayuntamiento al menos en tres ocasiones sin respuesta. La cámara que debería vigilar la entrada estaba mal orientada, y los ladrones actuaron dos días seguidos sin que se tomara ninguna medida tras el primer robo”. “Estamos hablando de un lugar donde la ciudadanía confía poder recuperar lo que ha perdido. Que esto ocurra en una oficina policial es inaceptable”, ha concluido el edil.
En respuesta a la rueda de prensa, el concejal de Policía Local, Jesús Carbonell, ha apuntado que “la Policía Local ya ha realizado una investigación para determinar cómo se produjeron estos incidentes y ha puesto en marcha ya las medidas necesarias para reforzar la videovigilancia y los controles de acceso”.